No quiero esta vida

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Dr. Ziyo
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Desperté de golpe, con la sensación de haber sido sacudido con fuerza. Percibí que me hallaba acostado boca arriba sobre una superficie dura y también me pareció que me encontraba desnudo por completo. Notaba la cabeza como si la hubiera tenido sumergida en el agua y me faltara la respiración, por lo que boqueé varias veces en busca de aire. Mis sentidos estaban embotados, de modo que mi visión, por ejemplo, era casi nula, apenas distinguía sombras y poco más. Los sonidos llegaban amortiguados a mis oídos y daban la impresión de tener que atravesar capas y capas de algún material que los retuviera, de modo que no eran más que un sordo rumor lejano. No me llegaba olor alguno a la nariz, lo cual podría parecer normal, pero era más bien como si la tuviera «apagada», inservible. Sentía la lengua dormida, reseca e hinchada y la boca parecía demasiado pequeña para contenerla; además, un sabor desconocido y repugnante se había adueñado de ella. Por lo visto el sentido del gusto era el que mejor funcionaba, para mi desgracia. Desde la garganta me llegaba la sensación de que allí se alojaba un puñado de arena y tuve que toser con violencia para lograr por fin respirar con normalidad. Me invadía un cansancio extremo y a punto estuve de cerrar los ojos y dejarme llevar al sueño del que me habían arrancado.

Presté atención a mis sensaciones táctiles y una extrañeza abrumadora me invadió al hacerlo. Moví los dedos y me palpé las piernas desnudas con ellos. No sé cómo describir lo que sentí. Parecía haber una desconexión entre esas partes de mi cuerpo, como si se estuvieran tocando dos personas distintas. Y ninguna de ellas era yo.

Los dedos no reconocían esas piernas. Pero es que esas piernas tampoco reconocían esos dedos. La información que llegaba a mi cerebro era tan confusa que por un momento sentí una enorme sorpresa, que poco a poco navegaba sobre las aguas del auténtico miedo. ¿Qué me pasaba? Nunca había sentido algo tan extraño y la palabra ajeno destellaba en mi mente como llamaradas de una hoguera avivadas por el viento.

Con una de las manos me palpé el otro brazo y la otra mano. Lo mismo; no había reconocimiento entre ellos. Desconexión absoluta, como si fueran trozos de otras personas. Y sin embargo, era yo, ¿no? Tenía que ser yo.

Llevado por una súbita intuición, procedí a palpar mi pecho, mi cuello y mi cara. La consternación por lo que descubrí en aquella exploración me dejó sin aliento: yo no era yo, no había nada reconocible en toda mi anatomía. Y en el caso de que fuera yo, estaba claro que debía haber sufrido alguna clase de brutal accidente, pues el que debía ser mi cuerpo se hallaba repleto de costuras y remiendos que yo acariciaba con suma cautela con aquellos dedos que no sentía como míos. No tengo conocimientos de medicina, pero no hacía falta ser médico para saber que todas esas suturas correspondían con grandes y severas heridas.
 

De pronto caí en la cuenta de algo: la temperatura de mi cuerpo era muy baja, fría como si me hubieran tenido a la intemperie en pleno invierno, aunque yo en esos momentos no sentía frío alguno. Otro dato más que añadir a todos los datos extraños que no cuadraban allí.

Poco a poco mi visión se fue aclarando y pude distinguir un techo altísimo del que pendía lo que me pareció ser una enorme lámpara de araña que iluminaba con infinidad de velas la estancia en la que me hallaba. Si aquello era un hospital, era el más raro de todos. Parpadeé varias veces y entonces conseguí ver con nitidez. Justo en ese momento mis oídos despertaron del todo y fue como el plop que produce el corcho de una botella de champán al ser abierta. El rumor de fondo que había escuchado desde que desperté se convirtió en una voz masculina que me preguntaba cosas sin cesar y en su tono se hacía palpable una sensación de interés, urgencia y también cierta euforia.

–¿Puedes ver? ¿Me oyes? ¿Me puedes decir algo? ¿Recuerdas tu nombre?

Esa última pregunta fue como un lanzazo. No recordaba cómo me llamaba y mis recuerdos eran una maraña densa y revuelta donde no había nada que extraer con algo de sentido.

Con un esfuerzo sobrehumano me incorporé y me quedé sentado. Giré el cuello con dificultad y me enfrenté al rostro del desconocido que me hablaba. Se trataba de un hombre que no aparentaba más de cuarenta años. Muy delgado, alto y vestido por completo con ropas de color negro que le conferían cierto aspecto siniestro. El rostro era anguloso y huesudo. Sus cabellos oscuros, largos y alborotados, dejaban al descubierto una frente amplia que denotaba inteligencia. Me miraba con una expresión de enorme satisfacción y sonreía de manera abierta, con una sonrisa triunfal que le llenaba la cara. Era la sonrisa de un lunático, de un demente, y el brillo insano de sus ojos negros me confirmó aquellos pensamientos.

Me giré a mi derecha y vi una misteriosa máquina cuya función me era desconocida. De ella partía una especie de tubería metálica o algo parecido, del grosor de un dedo, que alcanzaba hasta donde yo me hallaba y trepaba por mi espalda, donde lo perdía de vista. De pronto fui consciente de que no me había palpado la cabeza. Lo hice enseguida y descubrí con horror que mi cráneo estaba rasurado y que adherido a él, aunque por alguna razón yo no lo percibía, tenía algo parecido a una corona metálica de la que partían delgados alambres que se incrustaban en el hueso y penetraban en... ¿en mi cerebro?

–No, no, no, no –dijo el desconocido con cierta alarma y se acercó con rapidez hasta mí para detener mis movimientos–. No toques eso, por favor. Podrías arrancártelo sin querer y entonces morirías sin remedio. Debo hacerlo yo y con mucho cuidado.

Le dejé hacer a él, pues quería verme libre cuanto antes de aquel artilugio que me conectaba a la máquina desconocida. Durante unos minutos que transcurrieron en silencio mientras yo me hacía un millón de preguntas, sus dedos largos y hábiles manipularon el artefacto que tenía en la cabeza, Al despegarlo de ella sentí como si me destapara la parte superior del cráneo y di un respingo causado por el dolor.

–Tranquilo, ya casi está –dijo en tomo calmado–. Sé que es doloroso, pero acabaré en menos de cinco segundos. Ten paciencia.

Cumplió lo dicho y al momento dio un tirón al último de los alambres y me vi liberado. Entonces me desmayé y volví a quedar tendido.

Cuando volví en mí había recuperado la memoria. Pero mis recuerdos, lejos de ser tranquilizadores, me resultaron perturbadores. ¡Yo había muerto! ¡Era imposible que estuviera allí!

Recordaba el día de mi muerte con toda claridad. Fue un miércoles de abril, frío, lluvioso y desapacible. Estaba de regreso a mi casa tras una jornada de trabajo, a punto de cruzar una avenida, cuando un coche tirado por dos caballos se me echó encima de repente y me aplastó. Sentí el crujido de mis costillas, la explosión de dolor en mi tórax y algo líquido y cálido que escapaba de mí. Después todo fue oscuridad y vacío. Hasta ahora.

Al ver que había abierto los ojos, aquel hombre extraño se acercó a mí.

–¿Te encuentras bien? –me preguntó muy preocupado–. Te has desmayado y por un momento pensé que habías muerto. Me has dado un susto enorme.

–Ya estoy muerto –contesté con una voz ronca y extraña que no concordaba en absoluto con la que yo tenía en vida.

Él me miró con expresión muy seria, pero no dijo una palabra.

–Me llamo Cristian Werner y era abogado en un bufete –continué–. Tengo veintinueve años y estaba casado con una maravillosa y hermosa mujer llamada Gabriela. Morí en la calle, atropellado por un carruaje bajo la lluvia. Y ahora, señor –le dije haciendo énfasis en esa última palabra–, me gustaría saber cómo es posible que esté aquí hablando con usted y qué ha ocurrido con mi cuerpo.

En lugar de contestarme me alcanzó algo parecido a una sábana de color blanco para que cubriera mi desnudez, pero la rechacé y me puse en pie para contemplarme. Lo que vieron mis ojos me lleno de espanto.

–¡Un espejo! –grité alarmado–. ¡Necesito un espejo ahora mismo!

–No te inquietes.Intentó tranquilizarme él–. Allí al fondo hay un espejo donde podrás mirarte, pero cálmate, por favor.

Me dirigí hacia él algo tambaleante, pues el esfuerzo de levantarme me había provocado un pequeño mareo. Llegué hasta el espejo, tan grande que ocupaba toda una pared, y allí clavé la mirada en mi reflejo.

Lo que pude contemplar resultaba tan descorazonador que prorrumpí en llanto sin poder evitarlo. Gruesas y repugnantes líneas rojizas como lombrices hinchadas atravesaban mi cuerpo por doquier, allí donde el bisturí había hecho su actuación. Mi rostro... mentira, ese rostro, me resultaba ajeno, tan distinto al mío como el día lo es a la noche. No había en él ningún rasgo que me resultara familiar. Observé con perplejidad que mis extremidades tenían diferentes grosores, así como diferentes tonalidades de piel, algo que también ocurría con el tronco y la cabeza, que no parecían concordar en absoluto en cuanto a su color. Me fijé en que otra línea rojiza bordeaba todo el cuero cabelludo y actuaba de frontera entre la cara y el cráneo rapado. Una idea se abrió paso de repente dentro de mí, tan aberrante que no podía ser cierta: estaba compuesto de partes de diferentes cuerpos y el cerebro era lo único que me pertenecía.

–¿Qué soy? –pregunté con la voz rota–. ¿Qué... qué es esto? –interrogué a la vez que hacía un gesto con ambas manos con el que me señalaba desde la cabeza a los pies.

–Eres la culminación de un sueño –respondió a mis espaldas una voz henchida de orgullo.

Era el desconocido, que se había acercado hasta mí mientras yo me contemplaba con horrible fascinación. Hablaba mientras caminaba con las manos a la espalda, como si estuviera impartiendo una lección en un aula.

–Me llamo Víctor Frankenstein, soy doctor en Medicina y tú eres el resultado de más de doce años de experimentos en los cuales he querido demostrar que es posible crear un ser humano diferente y dotarlo de vida. Tú eres la demostración palpable de mi teoría. Eres mi creación más perfecta y sublime. Eres hermoso.

–¡¿Hermoso?! –pregunté con rabia mientras me giraba hacia él–. Obsérveme bien, doctor. Me ha convertido en un monstruo, un ser grotesco creado a base de unir partes arrancadas a otros cadáveres. Estoy en lo cierto, ¿verdad?

Su silencio se convirtió en una respuesta afirmativa a mi pregunta.

–No soy más que una abominación, un aborrecible engendro, una obscena y cruel broma –concluí.

–Estás equivocado, Cristian –negó él con vehemencia–. Eres la prueba viviente de que el hombre, si se lo propone, es capaz de llegar a ser como un dios creador.

Escuché aquellas palabras con profunda perplejidad e indignación.

–Está usted completamente loco, doctor Frankenstein. ¿Se cree acaso un dios? ¿Se trata de eso? Pues permítame decirle que no hay nada divino en lo que usted ha hecho; yo más bien lo encuentro algo diabólico.

Esperé a ver el efecto que mis palabras producían en él y cuando vi la sorpresa en sus ojos, pues al parecer no esperaba esa reacción por parte de su «criatura», lo rematé.

–Y puesto que se trata de algo diabólico, voy a destruir su obra.

Sin darle tiempo a reaccionar, salí por una puerta cercana que se hallaba a mi izquierda y por la cual se veían unas escaleras que permitían ascender a un nivel superior.

–¡No! –exclamó el doctor cuando adivinó mis intenciones.

Cerré la puerta tras de mí para cortarle el paso, al menos por unos segundos. El mareo de antes había remitido y me encontraba mucho mejor, por lo que subí los escalones con bastante soltura, aunque aquel cuerpo remendado costaba de manejar. Continué subiendo las escaleras, seguido muy de cerca por el doctor Frankenstein, que había traspasado ya la puerta e intentaba ganar terreno mientras trataba en vano de hacerme cambiar de idea con ruegos y súplicas. Aunque yo no conocía aquel lugar no me importaba y proseguí mi ascenso; se trataba de llegar a un lugar lo más alto posible.

En un momento dado llegué ante una gruesa puerta de madera con remaches metálicos y con una llave enorme insertada en el ojo de la cerradura. Una puerta muy antigua, sin duda. La abrí sin excesivos problemas y salí al exterior. A pesar de que era de noche había cierta claridad debido a la luna, que se redondeaba casi por completo para alcanzar su fase llena, y pude comprobar con sorpresa que me hallaba en una de las almenas de un castillo situado en la cima de una montaña. El viento allí arriba batía con fuerza y castigaba mi cuerpo desnudo, por lo que comencé a tiritar casi de inmediato. Me acerqué hasta uno de los muros que daban forma a la almena y me subí a él. Miré hacia abajo y pude vislumbrar un fondo pedregoso, con grupos de rocas afiladas que parecían reclamar mi presencia. La caída por el precipicio era de más de cien metros y debía ser mortal de necesidad. Esperaba que así fuera.

Por un instante me asaltó el recuerdo de mi mujer y me dejé llevar por pensamientos egoístas. Añoraba a mi hermosa Gabriela y hubiera dado cualquier cosa por verla, por lo que llegué a pensar en echarme atrás y fantaseé con la idea de ir a visitarla en un día no demasiado lejano. ¿Pero qué conseguiría con eso? Satisfacer mis deseos, nada más. A cambio le provocaría a ella un trastorno de dimensiones inimaginables. Recreaba en mi cabeza la escena y veía su dulce rostro con expresión de horror y asco al contemplar a esa cosa, ese monstruo deforme que aseguraría ser su marido muerto, y se me revolvía el estómago.

Ni hablar. Por nada del mundo le causaría el menor daño a Gabriela. Debía dejarla vivir su propia vida y que encontrara la felicidad que ahora se le había negado con mi trágica muerte. Sin ella mi existencia carecía de sentido, nada importaba y ya nada me ataba a este mundo. Yo era un ser que nunca debió haber visto la luz, algo que desafiaba las leyes de la Naturaleza, que iba incluso, o así lo creía yo, contra la voluntad de Dios. La decisión estaba tomada. Volví a asomarme al abismo y escuché a las piedras pronunciar mi nombre.

Víctor Frankenstein apareció en ese momento en la almena, muy nervioso y alterado, y yo me giré hacia él. El viento alborotaba su cabello y le confería más aspecto de loco todavía. Al verme allí subido me suplicó horrorizado que no lo hiciera, que yo era como un hijo para él, que debía creerle.

–Eres único en el mundo –me dijo, y pude percibir una fascinación demente en su voz.

En respuesta bajé la vista y contemplé mi horrible desnudez, todas aquellas espantosas suturas, aquellos miembros desiguales extraídos de otras personas. Me palpé el cráneo y pude percibir las punciones provocadas por los alambres de la corona. Después lo miré a la cara con esos ojos que no me pertenecían y negué con la cabeza.

–No soy más que un monstruo que debe morir –sentencié.

–¡¡Maldito estúpido!! –vociferó de pronto en un repentino estallido de furia–. ¡¿Es que no comprendes lo afortunado que eres?! ¡¿Acaso no ves que disfrutas de algo único?! ¡Tienes una segunda oportunidad! ¡Yo –al decirlo se golpeó el pecho con el puño– te he dado una segunda oportunidad! ¡Te he dado una nueva vida, maldita sea!

La locura relampagueaba en sus ojos al pronunciar aquellas palabras.

Me habría gustado que el doctor comprendiera lo perturbador y desestabilizador que había sido para mí encontrarme de pronto en otro cuerpo que no era el mío. Y con más motivo aún al descubrir que en realidad era un engendro compuesto de partes ensambladas procedentes de diferentes cadáveres. Era algo que me conduciría a la locura si lo dejara perdurar en el tiempo; lo sabía con total certeza.

Con aquella boca que tampoco era mía dibujé una sonrisa triste y cansada; la sonrisa de alguien que ya no tiene motivos por los que vivir.

–Hay una cosa en la que usted no pensó, doctor –dije mientras sentía un cansancio infinito que se apoderaba de mí de repente–: que tal vez su creación no quisiera cumplir su sueño.

Le di la espalda y me enfrenté de nuevo al abismo. La luna parecía expectante. Las rocas del fondo susurraban mi nombre sin cesar y pensé que era hora de acudir a su llamada. Cerré los ojos e invoqué en mi mente de nuevo el recuerdo de Gabriela. Entonces giré la cabeza hacia Frankenstein, que volvió a suplicarme que me detuviera, y pronuncié las que serían mis últimas palabras en este mundo.

–Yo no pedí una segunda oportunidad, Víctor. No quiero esta vida.

 

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Lis
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Puntos: 209

Relato admitido a concurso.

¿En qué puedo ayudarte?

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LCS
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Puntos: 6785

Muy buenas, compañero. Te lo digo siempre: edición tras edición vas mejorando. Has escrito un bonito homenaje al libro. Los personajes está muy claro quienes son. El único inconveniente que veo es la falta de originalidad. Aunque aporta algunos datos nuevos e inventados, como el pasado del monstruo, lo veo demasiado inspirado en el orginal. Creo que mejoraría un montón si, manteniendo la misma estructura, lo cambiaras de contexto y de nombres. 

En cuanto, termine el plazo, lo puntuo. 

Mucha suerte. 

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Dr. Ziyo
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Poblador desde: 30/01/2016
Puntos: 2776

LCS dijo:

Muy buenas, compañero. Te lo digo siempre: edición tras edición vas mejorando. Has escrito un bonito homenaje al libro. Los personajes está muy claro quienes son. El único inconveniente que veo es la falta de originalidad. Aunque aporta algunos datos nuevos e inventados, como el pasado del monstruo, lo veo demasiado inspirado en el orginal. Creo que mejoraría un montón si, manteniendo la misma estructura, lo cambiaras de contexto y de nombres. 

En cuanto, termine el plazo, lo puntuo. 

Mucha suerte. 

Muchas gracias por tu comentario, compañero LCS. Te doy la razón, no he sido muy original en cuanto a personajes y contexto, y es que me costó encontrar una idea cuando supe de qué iba la convocatoria. De hecho, si me da tiempo a publicar los otros dos, verás que me pasa lo mismo. He sufrido una especie de bloqueo que no me dejaba ver más allá del mundo frankensteniano. Tenía una idea, que me gustaba y se salía de ese mundo, pero la abandoné por dificultosa a la hora de plasmarla. Seguro que cuando lea vuestros relatos diré "pero qué burro, si podía haber tirado por ahí también". En fin, ya está hecho.

Y por mi parte, a ver si consigo sacar tiempo para leer y comentar, que lo tengo crudo.

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luciasinmas
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Poblador desde: 05/04/2018
Puntos: 88

También me pesa esa falta de originalidad que, generalmente, sólo un texto impecable puede salvar.

Me gustó la idea de esta frase:

 

Dr. Ziyo dijo:

Los dedos no reconocían esas piernas. Pero es que esas piernas tampoco reconocían esos dedos. 

 

No puedo decirte mucho más. Sé que has escrito varios relatos, o estás en ello. Yo he leído otro y me pareció muy original. La temática es difícil, es cierto, pero está claro que puedes, así que... ¡Venga, el tercero! blush

2'5 estrellas para éste.

Levántate y anda.

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torpeyvago
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Poblador desde: 29/02/2016
Puntos: 1890

Si es que la gente va tirándolo todo por ahí.

Adecuado al certamen, por narices.

En cuanto a las formas, modos, maneras y urbanidad, muy, muy cuidado. ¿Un «;» en «nula, apenas»? Repeticiones de «yo» en «Llevado por una súbita...»

Una ligera incongruencia con las temperaturas y cuando siente, o no, frío.

Lo mejor, sin duda, lo adecuado para la convocatoria. El título también; coincide con lo que ya has manifestado, que te gusta esta forma. El ritmo, los diálogos, también.

En tierra de nadie dejo que el final se prevee desde «Esperé a ver ...». Esto no es malo en tanto en cuanto, como es el caso, el autor nos acompañe por un placentero —grimoso también, como corresponde con este tipo de cuentos— paseo a través de  la narración. Pero es que el final sorpresivo podría salvar cierta escasez de interés de la trama.

Lo peor, la trama es un pelín —¡ojo!, sólo un pelín— insulsa. Me da la sensación de abuso de admiraciones e interrogaciones múltiples.

Una buena lectura para antes de dormir. Por eso, sean dadas las gracias al autor y 3,75 saqueadores de tumbas para el relato.

___________________________________________________________

En un lugar de La Mancha de cuyo nombre me acuerdo perfectamente...

https://historiasmalditas.wordpress.com/

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Tony Kanapes
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Poblador desde: 08/12/2015
Puntos: 173

Un relato entretenido que se lee con rapidez, es cierto lo que dicen que se echa en falta cierta originalidad pero, y ahí está lo mejor de tu trabajo, el despertar del "monstruo" y las sensaciones que tiene me han parecido muy logradas.

Claro que al ser Doctor Ziyo ya tenías parte del trabajo hecho.blush

 

3 estrellas

 

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Efepe
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Poblador desde: 28/05/2017
Puntos: 320

A mi personalmente me ha parecido un punto de vista interesantísimo, en el que nunca me había dado por pensar.

La estructura está clara y el texto tiene coherencia.

Está escrito con un estilo fluido que ameniza la lectura, y me has hecho pasar un rato agradable.

Creo que es un relato digno de este concurso, con posibilidades de ganarlo.

Te dejo 4,5 estrellas.

EFePe

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Dr. Ziyo
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Poblador desde: 30/01/2016
Puntos: 2776

luciasinmas dijo:

También me pesa esa falta de originalidad que, generalmente, sólo un texto impecable puede salvar.

Me gustó la idea de esta frase:

 

Dr. Ziyo dijo:

Los dedos no reconocían esas piernas. Pero es que esas piernas tampoco reconocían esos dedos. 

 

No puedo decirte mucho más. Sé que has escrito varios relatos, o estás en ello. Yo he leído otro y me pareció muy original. La temática es difícil, es cierto, pero está claro que puedes, así que... ¡Venga, el tercero! blush

2'5 estrellas para éste.

Me alegro de que te gustara la idea de esas frases, luciasinmas.

Gracias por los comentarios y los puntos, que van directos a mi frente para cerrar una brecha que me he hecho y por la que se me escapan las ideas. blush

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Dr. Ziyo
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Poblador desde: 30/01/2016
Puntos: 2776

torpeyvago dijo:

Si es que la gente va tirándolo todo por ahí.

Adecuado al certamen, por narices.

En cuanto a las formas, modos, maneras y urbanidad, muy, muy cuidado. ¿Un «;» en «nula, apenas»? Repeticiones de «yo» en «Llevado por una súbita...»

Una ligera incongruencia con las temperaturas y cuando siente, o no, frío.

Lo mejor, sin duda, lo adecuado para la convocatoria. El título también; coincide con lo que ya has manifestado, que te gusta esta forma. El ritmo, los diálogos, también.

En tierra de nadie dejo que el final se prevee desde «Esperé a ver ...». Esto no es malo en tanto en cuanto, como es el caso, el autor nos acompañe por un placentero —grimoso también, como corresponde con este tipo de cuentos— paseo a través de  la narración. Pero es que el final sorpresivo podría salvar cierta escasez de interés de la trama.

Lo peor, la trama es un pelín —¡ojo!, sólo un pelín— insulsa. Me da la sensación de abuso de admiraciones e interrogaciones múltiples.

Una buena lectura para antes de dormir. Por eso, sean dadas las gracias al autor y 3,75 saqueadores de tumbas para el relato.

Muchas gracias por sus comentarios y su puntuación, don torpeyvago. Acepto todo lo que se me señala, pero lo del abuso de interrogaciones y admiraciones creo que tiene su razón de ser si tenemos en cuenta la situación que se vive, de tensión e incertidumbre, que genera preguntas y exclamaciones (o así lo veo yo).

Gracias de nuevo. blush

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Dr. Ziyo
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Poblador desde: 30/01/2016
Puntos: 2776

Tony Kanapes dijo:

Un relato entretenido que se lee con rapidez, es cierto lo que dicen que se echa en falta cierta originalidad pero, y ahí está lo mejor de tu trabajo, el despertar del "monstruo" y las sensaciones que tiene me han parecido muy logradas.

Claro que al ser Doctor Ziyo ya tenías parte del trabajo hecho.blush

 

3 estrellas

 

Jejeje, muy buena observación, Tony. Muchas gracias por tus palabras y tus estrellas, que no son fugaces por lo que veo. blush

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Dr. Ziyo
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Poblador desde: 30/01/2016
Puntos: 2776

Efepe dijo:
A mi personalmente me ha parecido un punto de vista interesantísimo, en el que nunca me había dado por pensar. La estructura está clara y el texto tiene coherencia. Está escrito con un estilo fluido que ameniza la lectura, y me has hecho pasar un rato agradable. Creo que es un relato digno de este concurso, con posibilidades de ganarlo. Te dejo 4,5 estrellas.

Pues vaya, muchísimas gracias, Efepe, por esas palabras tuyas y por esa puntuación tan alta (y merecida, jajajajaa). Esto me hace reflexionar sobre lo distintos que somos todos sobre lo que nos gusta leer y escribir. A unos un relato les parece normalito y a otros ese mismo relato les parece buenísimo. En fin, que así no hay quien se aclare, jeje.enlightened

Lo dicho, muchísimas gracias. Guardaré tus puntos en mi caja fuerte de puntos del Polidori. surprise

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Maurirgs
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Puntos: 20

Buenos días Dr. cómo le va?

Soy nuevo por estos lados, por lo que le escribo mas bien con bastante pudor. Pero como la idea del concurso en sí es el feedback para poder mejorar entre todos, trataré de dejar el pudor de lado, me la juego y aquí voy:

Sobre la historia, la separo en 2 partes, el despertar y luego el desarrollo. Personalmente me gustó mucho más la primera parte que la segunda.

Me gustó muchísimo el lenguaje descriptivo utilizado para el despertar y toma de consciencia. Me pareció que está muy bien logrado la trasmisión de sensaciones, desconcierto, dolores durante toda la primera parte del relato.

Otra cosa que me gustó mucho fue la diferencia con la historia original en el hecho de ya despertar con conocimientos y memoria. Mientras que en la historia original el monstruo debe aprender a hablar, a dominar sus sentidos, a razonar y a generar recuerdos; en tu historia todo esto despierta en él al poco tiempo de vuelto a la vida.

No solamente me gusta porque es un cambio importante con la situación del monstruo original, sino porque me parece que puede hasta plantear un debate subyacente sobre "donde está el alma de un ser". Es decir: Si el monstruo de MShelley era un "cascarón vacío" que comienza desde cero - tiene un alma nueva? Puede un humano al dar hálito de vida a un cuerpo engendrar un alma? o solo es un cuerpo con razón pero sin alma moviendose?. En cambio el tuyo tiene memoria y sentimientos que le vienen de antes - extraña a su amada, la ama aún, recuerda su vida pasada. Si ama y mantiene todos los recuerdos, se puede presuponer que mantiene su alma. Y si sucede todo esto, y el "yo" del monstruo está dado por el ser de quien tomaron su cerebro y lo instalaron en un nuevo cuerpo... se podría hasta inferir que el alma se ubicaría (según el relato) en el cerebro (en esa unión de sentimientos, consciencia y memoria).

Personalmente tu cuento me ha dejado pensando sobre esto y me ha parecido un ejercicio muy interesante.

 

Sobre la 2nda parte del relato, me pareció una historia mas bien lineal donde se prevee el desenlace y que no me fue tan atrapante como la 1era parte.

Te dejo 2.5 estrellas.

Gracias,

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Svanda
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Poblador desde: 29/01/2017
Puntos: 112

CC: 2 Está bien escrito pero es cierto que el argumento no tiene mucha chicha. Ya el título hace algo predecible el final aunque saberlo, al menos en mi caso, no afectó a la lectura. Lo disfruté igualmente. Dr. Ziyo, esperaba algo más gore, ¿qué te ha pasado? Has perdido el flow jajajaja

CF: 2.5 Me parece genial que narres cómo se siente al despertarse y cómo va asumiendo su condición poco a poco y puedo entender que acabe por tomar la decisión que toma, pero en cambio hay ciertas descripciones que, para mi gusto, sobran. Por ejemplo, cuando comienza a huir y sube unas escaleras, describes con excesivo detalle la puerta pesada y con remaches y realmente rompe un poco el clímax. Yo quitaría eso…

F: 3.5 De fácil lectura y entretenido.

G: 3.5 Vi algún gazapo pero en general está bien escrito y parece revisado. En la media ;)

Total: 3 estrellas ¡Suerte!

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Dr. Ziyo
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Poblador desde: 30/01/2016
Puntos: 2776

Maurirgs dijo:

Buenos días Dr. cómo le va?

Soy nuevo por estos lados, por lo que le escribo mas bien con bastante pudor. Pero como la idea del concurso en sí es el feedback para poder mejorar entre todos, trataré de dejar el pudor de lado, me la juego y aquí voy:

Sobre la historia, la separo en 2 partes, el despertar y luego el desarrollo. Personalmente me gustó mucho más la primera parte que la segunda.

Me gustó muchísimo el lenguaje descriptivo utilizado para el despertar y toma de consciencia. Me pareció que está muy bien logrado la trasmisión de sensaciones, desconcierto, dolores durante toda la primera parte del relato.

Otra cosa que me gustó mucho fue la diferencia con la historia original en el hecho de ya despertar con conocimientos y memoria. Mientras que en la historia original el monstruo debe aprender a hablar, a dominar sus sentidos, a razonar y a generar recuerdos; en tu historia todo esto despierta en él al poco tiempo de vuelto a la vida.

No solamente me gusta porque es un cambio importante con la situación del monstruo original, sino porque me parece que puede hasta plantear un debate subyacente sobre "donde está el alma de un ser". Es decir: Si el monstruo de MShelley era un "cascarón vacío" que comienza desde cero - tiene un alma nueva? Puede un humano al dar hálito de vida a un cuerpo engendrar un alma? o solo es un cuerpo con razón pero sin alma moviendose?. En cambio el tuyo tiene memoria y sentimientos que le vienen de antes - extraña a su amada, la ama aún, recuerda su vida pasada. Si ama y mantiene todos los recuerdos, se puede presuponer que mantiene su alma. Y si sucede todo esto, y el "yo" del monstruo está dado por el ser de quien tomaron su cerebro y lo instalaron en un nuevo cuerpo... se podría hasta inferir que el alma se ubicaría (según el relato) en el cerebro (en esa unión de sentimientos, consciencia y memoria).

Personalmente tu cuento me ha dejado pensando sobre esto y me ha parecido un ejercicio muy interesante.

 

Sobre la 2nda parte del relato, me pareció una historia mas bien lineal donde se prevee el desenlace y que no me fue tan atrapante como la 1era parte.

Te dejo 2.5 estrellas.

Gracias,

Saludos, Maurirgs, y encantado de tenerte por aquí.

Muy interesante tu reflexión sobre la posible ubicación del alma. Creo haber leído en alguna parte que hay cierta creencia en situarla en el interior de la glándula pineal, por lo tanto, si extraemos el cerebro, extraeríamos también el alma de esa persona.

Me alegro mucho de que te haya gustado esa primera parte y mi manera de describir los hechos. Al escribir el relato no encontraba una idea original, pero me pareció que relatar el despertar del monstruo en primera persona, con toda la carga de angustia que eso supondría para alguien completamente consciente, le daría un toque diferente.

Respecto a la segunda, no buscaba la sorpresa en ningún momento, de hecho el título puede incluso darnos una idea sobre el final, y puedo comprender que en ese aspecto no te resulte tan interesante (a mí sí, que para eso lo escribí, jajajajaa).

Muchas gracias por esos comentarios y por la puntuación.

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Dr. Ziyo
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Poblador desde: 30/01/2016
Puntos: 2776

Svanda dijo:

CC: 2 Está bien escrito pero es cierto que el argumento no tiene mucha chicha. Ya el título hace algo predecible el final aunque saberlo, al menos en mi caso, no afectó a la lectura. Lo disfruté igualmente. Dr. Ziyo, esperaba algo más gore, ¿qué te ha pasado? Has perdido el flow jajajaja

CF: 2.5 Me parece genial que narres cómo se siente al despertarse y cómo va asumiendo su condición poco a poco y puedo entender que acabe por tomar la decisión que toma, pero en cambio hay ciertas descripciones que, para mi gusto, sobran. Por ejemplo, cuando comienza a huir y sube unas escaleras, describes con excesivo detalle la puerta pesada y con remaches y realmente rompe un poco el clímax. Yo quitaría eso…

F: 3.5 De fácil lectura y entretenido.

G: 3.5 Vi algún gazapo pero en general está bien escrito y parece revisado. En la media ;)

Total: 3 estrellas ¡Suerte!

¿Alguien ha visto por ahí mi flow? no

Hola, Svanda. Lo del gore que comentas... pues no sé, me dio por hacer esta vez un relato más suave, mejor dicho, me salió así, ni pensé en ponerle sangre de por medio.

Lo de la puerta no sé si se entendió. Traté de decir que, a pesar de ser un recién "despertado" y  de que sus partes parecían no "comprenderse" entre sí, su fuerza era mucho mayor que la de una persona normal y por eso podía abrir sin esfuerzo una puerta que se suponía pesada y de difícil apertura. Como pasa tantas veces, en nuestra cabeza está tan claro que lo damos por sobreentendido y ahí está el error.

Que haya gazapos me mosquea porque reviso mis relatos hasta fundir las letras.angry

Muchas gracias por tus comentarios y tus puntos.

PD: en el próximo Polidori escribiré algo más contundente, en cuanto a sangre y todo eso.blush

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Germinal
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Una historia de rechazo, en esta ocasión, con los papeles invertidos.

Hola Doc, al margen de alguna errata voy a focalizarme en algo de lo que pecas en este relato, el uso del posesivo “mi”. Alguien comentó en el anterior Polidori, creo recordar, que es un deje que tenemos del inglés que los utiliza como nosotros utilizamos los demostrativos. Por otro lado, hay exceso de información innecesaria (ejemplos: no me llegaba olor alguno a la nariz, intentó tranquilizarme él). En un párrafo se repite sonreía, sonrisa, sonrisa. La palabra dios aparece en minúscula y en mayúscula a lo largo del relato.

Desde el punto de vista científico, aprovechando que Doc es doc, aprovecho para comentar algunas incoherencias médicas/científicas. Si no percibe frío no puede saber si la temperatura de su cuerpo es baja. Conste que me ha gustado el despertar de los sentidos, en especial la propiocepción, me parece muy destacable. En cuanto a la parte que afecta el sentido del gusto no sé si has tenido en cuenta que viene condicionado por el del olfato, y al tenerlo anulado la criatura no podría percibir el “flavor” que dicen los ingleses.

Cambiando de tercio, el relato aporta poca originalidad tanto por personajes como por el emplazamiento en el que se desarrolla.

Puntuación: 3 piedras afiladas

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Dr. Ziyo
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Germinal dijo:

Una historia de rechazo, en esta ocasión, con los papeles invertidos.

Hola Doc, al margen de alguna errata voy a focalizarme en algo de lo que pecas en este relato, el uso del posesivo “mi”. Alguien comentó en el anterior Polidori, creo recordar, que es un deje que tenemos del inglés que los utiliza como nosotros utilizamos los demostrativos. Por otro lado, hay exceso de información innecesaria (ejemplos: no me llegaba olor alguno a la nariz, intentó tranquilizarme él). En un párrafo se repite sonreía, sonrisa, sonrisa. La palabra dios aparece en minúscula y en mayúscula a lo largo del relato.

Desde el punto de vista científico, aprovechando que Doc es doc, aprovecho para comentar algunas incoherencias médicas/científicas. Si no percibe frío no puede saber si la temperatura de su cuerpo es baja. Conste que me ha gustado el despertar de los sentidos, en especial la propiocepción, me parece muy destacable. En cuanto a la parte que afecta el sentido del gusto no sé si has tenido en cuenta que viene condicionado por el del olfato, y al tenerlo anulado la criatura no podría percibir el “flavor” que dicen los ingleses.

Cambiando de tercio, el relato aporta poca originalidad tanto por personajes como por el emplazamiento en el que se desarrolla.

Puntuación: 3 piedras afiladas

No puedo más que darte la razón en todo lo que señalas (eso del posesivo "mi" se me había pasado por alto, lo miraré) y me da rabia que se me hayan escapado todos esos detalles porque, como ya he dicho por ahí, repaso cada relato montones de veces.

También, como he dicho por ahí, buscaba la originalidad no en los personajes o el emplazamiento, sino en el despertar del monstruo en primera persona.

Muchas gracias por el comentario y por esas piedras/puntos.

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Invierno
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Título apropiado, sin duda, pero que le resta algo de suspense al desenlace. Es un relato escribo de forma solvente, que se “ve” en blanco y negro, y con grano. El homenaje es interesante y la frustración de la criatura está bien mostrada, aunque tiene una gran pega, ya comentada por los compañeros, y es la falta de originalidad, más aún en el contexto de este certamen.

★  ★  ★

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Dr. Ziyo
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Invierno dijo:

Título apropiado, sin duda, pero que le resta algo de suspense al desenlace. Es un relato escribo de forma solvente, que se “ve” en blanco y negro, y con grano. El homenaje es interesante y la frustración de la criatura está bien mostrada, aunque tiene una gran pega, ya comentada por los compañeros, y es la falta de originalidad, más aún en el contexto de este certamen.

★  ★  ★

Maldita falta de originalidad. XD XD XD

Muchas gracias por comentar y por tus puntos, Invierno.

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Svanda
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Puntos: 112

Dr. Ziyo dijo:

PD: en el próximo Polidori escribiré algo más contundente, en cuanto a sangre y todo eso.blush

 

¡No por favor! Que yo soy muy impresionable... Es más, deberías ponerte como reto escribir uno súper ñoño. surprise

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Dr. Ziyo
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Puntos: 2776

Svanda dijo:

Dr. Ziyo dijo:

PD: en el próximo Polidori escribiré algo más contundente, en cuanto a sangre y todo eso.blush

 

¡No por favor! Que yo soy muy impresionable... Es más, deberías ponerte como reto escribir uno súper ñoño. surprise

Jajajajajjaaa

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Curro
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Puntos: 1048

No suelo leer otros comentarios antes de escribir el mío, pero en este caso no he podido evitarlo ya que pensaba que eran comentarios a otro relato.

Me temo que voy a decirte más de lo mismo: le falta originalidad. Podría leerlo como una versión de la historia de Shelley... si hubiera leído la historia de Shelley, cosa que no he hecho; así que lo que leo es, más o menos, lo que cabe esperar de Frankestein según las varias adaptaciones cinematográficas que he visto y la información que he empollado para abordar este certamen.

Los puntos fuertes están en la propia narración, sobre todo en la primera parte. Me ha encantado el despertar tan detallado, cómo explora con horror su nuevo cuerpo y experimenta de nuevo la sensación de vivir. La posterior huida, metafórica y literal al mismo tiempo, también está muy bien escrita y transmite de forma adecuada emociones de agobio y desconcierto. El final, aunque previsible -ay, ese título...-, también cumple de forma más que adecuada.

En definitiva, una adaptación con final alternativo... o, más bien, precipitado, ya que el monstruo de Shelley también termina con su vida, aunque no tengo claro si la quería o no.

Puntuación: 2 estrellazos contra las rocas.

¡Gracias por amenizar mi tiempo libre con tres relatos! :D

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Dr. Ziyo
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Puntos: 2776

Curro dijo:

No suelo leer otros comentarios antes de escribir el mío, pero en este caso no he podido evitarlo ya que pensaba que eran comentarios a otro relato.

Me temo que voy a decirte más de lo mismo: le falta originalidad. Podría leerlo como una versión de la historia de Shelley... si hubiera leído la historia de Shelley, cosa que no he hecho; así que lo que leo es, más o menos, lo que cabe esperar de Frankestein según las varias adaptaciones cinematográficas que he visto y la información que he empollado para abordar este certamen.

Los puntos fuertes están en la propia narración, sobre todo en la primera parte. Me ha encantado el despertar tan detallado, cómo explora con horror su nuevo cuerpo y experimenta de nuevo la sensación de vivir. La posterior huida, metafórica y literal al mismo tiempo, también está muy bien escrita y transmite de forma adecuada emociones de agobio y desconcierto. El final, aunque previsible -ay, ese título...-, también cumple de forma más que adecuada.

En definitiva, una adaptación con final alternativo... o, más bien, precipitado, ya que el monstruo de Shelley también termina con su vida, aunque no tengo claro si la quería o no.

Puntuación: 2 estrellazos contra las rocas.

¡Gracias por amenizar mi tiempo libre con tres relatos! :D

Gracias a ti por comentar, Curro, y lamento que esa falta de originalidad sea un lastre a la hora de recabar puntos. :)

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Ligeia
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Poblador desde: 03/12/2013
Puntos: 1152

Me ha gustado mucho, se lee fácilmente y está bien logrado. Tres estrellas y media:

Tres estrellas y media:

***´

 

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Dr. Ziyo
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Poblador desde: 30/01/2016
Puntos: 2776

Ligeia dijo:

Me ha gustado mucho, se lee fácilmente y está bien logrado. Tres estrellas y media:

Tres estrellas y media:

***´

 

Me  alegra que te haya gustado, Ligeia. Muchas gracias por tus palabras y por tus estrellas.yes

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LCS
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Poblador desde: 11/08/2009
Puntos: 6785

Siguiendo mis reglas y como ya te he dado más de tres estrellas en otro relato con los que has participado: DOS ESTRELLAS. 

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Dr. Ziyo
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Poblador desde: 30/01/2016
Puntos: 2776

LCS dijo:

Siguiendo mis reglas y como ya te he dado más de tres estrellas en otro relato con los que has participado: DOS ESTRELLAS. 

Entendido, gracias.

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Hedrigall
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Poblador desde: 14/01/2011
Puntos: 1132

Una historia bien escrita y que se lee con fluidez. Le cuesta muchísimo arrancar, creo, debido al esfuerzo descriptivo de una situación que, debido a la temática, ya intuimos, y en parte debido a las pausas creadas por esas descripciones. No es buena idea empezar de modo estático si lo que se pretende es conseguir la atención del lector.

Una vez entrado en el tema, se trata bien el conflicto de Cristian y adquiere buen ritmo, y la oposición entre la vida concedida y rechazada surge con naturalidad para un cierre bueno. Un acierto también el tono, acorde a esa época.

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Lis
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Poblador desde: 07/12/2015
Puntos: 209

Plantear el concurso desde la experiencia de la criatura al despertar a su nueva condición supone para mí una decisión valiente. La descripción pormenorizada de las sensaciones del protagonista es un ejercicio narrativo difícil en sí mismo, pero me pregunto por su necesidad porque noto que la historia no habría cambiado de trama si el protagonista hubiera sentido cosas distintas y noto también que, desde el principio, el final está escrito, algo que parece chocar frontalmente con el tema de fondo del relato: el libre albedrío. Y diría que eso está un poco relacionado con el título, que condiciona al lector en ese sentido, y muy relacionado con el tiempo de la narración. Creo que narrar en pasado cuando el narrador-protagonista termina de la manera que termina no funciona en este texto. También la seguridad del protagonista respecto al rechazo por parte de su viuda si lo viese (sin que haya nada en la trama que me asegure ni refuerce eso ante mis ojos) parece mirar en otra dirección distinta al concepto base del libre albedrío.

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