Si tú dices que eres la Real Fábrica de Sargadelos y dices que vendes productos Sargadelos (Ɔ) pero ni eres RFS ni vendes esos productos entonces es que estás estafando.
Estás "engañando". La estafa requiere, además del engaño, que haya un perjuicio patrimonial.
Pero ese es el caso exagerado.
Podríamos hablar de imágenes de marca o nombres que se prestan a confusión pero que técnicamente no están engañando.
Por poner un ejemplo, vender un vino de La Rioja que no es un D.O. Rioja.
Soy perfectamente consciente de los cambios que supondría en el mercado. Las empresas deberían competir más ferozmente por conseguir recaudación para llevar a cabo sus proyectos o cambiar radicalmente la forma de comercializarlos.
Habría muchos cambios y muy distintos según el sector.
Pero en la mayoría de los casos, la única forma de ser más competente es con mayor dotación de capital.
Actualmente, una empresa pequeña con una patente que le otorga mejor tecnología, puede competir con una grande.
Pero en un mundo sin patentes, tanto los modos de producción como los diseños de los productos en sí estarían a disposición de todo el mundo*.
Por lo tanto, ¿qué podría diferenciar a una empresa de otra? La dotación de capital. Con rendimientos crecientes a escala, el grande es más eficiente (produce más barato) que el pequeño simplemente por ser más grande.
* Asumamos que sería imposible mantener el secretismo hasta a corto plazo. Pero si quitamos esta hipótesis, significa que tampoco avanzaría el progreso, porque nadie compartiría sus hallazgos, y la investigación dejaría de poder avanzar "apoyándose en los hombros de gigantes".
Cambia "investigación" por pobreza. ¿Quién va a querer destinar recursos a la pobreza? ¿Cómo vamos a acabar con ella si no tenemos un Estado? ¿Por qué el Estado iba a estar interesado en acabar con ella? ¿Y la sociedad civil?
Pues bueno, existen ONGs que venden su producto y tú compras esa pena que comercializan. Y estoy hablando del negocio más ruinoso del mundo, imagina que puedes ofrecer videojuegos, películas, series, etc.
Pues, ya que lo dices, estás planteando un mundo sin las dos principales fuentes de financiación de la actividad filantrópica.
Por un lado, el Estado. Ya directamente vía subvenciones, ya indirectamente, al ser un incentivo fiscal, que además, interactúa con el segundo elemento.
Que es la responsabilidad social corporativa. Las empresas se suman a campañas benéficas para mejorar su imagen. La cosa además, es simple: Pagar impuestos, o montar una fundación con el dinero de esos impuestos que además supone publicidad. La opción es obvia.
Sin embargo, un mundo sin propiedad intelectual e industrial, la marca, si no absolutamente inútil, sí sería mucho menos relevante. Porque, insistimos, todas las empresas tendrían toda la tecnología, y por lo tanto, lo único que distingue los productos es el precio (que además, viene dado por el tamaño).
Y eso es otra: ¿Por qué la gente sigue comprando música, libros y yendo al cine cuando está casi todo en internet? Porque es consciente de la importancia que tiene para el sector el consumirlos de esa forma para que siga existiendo ese negocio.
Bueno, ahí entran muchos factores. Y no creo que ese sea el único.
Pero en todo caso, estamos hablando de cuestiones más personalistas. No te importa quien haya fabricado tu coche, si no sus prestaciones. Pero a la hora de ponerte a escuchar Bohemian Rhapsody sí que te importa quien lo cante.
Pero planteas un mundo en el que no hay propiedad intelectual. Cualquier cine podría emitir la Guerra de las Galaxias, o cualquier juguetera podría fabricar merchandashing de la película sin pagar un duro a Lucasfilm.
Y tampoco se salvarían los derechos de emisión en televisión, ni nada que se le parezca.
¿Las ONGs un negocio ruinoso? Mueven auténticas millonadas.
La peña que curra a pie de calle ni los huele, claro.
Xoso vive en un mundo post apocaliptico (...) y recorre en su motocicleta steampunk la desolada tierra acompañado por Pérez Reverte... [1]