¡¡¡JAAJJJAAJJJAAA!!!
Desde que a Brand Foxy se le diagnosticó "Carcajada Histérica Compulsiva", su vida rodó barranco abajo; eso sí, riéndose a mandíbula batiente: un divorcio, el despido laboral, la ruina económica...
Hospedado entre sucios cartones, soltó su última risotada cuando vio caer sobre él un reluciente piano de cola.
Palpo en la oscuridad con cuidado hasta dar con la serpiente dormida. La acaricio para que se estire, confiada. Justo antes de que suelte su escupitajo blanco, la separo del nido velludo. Su chillido alarma a los vecinos. Me caerán doce años, pero no volverá a tocar a mi niña.
Demonio
--Abuelita, ¿tú crees que mamá está en el cielo?
--Sí, cariño.
--Y papá en el infierno, ¿verdad?
--Aún no, tesoro, pero no tardará en llegar. Tú sigue ahí, escondida, que yo me encargo. No te preocupes.
Decisiones
Don Ruperto Neladas era un hombre drásticamente gordo. Su mayor preocupación era ver que cada vez ocupaba más volumen y ya no le cabía la ropa. Así que tomó una drástica decisión: llamó a su sastre para decirle que ensanchara sus trajes, costara lo que costara.
La multa
-Señor juez, vengo a pagar mis 1000 euros de sanción por agredir a mi vecino.
-Pero si el importe por sanción es solo 500.
-Es para ahorrarme un viaje.
Turista en el medievo
Paramos a comer en una venta llena de arrieros, es donde se mejor se come. Compramos unos Miguelitos para el camino. Rodeamos Madrid a duras penas, demasiados carros para aquella villa. Tas pagar varios pontazgos arribamos a Barcelona. Lástima que la catedral seguía en obras.
Cerrado por obras
Cuando la policía descubrió a las chicas emparedadas en la suite princesa, los clientes de aquel afamado burdel del centro, empezaron a preguntarse quienes ocupaban sus camas en las noches de lenocinio.
La melonera
Eran muchos los caballeros que se allegaban a catar sus sandías y melones entre los que, como hadas, se posaban sus tres sobrinitas. La frutera de enfrente, incrédula, no lograba atraer al público masculino ni mostrando en primera fila sus melocotones más tersos.
Equivalencias
La institutriz preparó un cesto con frutas para enseñar a su joven alumno cómo identificar las distintas texturas. Cuando el chico quiso saber qué era la tersura, ella lamentó haber olvidado los melocotones.
Supieron solucionarlo. Él siempre fue un ciego con vista, y ella una maestra con recursos.
Supervivencia
Cuando ya sólo podíamos alimentarnos de plásticos de colores, comenzamos a rebuscar en el museo del ADN las secuencias de vacas, gallinas, cereales y otras especies extintas repudiadas por las modas y el progreso.
Uróboros
El escritor fracasado clavó la mirada en el monitor con desesperación, estiró los dedos y dio un sorbo a su refresco. Después, con decisión, empezó a escribir: «Uróboros».
Generación X
Nadie me da trabajo porque no tengo experiencia laboral, fundamentalmente porque nadie me da trabajo porque no tengo experiencia laboral.
Exterminador
Un disparo en los sesos y todo acaba. Esta vez no ha habido súplicas, cosa que agradezco. Detesto que lloriqueen pidiendo clemencia. Deberían saber que nunca la concedo. Adoro mi trabajo, pero esta gente me desquicia, en serio.
Hay que ver cómo han cambiado los zombis.
Telefonía móvil, amor estático
Nos conocimos en carne y hueso; no es una historia de un amor pescado por las redes sociales. Circulábamos por la misma acera, cuando chocamos. Nuestros teléfonos cayeron al suelo y calleron, digo, callaron, cuando nos miramos.
Ahora vivimos juntos. Compartimos sofá. Nos hablamos por guasá.
LA HORA DE LOS INSECTOS
Batman, el más introvertido de todos, fue el primero en abandonar el grupo.
Le siguieron Spiderman, La Patrulla X, Superman y Los Vengadores.
Sólo quedaron Garrapata Man, La Mujer Polilla, Cienpies Boy y Tábano.
Por primera vez, los superhéroes más asociales se sintieron realmente importantes.
Prioridades
Anteayer mi hijo me pidió un cuento, pero yo tenía una avalancha de trabajo atrasado esperándome.
Ayer quiso bailar conmigo, pero había que hacer la cena, planchar, barrer, fregar...
Hoy, mi hijo es mayor y me dice que ya no tiene tiempo para cuentos ni bailes: solo cosas importantes.
Nunca lo olvido...
Los amantes retozan libres. El sudor recorre sus cuerpos, arqueados por el placer. Sus jadeos le impiden escuchar los timbrazos...
Dejo la llave puesta
Poca mierda
A medida que el sol desaparece al fondo de la tramoya, el escenario se va quedando a oscuras. Entonces los actores se quedan muy quietos y lloran, cada uno para sus adentros, la ausencia de público en paraísos y plateas.
Trucos
Alguien bostezó cruelmente. Sonó un móvil. Risas ahogadas. Suspiros de amantes en las últimas filas. El mago barajó las cartas, se le cayeron al suelo. Más risas, ¿eso era un abucheo? Solo le quedaba un truco. Se quitó la chaqueta, extendió sus alas y salió volando por una ventana.
Vídeo clandestino
Mamá entra en mi habitación. Minimizo, con el ratón temblando y el corazón en un puño. Ve el puñado de clínex sobre el escritorio y me mira con desaprobación, y yo evito mirarla a la cara porque sé que lo notará.
En cuanto sale vuelvo a poner Titanic.
Naufragio
El silencio solo fue la punta del iceberg. Bajo la enorme frialdad de sus ojos se escondía un vacío que nos mantenía a flote a duras penas. El último portazo quebró la nave en la que nos habíamos embarcado. El desamor pesaba demasiado.
061
Se le escapó el amor por los ojos, se le derramó por la punta de los dedos y llenó su corazón hasta hacerlo estallar dejándole sin aliento. Ella, poco avezada y de temple más moderado, lo confundió con un infarto y no dudó en llamar al teléfono de emergencias.
Atenuantes
Sr, juez, le juro que tras dar el empujón a mi suegra, yo llamé a la ambulancia de inmediato.
Atenuantes
Sr, juez, le juro que tras dar el empujón a mi suegra, yo llamé a la ambulancia de inmediato.
Maldición, se me ha adelantado huno.
La palabra es inmediato.
Explosiva calentura
Ella advirtió el estremecimiento en él.
–¿Ya? –preguntó.
–Sí, ya te he advertido que era eyaculador precoz y que esto era algo inminente.
–Sí, pero es que aún estamos en la farmacia comprando los condones.
Rencor
Ojalá pudiera quererte; lo intento cada día, con todas mis fuerzas. Tú siempre me has querido y por eso me esfuerzo tanto. Pero cada vez que te miro solo puedo pensar en que yo antes tenía sueños, y en la vida que perdí por culpa de aquel condón roto.
Fractura
Al romper el ataúd del dictador, los revolucionarios descubrieron tres cosas: una fotografía, una carta de amor nunca enviada, y que todos estamos a un beso perdido del abismo.
Embajador
Es nuestra gran oportunidad, le dijo a Laura. Nadie quiere ese trabajo, contestó ella. Él pensó que había destinos peores que ser el embajador de España en el Infierno. Cuando presentó sus credenciales, la cosa de tres bocas y quince ojos susurró que iba a sentirse como en casa.
Soledad
Cuando el nido que había formado junto a ellos ardió, supo que no renacería de sus cenizas. Sin un hogar al que regresar, el ave fénix se dejó morir.
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Pepito, Jaimito y Juanito
—¿Jugamos al «fúrgol»? —propuso Pepito, mientras se quitaba los mocos con la palma de la mano.
—¡Venga, vale! Un «golreñío» —repuso Jaimito, rascándose la entrepierna. —Pero ¿qué hacemos con el gordo?
Juanito, «el monstruo», se limitó a mirar y sonreír.
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En un lugar de La Mancha de cuyo nombre me acuerdo perfectamente...
https://historiasmalditas.wordpress.com/