La cena
No fue fácil sentar en la misma mesa a Hitler y a Menájem Beguín, ni que Bin Laden y Bush compartieran rodaballo. Tampoco fue plato de gusto emborrachar a Truman para que no firmara el bombardeo de Hiroshima, pero no pude resistir la tentación de cambiar la historia.
Inmunidad diplomática
Los altos cargos de los ministerios del Tiempo y de la Vida hacen sus cábalas para llegar a un pacto. Ceden eternidad a cambio de una existencia inmortal.
La Parca, desde su sillón presidencial, ríe entre dientes mientras observa a los suyos vender humo.