La flor de la fortuna
Como lo dictaba el ritual, tentó al diablo al ofrecerle el primer capullo florecido del canelo a cambio de riquezas. En la falda rota de la muchacha, aquel demonio arrojó una pesada bolsa de oro que no contuvo la hemorragia ni las lágrimas.
La flor de la canela
Era perfecta, guapa, rica, atleta, arquitecta, poeta y parlamentaria; pero su fama cayó tras tomar una copa en público, dormirse y descubrir su secreto: roncaba como un trueno. Las mofas y cuchicheos la acompañaron ya para siempre. Hoy reza su epitafio "M.C.S. Ronque en Paz".
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