Error
Se quedó para siempre pegado a la ribera, se erosionó junto con las rocas, y aumentó el caudal con sus lágrimas durante toda la eternidad.
Ellos tenían razón. La corriente de aquel río era demasiado fuerte para llevar a su hijo a pescar.
Error
Se quedó para siempre pegado a la ribera, se erosionó junto con las rocas, y aumentó el caudal con sus lágrimas durante toda la eternidad.
Ellos tenían razón. La corriente de aquel río era demasiado fuerte para llevar a su hijo a pescar.
Cita
Cada domingo acudo al remanso de El Batán a pescar. "Emilín, el gordo" es mi objetivo.
Diez años tras ese barbo.
Le hablo de fútbol, de la casa, de las recetas de la libretita roja, de tu ausencia y tu recuerdo.
Rezo para que no pique
Deseos de escritor
La erupción empezó por los brazos, pero pronto se extendió. Las palabras cubrían toda su piel. Que no pique, rogó. Pero ya había empleado sus tres deseos. Lo de que me brotaran palabras era una metáfora, intentó explicarle al genio antes de empezar a rascarse sin control.
FUNCIONARIO
Mi trabajo no es agradable pero alguien tiene que hacerlo. Todas las mañanas encuentro en mi mesa el libro y un número. Con una pluma tacho al azar nombres hasta completar el cupo. Hoy he tachado el mío. No importa. Dejo la mesa ordenada para mi sustituto. No tardará.
La espera
Las tres y aún no ha llegado. Pasa una hora de la cita. El ramo en mis manos comienza a perder lustre. La gente me mira, creo que con lástima. Compongo una sonrisa forzada. “Seguro que viene”, quiere decir esa sonrisa.
Las cuatro. Ya no debe tardar mucho.
A montones
Los muertos esperan en la cuneta. Como alumnos disciplinados de un colegio severo, con infinita paciencia, a que otros desgraciados terminen de cavar la fosa. Ellos también lo hicieron antes, con la hueca esperanza de que todo acabara, de saciar así la sed de sangre de los combatientes.
Ardo ante una mirada fogosa.
Escaramuza nocturna
Tizna el contorno de sus ojos de negro, dispuesta a entrar en acción. Observa los destellos en la oscuridad mientras el sonido abrumador inunda sus oídos. ¿Suerte? No, no necesita que esté de su lado. Con sus tacones más afilados se dirige al centro de la pista.
CHAPUZA OLÍMPICA
El velcro que sustituía al tartan del Estadio Olímpico de Tokyo evidenció, el mismo día inaugural de los JJOO de 2020, el insondable agujero económico que arrastraba el COI. Su presidente, Thomas Bach, se suicidaba al conocer la marca del ganador de los 100 metros lisos: 57,60s.
Los caminos del Humor son inescrutables...
Madre
Tras nueve meses, llegó el momento.
"Todo parto es una apuesta", le había dicho la comadrona. "Apuestas una vida para ganar otra".
La muerte lo dejó en tablas. Pero aquellos últimos 57,60s con su bebé piel con piel fueron los más felices de su vida.
«Aquí todos estamos locos» (Alicia en el País de las Maravillas)
Disyuntiva
Ya solo falta una semana para que acaben las rebajas y todavía no ha comprado una vida. Las de saldo no le acaban de convencer, pero tendrá que decidirse por alguna que la pensión no da para más. O eso, o instalar una mirilla panorámica.
Defectuoso
Gingle sacó al mercado el último modelo de gafas con multitud de funciones incorpotadas: vista panorámica, GPS, detector automático de mentiras... Poco después la empresa quebró debido a la devolución masiva por parte de los consumidores que alegaban el mal funcionamiento del GPS.
GPS
Grande. El milagro que acabo de presenciar.
Pequeña. Tú, delicado soplo de vida perdida en la inmensidad de mis manos.
Subatómico. Me siento ante la tarea que vislumbro. Una vida se abre paso y otras dos se consagran a ti, mi pequeña.
PARAMECIUM ELVIS PRESLEY
Sin duda se trataba de un hallazgo a la altura del Nobel, pero el descubrimiento, por parte del biólogo chileno Amadeo Sierra, de aquel nuevo ser unicelular acabó sepultado bajo un alud de mofas.
Nadie vio en ese protozoo con patillas y tupé relevancia biológica alguna.
Los caminos del Humor son inescrutables...
Solos
En casa de los Torquemada, los más pequeños, iniciaron una batida por todas las habitaciones; recorrieron los pasillos, escudriñaron el baño, la cocina y la pequeña despensa que quedaba en la parte de atrás. Ni rastro de sus padres, sólo cierto olor a quemado que flotaba en el ambiente.
Ardo ante una mirada fogosa.
En familia
Cuando terminábamos, él se apresuraba a echar ese ambientador barato y a acomodarse la camisa. A veces faltaban apenas minutos para que llegara mamá. Mientras, yo, bajo la ducha, procuraba no escuchar cómo la recibía con falsos arrumacos. Después cenábamos todos juntos, ignorando el repugnante olor a lavanda.
Olor de amor
Aquella mujer desprendía un aroma irresistible. Se dejó llevar por él y la siguió a lo largo de toda la calle. La vio entrar en la pescadería y ponerse tras el mostrador.
El gato se acababa de enamorar.
Días de oro
Coincidimos en el departamento de moda juvenil durante las rebajas. Me enamoré de ella, aunque le guardé esos sentimientos en el más profundo silencio. Después nos trasladaron y no volví a verla. Desde entonces todas las demás me parecen carcasas vacías, unos simples maniquís.
Calle a calle
—¡Civiles! ¡civiles! —gritó el sargento de los cýborgs por el intercomunicador en medio de la confusión del combate.
El pelotón atendió a las señas de guerra y uno cuantos, mientras que el resto les cubría, evacuaron a los maniquíes del escaparate.
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En un lugar de La Mancha de cuyo nombre me acuerdo perfectamente...
Mercadotecnia
Si querían competir contra los Grandes Almacenes, había que mejorar la imagen. La asociación de pequeños comerciantes convocó un concurso de escaparates vivientes. Se formaron largas colas para ver a los mendigos convertidos en maniquíes de alta costura. No vendieron una prenda.
Se me adelantaron.
La última palabra es PRENDA.
Lo siento. Hasta pincho sin querer…
La palabra es PRENDA
Oficina de objetos perdidos
El almacén es un batiburrillo de paraguas, prendas de toda índole, carteras, maletines oscuros, raquetas, juguetes sin lustre y hasta una cabeza de burro de un disfraz mutilado.
Y en un rincón tu corazón. Y, dos estantes más abajo, mi alma.
Elección
Las había de toda clase y condición en aquella tienda de segunda mano. Vio la de Elvis, la de Einstein, la de Gandhi... Finalmente se decidió por la de Jack el Destripador.
En cuanto la sintió entrar en su cuerpo, le entraron ganas de descuartizar a alguien.
Duda milenaria
- Deseo que me concedas infinitos deseos.
- Disii qui mi quincidis infinitis disiis.
Lo de «deseo que seas libre» solo pasaba en los cuentos, se dijo el genio. Tras siglos en aquella lámpara, dudaba que ahí afuera hubiera alguien capaz de desear tan solo el bien ajeno.
«Aquí todos estamos locos» (Alicia en el País de las Maravillas)
Viudas
Enamorarse no estaba previsto, pero sucedió. Quería pensar que él le había correspondido, pero sabía que no. Ella siempre había estado en segundo plano.
Ante su ataúd, disfrazada de conmovida amiga, se conduele del dolor ajeno, el de su viuda, y anestesia el propio haciendo que duela aun más.
UN MISTERIO MENOS
Fue necesario recurrir a cinco remolcadores y tres helicópteros de doble hélice pertenecientes al ejército ruso para lograr sacar del Mar de Chukotka al mejillón más grande hallado hasta la fecha.
En su interior apareció el famoso submarino Lobo Azul, desparecido treinta años atrás.
Los caminos del Humor son inescrutables...
Beber para olvidar
Pidió otra copa. Su voz era apenas un balbuceo incoherente. Maurice, desde detrás de la barra, le recomendó que se fuera a casa, que su familia estaría preocupada. Mañana, además, tendría que trabajar, le convenía dormir. Entonces se fue, para no seguir escuchando lo que había perdido.
Ardo ante una mirada fogosa.
El fragmento perdido
Muchos eruditos entre los hombres creen que las sirenas son supervivientes de la sumergida Atlántida, mujeres adaptadas al agua. Las sirenas creen, sin embargo, que los humanos surgieron de tritones que se adaptaron para explorar su última frontera.
Critias, 209a 5-9.
Algunos creen que antes del Universo no había nada. Están equivocados. Había oscuridad. Y ha sobrevivido.
Frontera
Verano. El mejor momento para intentarlo. El traqueteo amenaza con obligarme a vomitar otra vez. Ya no hace calor. El calor es una masa que envuelve el entendimiento. Nos detenemos: tiemblo. Los músculos no responden, el miedo, sí. Un hocico olfatea mi pantalón inundado de orina. Todo ha terminado.
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Desleal
La puerta de piedra se cerró. Tras ella, el sarcófago del faraón rodeado de sus tesoros más preciados, ricos manjares… y sus mujeres y sirvientes.
Todo cuanto dispuso llevarse al otro mundo.
“Todo no”, pensó el visir, y confió en que los niños ya hubieran llegado al río.
«Aquí todos estamos locos» (Alicia en el País de las Maravillas)