Mi abuelo, el faraón

28 posts / 0 nuevo(s)
Ir al último post
Imagen de Lenteja
Lenteja
Desconectado
Poblador desde: 27/04/2020
Puntos: 106

MI ABUELO, EL FARAÓN

La ausencia de papá se nos había hecho muy larga. Estábamos acostumbrados a sus viajes para excavar en los yacimientos que dirigía, pero nunca se había ausentado durante tanto tiempo. Se había perdido la Navidad, el cumpleaños de los gemelos y la fiesta de fin de curso.

Aquella mañana nos levantamos muy nerviosos. Había llegado de madrugada y, a pesar de nuestra insistencia, mamá no nos había despertado para recibirle.

Todavía dormía cuando bajamos a desayunar y corrimos a su estudio para registrar las maletas y paquetes que había traído. Estábamos impacientes por desenvolver el misterioso regalo que nos había prometido y que, según él, iba a proporcionarnos un verano fascinante.

Nos sorprendió un gran bulto alargado envuelto en un plástico negro. Era enorme. ¿Estaría allí nuestro regalo? Una ancha cinta adhesiva cerraba uno de los extremos. Con cuidado fui despegándola y pudimos abrir un poco el envoltorio. ¡Un ojo! Un gran ojo nos observaba sobre un fondo dorado.

Nos miramos con complicidad y Natalia cerró la puerta del estudio. Seguí separando la cinta adhesiva y levanté todo el envoltorio. La sorpresa nos hizo retroceder maravillados.

Era una caja de madera decorada con pinturas de siluetas de perfil, de personas sentadas sobre una barca entre hombres que remaban… Un perro esbelto y elegante se repetía varias veces en los dibujos separados por bandas repletas de figuras de pájaros, escarabajos, cocodrilos y palmeras. Los cuatro sabíamos lo que eran: jeroglíficos.

Papá nos había hablado muchas veces de ellos al enseñarnos las fotos que tomaba en las pirámides y que le servían para estudiar la vida de los antiguos egipcios, su pasión, pero nunca los habíamos visto tan bonitos. Sus colores brillaban sobre la superficie dorada de la caja, en cuya cabecera resaltaba el rostro pintado de un hombre.

—¡Un faraón! —exclamó uno de los gemelos—. ¿Es para nosotros?

—No creo —contesté— pero puede que nuestro regalo esté escondido en su interior.

Miré a Natalia buscando su aprobación de hermana mayor y ella asintió. Con cuidado, levanté la tapa del sarcófago. Lo primero que nos hizo retroceder fue el hedor: olía a muerto. Sí, era el inconfundible aroma de la muerte, pero mucho más reconcentrado.

Repuestos de la impresión, los cuatro nos asomamos al interior de la caja y nos miramos incrédulos. Dentro había, efectivamente, un muerto; mejor dicho, una momia, con vendas y telarañas como en las películas.

¿Habría descubierto papá nuestro secreto y aprobaba nuestra afición clandestina? El cajón pesaba demasiado, así que decidimos llevarnos solo la momia. Para no ser descubiertos, antes de salir, cerramos el sarcófago y lo dejamos envuelto en su plástico negro.

Nadie nos vio salir de casa. Trasladamos el cuerpo al cobertizo del fondo del jardín, nuestro laboratorio secreto, y lo sentamos como pudimos en un viejo sillón de respaldo alto.

Decidimos que lo más urgente era quitarle los vendajes, pues queríamos comparar su estado de conservación con el resultado de nuestros experimentos. Empecé a desenrollar la venda que le cubría la cabeza, levantando, al hacerlo, un polvillo blanco. Natalia estornudó y la momia… también.

Gritamos los cuatro a la vez. La carne reseca del rostro que contemplábamos comenzó a temblar y abrió los ojos. Nos miró y nosotros enmudecimos hasta que una especie de crujido resonó en su interior.

—Eso es que tiene hambre —dijo mi hermana y salió corriendo del cobertizo.

Volvió un momento después con una botella de leche y un paquete de galletas de chocolate. Nosotros habíamos seguido quitando los vendajes al muerto y parecía encontrarse más cómodo en el sillón. Natalia partió un trocito de galleta y se lo puso en la boca. Una sonrisa iluminó la cara del faraón y extendió la mano, pidiendo más.

La leche también le gustó. Dejamos que comiera tranquilo y nos sentamos en el suelo, frente a él. Cuando acabó con las galletas, se aclaró la garganta y  comenzó a hablarnos en una lengua incomprensible, que supusimos que sería la que se hablaba en el Egipto antiguo. Iba a ser muy complicado entenderle, así que decidimos enseñarle nuestro idioma. Nos presentamos, para que se aprendiera nuestros nombres, y le acercamos algunos objetos, explicándole muy despacio lo que eran, para que fuera familiarizándose con la lengua.

Los gemelos levantaron la trampilla que ocultaba el taller y sacaron su último trabajo para mostrárselo. Estaban muy orgullosos de su logro, pero no podía compararse con la perfecta conservación y flexibilidad de los músculos de nuestro nuevo amigo. Y, por supuesto, el niño no había resucitado tras el proceso de momificación. Aunque no comprendimos sus palabras, la sonrisa del egipcio nos permitió adivinar que aprobaba el resultado. Sin embargo, el afán de superación que se nos había inculcado desde la cuna impidió que nos contentásemos con aquello y, desde aquel día, los cuatro seguimos trabajando para alcanzar la perfección, rivalizando entre nosotros.

Nunca olvidaré aquel verano que, como había profetizado papá, fue fascinante, pero no por el libro de cuentos ilustrados que nos había comprado en un bazar y que apenas hojeamos. Cuando los ánimos se calmaron tras la infructuosa búsqueda del niño que había desaparecido del pueblo hacía un mes y del escándalo que se armó porque habían robado una momia en alguno de los aeropuertos en los que había hecho escala desde El Cairo la expedición de nuestro padre, pudimos sacar del cobertizo al faraón.

Aprovechábamos la oscuridad de la noche para escaparnos y llevarle al río, que le gustaba mucho. Con su escaso vocabulario nos contaba historias de Egipto, de conquistas y traiciones junto a ese otro río que tanto echaba de menos, el Nilo, y que le había traído hasta este Más Allá en el que había resucitado. Así se fue convirtiendo para nosotros en el abuelo comprensivo que nunca habíamos tenido. Hiciéramos lo que hiciéramos, a él no le parecía monstruoso y aplaudía siempre nuestros avances con una sonrisa.

Enseguida noté que yo era su preferido. Solo a mí me reveló el procedimiento secreto que utilizó el mejor embalsamador de Tebas para momificar su cuerpo. Y no le defraudé: supe sacar buen provecho de sus enseñanzas.

Al final del verano compartí la fórmula con mis hermanos. Primero, con los gemelos, pero no se beneficiaron mucho. Con Natalia fue diferente. Hasta el día de hoy, sigue siendo mi mejor obra.

Imagen de Patapalo
Patapalo
Desconectado
Poblador desde: 25/01/2009
Puntos: 208859

Relato admitido a concurso.

Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.

Imagen de Bio Jesus
Bio Jesus
Desconectado
Poblador desde: 11/07/2014
Puntos: 1514

Hola Lenteja y bienvenido. Aún no voy a dar nota porque tengo algunas dudas, pero en cuanto lo tenga claro, te pongo los puntos.

Vamos al lio, grumete.

El relato se embarca en una narración en primera personita, a través de los ojos de un niño, un recurso que me encanta usar. El estilo es del tipo de “aventuras en vacaciones” , me recuerda los libros de Los Cinco, que tan buenos recuerdos e traen, o incluso los primeros de Harry Potter. Para lograr el éxito hay que lograr la complicidad del lector, para que este suspenda su sentido de la realidad, tire del llamado sense of wonder y conecte con unos niños tan poco reales.

Tu relato lo logra… pero solo en momentos puntuales, faltan pasajes que nos conecten con el monstruo o los monstruitos. Lo logras por momentos: el estornudo, la leche y las galletas. Pero no consigues que me crea que cuatro críos cargan a  brazo una momia que pesa… como un muerto (perdón por la tontada).

El otro problema, para mí (esto es subjetivo), es el final. Precipitado y con poca fuerza. El lenguaje no está en sintonía con lo que cuenta. El chico es un psicópata de primera pero, tal vez una descripción de algunos detalles truculentos reforzaría su dimensión protagonista.

En la parte positiva una buena premisa inicial, una redacción limpia y un punto de vista siempre llamativo. Tienes margen de mejora, con un poco  más de desarrollo pasaría de un relato interesante a uno muy potente.

En cuanto me aclaren lo de los votos te pongo la nota.

Imagen de Patapalo
Patapalo
Desconectado
Poblador desde: 25/01/2009
Puntos: 208859

Muy gamberro y original no

Creo, no obstante, que se ha quedado un poco en tierra de nadie. Me explico. Tengo la impresión de que la estructura es propia de un microrrelato, sobre todo con el giro final. El tema es que la extensión es otra y quizás falta alguna cuña más para que el lector no se pierda y abandone la complicidad, algún gancho que mantenga su confianza o pique su curiosidad, tipo "en nuestra casa no se hacían las cosas como en las demás", no sé, algo que nos muestre más rápido que el padre tampoco es muy normal, que es un tema familiar. Más que nada, que descoloca mucho que los niños estén familiarizados con el olor a muerte. Luego se entiende, se entiende todo (bien lo del aeropuerto), pero me parece que se corre el riesgo de que el lector no tenga la paciencia para llegar al cierre y que todo encaje. Es como si le faltara algo más de solidez para brillar todo lo que merece.

En cualquier caso, me ha parecido un muy buen relato, muy original y gamberro, como decía. Sobre la escritura, nada que decir: creo que el tono y la prosa están muy bien elegidos.

Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.

Imagen de Bio Jesus
Bio Jesus
Desconectado
Poblador desde: 11/07/2014
Puntos: 1514

Lo prometido es deuda.

Mi nota es 2,75.

Imagen de Lenteja
Lenteja
Desconectado
Poblador desde: 27/04/2020
Puntos: 106

Bio Jesus dijo:

Lo prometido es deuda.

Mi nota es 2,75.

 

Gracias, Bio Jesús.

Imagen de Efepe
Efepe
Desconectado
Poblador desde: 28/05/2017
Puntos: 320

Buenas tardes.

A mi personalmente me ha gustado mucho. Me ha enganchado desde el principio, el tono de humor negro socarrón me ha divertido mucho.

La idea es sencilla pero está muy bien llevada. Utilizas una prosa directa que me gusta pero quizás le falta un poco de desarrollo. En el final, por ejemplo. Es algo precipitado.

No te puntuo aún, pero aprobarás con creces. Muy buena sensación general.

EFePe

Imagen de Lenteja
Lenteja
Desconectado
Poblador desde: 27/04/2020
Puntos: 106

Efepe dijo:
Buenas tardes. A mi personalmente me ha gustado mucho. Me ha enganchado desde el principio, el tono de humor negro socarrón me ha divertido mucho. La idea es sencilla pero está muy bien llevada. Utilizas una prosa directa que me gusta pero quizás le falta un poco de desarrollo. En el final, por ejemplo. Es algo precipitado. No te puntuo aún, pero aprobarás con creces. Muy buena sensación general.

Gracias, Efepe. Los tres me habéis hecho ver que, efectivamente, con algo más de desarrollo, sobre todo en el final, puedo mejorar la historia. La verdad es que no quería perder el tono cínico, pero el relato pide más.

Imagen de Germinal
Germinal
Desconectado
Poblador desde: 08/03/2016
Puntos: 1307

Me ha gustado mucho, esos niños son terroríficos, felicidades.

La historia avanza muy bien al margen de ese momento en que reconocen el olor de la muerte que te deja descolocado, y que de alguna manera avanza la sorpresa.

Donde encuentro más de un problema es hacia el final.

Una frase que se me ha hecho bola: “Cuando los ánimos se calmaron tras la infructuosa búsqueda del niño que había desaparecido del pueblo hacía un mes y del escándalo que se armó porque habían robado una momia en alguno de los aeropuertos en los que había hecho escala desde El Cairo la expedición de nuestro padre, pudimos sacar del cobertizo al faraón.” Me ha resultado poco digerible, por descontado es una opinión.

Encuentro también en el final algún problema de coherencia con las explicaciones del faraón si apenas lograba comunicarse: “Con su escaso vocabulario nos contaba historias de Egipto, de conquistas y traiciones junto a ese otro río que tanto echaba de menos, el Nilo, y que le había traído hasta este Más Allá en el que había resucitado”.

Por último, ese “compartí” tramposo del párrafo final lo veo innecesario, hubiese funcionado mejor un “puse en práctica”, más literal y que también  juega al engaño pero sin mentir (de nuevo opinión personal).

Voy a puntuar el relato con 3,5 estrellas. Felicidades y gracias por compartirlo.

Imagen de Efepe
Efepe
Desconectado
Poblador desde: 28/05/2017
Puntos: 320

Mi puntuación es un 3,9

EFePe

Imagen de Sanbes
Sanbes
Desconectado
Poblador desde: 16/10/2013
Puntos: 1273

Relato bien escrito y de lectura entretenida. 

Se nos cuenta una historia (al menos para mí) sencilla que guarda toda su fuerza para el clímax. Quizá en esto se agradece que sea un relato corto, ya que uno más largo, narrando largas descripciones que no aportan nada solo para llevarlo a ese final creo que hubiese sido un error.

Ahora bien, sí que se echa en falta una trama intermedia más trabajada. O quizá una relación más profunda entre los hermanos que, llegados al giro del clímax, te dejase sin aliento y con mal cuerpo. La sensación que me deja es la de un cortometraje de miedo cuyo único objetivo es guiarte hasta el susto final.   

Aún así, no se merece menos de 3 estrellas. 

 

 

Imagen de Dr. Ziyo
Dr. Ziyo
Desconectado
Poblador desde: 30/01/2016
Puntos: 2776

Vamos allá, después de una segunda lectura, como he tomado por costumbre hacer.

La primera vez que lo leí me dejó algo perplejo, aunque creo que fue culpa mía, tal vez lo leí demasiado apresuradamente, no lo sé, pero el caso es que me quedé con una sensación de que me había perdido algo. Y así había sido.

Tras esta segunda lectura todo ha quedado claro, aun así, no es un relato con el que haya conectado. Me parece una historia destinada al público juvenil, lo cual no es nada malo, pero encuentro que le falta algo, que no logro definir por mucho que lo pienso.

Tiene un final que a mí por lo menos me da la sensación de que se me viene encima de repente. Es como si pareciera que vas a leer una historia mucho más larga y de pronto ¡zas! Se acabó. O esa es la impresión que me ha dejado a mí.

En el aspecto positivo hay que destacar la idea del niño, psicópata o perturbado o algo así y que se lee con bastante fluidez. A alguno esto quizá le parezca una tontería, pero si hay algo que me molesta es leer relatos donde tengo que volver una y otra vez sobre lo leído para encontrarle sentido... si es que se lo encuentro.

Le doy 2,75 estrellas.

Imagen de Lord_Ruthven
Lord_Ruthven
Desconectado
Poblador desde: 28/06/2013
Puntos: 929

¡Qué cuento tan original! Una mezcla entre humor y terror, entre niños inocentes y asesinos despiadados.Muy lograda la voz infantil y ese mundo de niños traviesos. Creo que hubiera necesitado más espacio, el límite de palabras le ha perjudicado. Me aprece que un 3 es buena nota.

 

P.D he editado el post para rectificar la nota. Me he precipitado algo

Imagen de Mzime
Mzime
Desconectado
Poblador desde: 01/02/2016
Puntos: 352

Este relato es un juego divertido, aunque difícil de creer. Para mí, claro, que entro con mucha dificultad en este tipo de historias. Me resulta increible la predisposición de los niños a jugar con momias o fabricarlas. Y me resulta igual de difícil creer que un faraón vuelva al presente y se deje llevar de la mano por una cuadrilla de niños como si fuera su abuelo bonachón. Por eso digo que es un relato-juego y que su valor está en ello, en el juego y en la aceptación por el lector que, abiertas de par en par las puertas de su credibilidad, se rinde con armas y bagajes, sin crítica ni análisis previo, al imposible mundo del autor. Muy difícil para mí. 

En ese sentido, en el sentido que el autor busca, el relato es divertido y agradable, aunque ligero.

Por mi parte, y por mis señaladas carencias, le adjudico un 2,75 de valoración.

 

 

"Si quieres llegar rápido camina solo, pero si quieres llegar lejos camina acompañado", (proverbio masái)..

Imagen de Curro
Curro
Desconectado
Poblador desde: 24/09/2015
Puntos: 1048

Un buen relato que en cierto modo apuesta por lo seguro, pues juega una carta poderosa dentro del género de terror: la de los niños perversos. Otro recurso que encontramos aquí es el de dejar la mayor parte del horror entre líneas, para torturar un poco la mente del lector mientras trata de encajar piezas en su cerebro para formar un puzle que presupone horrible de entre mano. Por último, se puede encontrar algo de humor negro-absurdo (absurdo puede ser un adjetivo positivo y aquí lo es), un humor arriesgado porque no es del gusto de muchos lectores, pero que creo que en este foro puede encontrar buen número de aficionados.

Qué espeso está empezando todo. Será por la mantequilla de cacahuete que llevan mis gachas.

Bien, desde mi punto de vista, hay sutiles pinceladas de todos estos recursos, pero quizás no he sabido entender el cuadro que se pretende pintar. Diría que faltan pistas, que al relato le falta ser un pelín más explícito para funcionar del todo. Sobre todo porque, en ocasiones, se deja una idea en el aire y se pasa a otro asunto radicalmente distinto antes de que el lector pueda asentarla.

Y quizás (y esto ya es todavía más personal) sobre un poco la momia, sobre todo porque el título parece darle más importancia de la que al final tiene y eso me ha despistado. A ver si me explico… Cuando encuentran la momia, el presunto regalo de papá, y se empieza a intuir cierta afición macabra de los pequeños diablos, reforzada por el hecho de que para ellos es familiar el aroma de la muerte. Espeluznante. Pero luego la momia cobra vida y, vaya, este hecho debería ser lo más importante del relato. Se establece una relación familiar que llega a ser tierna, pues los niño adoran tener el abuelo que siempre desearon; esto está muy bien, aplaudo sacar a las momias de sus habituales clichés (monstruo descerebrado o sacerdote loco y vengativo) y darles otro papel, pero siento que se desvía la atención del lector que ya estaba incomodado intuyendo algo perverso en los niños. La momia termina por ser tutor de momificación además de abuelo, uniendo ambas tramas (momia revivida y aficiones macabras), pero a mí ya no logró rengancharme, porque al final su papel queda relegado a perfeccionar unas habilidades que los niños ya tenían. Y todo es demasiado rápido, impersonal. El relato termina antes de tiempo, no logro conectar con ese antinatural personaje y desearía haberlo hecho.

En resumen, que ya me he vuelto a enrollar: encuentro que la momia es una distracción más que una ayuda, pues me dio la sensación de que era más un personaje secundario que incluso sirve de alivio cómico que un protagonista, y el relato es demasiado corto para introducir un personaje así. Habría funcionado mejor como relato más largo, de forma que se justifique o profundice más en qué enseña la momia realmente. Es más, creo que me habría gustado más si los niños no se dedicaran a momificar cosas antes de conocer a su nuevo abuelo y fuera este el que los enseñara desde el principio.

Poco que hablar del estilo del escritor; sencillo, directo, fácil de leer. Me ha gustado y lo veo muy apropiado para el tipo de idea.

En resumen: es una idea que me ha gustado mucho, pero creo que le perjudica quedar plasmada en un relato tan corto. Habría brillado más:

Quitando ideas; por ejemplo, que solo fueran niños diabólicos que momifican a otros niños y al final incluso entre sí.

Agregando líneas de texto que reforzaran cada una de las ideas presentes.

Le doy tres estrellas, porque de verdad que la idea me ha encantado.

 

Y ahora, tengo que seguir currando. Eso sí es espeluznante…

Imagen de Stendek
Stendek
Desconectado
Poblador desde: 27/05/2020
Puntos: 198

Buen relato, pero para disfrutarlo hay que quitarse de la cabeza la espectativa de que es una narración de miedo o terror. Mantiene un tono socarrón muy adecuado para un cuento surrealista, como solo puede serlo el de una momia que disfruta unas galletas de chocolate.

Le doy 3,5

Un saludo

Javier Garrido

Imagen de jane eyre
jane eyre
Desconectado
Poblador desde: 02/03/2009
Puntos: 10051

Creo que solo tengo un "pero" para este relato:

Esta frase me ha sonado poco infantil, lo que hace que destaque y, teniendo en cuenta que es una pista gorda, igual convendría que pasase más desapercibida “Decidimos que lo más urgente era quitarle los vendajes, pues queríamos comparar su estado de conservación con el resultado de nuestros experimentos.”

Por lo demás, lo quiero en la antología. Primero he sufrido por esa momia, luego a abierto los ojos y he sufrido por esos niños, después he dicho "pedazodecabrones", luego me han resultado muy tiernos para acabar arrancándome un "hiiijodeputero" final. En 1053 palabras, lo que me parece una barbaridad porque demuestra un dominio del ritmo envidiable, increccendo hasta la última palabra.

De estilo también va muy bien.

Edito, que se me olvidaba: el título es lo único que no compro :)

Mi voto es de 5 estrellas

 

 

Imagen de Lenteja
Lenteja
Desconectado
Poblador desde: 27/04/2020
Puntos: 106

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Es muy interesante y enriquecedor comprobar las distintas visiones que surgen del relato. De todas he tomado buena nota y me han animado a escribir otro que subiré en breve.

Imagen de Svanda
Svanda
Desconectado
Poblador desde: 29/01/2017
Puntos: 112

Hola!

Como ya sabéis, pongo 4 notas y al final saco una puntuación final con todas ellas.

  • CC: Calidad de contenido (la idea en sí)
  • CF: Calidad en la forma: Cómo se trata ese contenido, si es una narración sin más o si introduce elementos diferentes.
  • F: falicidad de lectura. Que el texto y la exposición sean comprensibles.
  • G: Gramática y puntuación.

CC: 4. En algún punto empecé a sospechar que esos niños eran raros, pero realmente se me quedó mal cuerpo cuando se desvela la verdad. Me ha dado mucho miedito y a demás el detonante del terror no es la momia en sí, hay algo más terrorífico aún. Convertir en "el coco" a otra entidad es una buena idea :D

CF: 2. La estructura de las ideas correcta y los actores son los necesarios, pero es una narración es descriptiva sin más, por eso la nota bajita, aunque realmente lo difícil es todo lo demás. Con tiempo seguro que lo puedes pulir mucho más y dejarlo perfecto :)

F: 5. Se sigue bien y a mi conseguiste sorprendermecon estos niños psicópatas.

G: 5. No he visto fallos.

Nota final: 4 estrellas.

¡Mucha suerte!

 

Imagen de Hedrigall
Hedrigall
Desconectado
Poblador desde: 14/01/2011
Puntos: 1132

Es cierto que al relato le falta algo más de anclaje, en especial sobre los padres de esta familia tan especial. Ese «abuelo comprensivo que nunca habíamos tenido» y el hecho de que no conozcamos la reacción del padre vista la desaparición de la momia que él ha traído, se antojan detalles en los que valdría la pena ahondar, todavía más dada la familia tan singular que parece ser.

Muy bien escrito, me ha gustado la forma de apuntar sin decir de forma expresa la afición peculiar de los hijos. En este sentido, el final es un acierto aunque creo que se podría haber aprovechado para desarrollarlo un poco más, porque me parece que aún quedaba lejos del límite de palabras del certamen.

Muy buen relato.

Edito para decir que puntuaré más adelante, en cuanto haya leído más relatos.

Imagen de Ligeia
Ligeia
Desconectado
Poblador desde: 03/12/2013
Puntos: 1152

Soy de los que no le ha acabado de cuajar ni terminado de entender, en efecto, necesitaría algunas pinceladas aclaratorias al respecto del progenitor, de por qué esos críos son así, cómo ha vuelto esa momia a la vida, tan bonachona, que conecta al instante con ellos...

Tres estrellas: ***

Imagen de Hedrigall
Hedrigall
Desconectado
Poblador desde: 14/01/2011
Puntos: 1132

Mi valoración es de 3.5 estrellas.

Imagen de Eddy Sega
Eddy Sega
Desconectado
Poblador desde: 16/12/2011
Puntos: 2382

Un relato bien escrito y con un lenguaje sencillo que, al estar narrado por un niño, le va como anillo al dedo.

El final me ha venido un poco de sopetón, como en los buenos microrrelatos. En este caso, sin embargo, opino que es demasiado precipitado. Queda muy en el aire por qué el padre trajo el sarcófago y cómo es que no notó la ausencia de la momia dentro de él. También noto a faltar algo que explique mejor la relación de los niños con el padre (el autor deja entrever que adquirió el sarcófago de manera ilícita, así que de casta le viene al galgo) y un poco más de explicación que sirva para preparar el final. 

Por el contrario, si la narración decidiera obviar todo el tema del padre y se centrara solo la historia de los niños y la momia y su particular manera de pasar el verano ganaría empaque y sería redondo.

Un relato disfrutable con cuya extensión (por demasiado corta o demasiado larga, según se mire) no he acabado de conectar.

Gracias por compartir, pondré la puntuación a la que haya leído cuatro o cinco relatos más.

Saludos!

Imagen de Lenteja
Lenteja
Desconectado
Poblador desde: 27/04/2020
Puntos: 106

Gracias por tu comentario, Eddy. Sólo por aclarar, el padre no se dedica a nada raro, es arqueólogo y sí que descubre la falta de la momia. Por eso se cuenta que se armó un escándalo al pensar que había sido robada en alguno de los aeropuertos por los que pasó la expedición al volver. Para mí solo es el instrumento necesario en la historia para introducir el sarcófago. Anoto tus apreciaciones. ¡Gracias!

 

 

 

 

 

Imagen de Eddy Sega
Eddy Sega
Desconectado
Poblador desde: 16/12/2011
Puntos: 2382

Toda la razón, Lenteja. Entendí lo que me dio la gana jajaja. Al volver a releer el párrafo he entendido perfectamente el sentido que querías darle. 

Un abrazo!

Imagen de mawser
mawser
Desconectado
Poblador desde: 17/07/2009
Puntos: 253

Me ha gustado, qué le voy a hacer si me pirran los relatos de niños cabroncetes. Un relato que engancha y que se hace corto, pero que justo en su corta duración recae su impacto. Por un momento me parecía estar viedo un episodio de El club de la medianoche. 

Le doy un 3,5.

https://www.facebook.com/La-Logia-del-Gato-304717446537583

Imagen de Eddy Sega
Eddy Sega
Desconectado
Poblador desde: 16/12/2011
Puntos: 2382

Paso a dejar la valoración pendiente de este relato:

★★★

(Tres estrellas)

Imagen de Carlos Jesús Ramírez
Carlos Jesús Ramírez
Desconectado
Poblador desde: 07/05/2020
Puntos: 33

Muy bien llevado. Original el "uso" de la momia y me ha encantado el tono desenfadado y tan natural del niño protagonista. Eso sí, deberían darle algunas lecciones de ética de la investigación XD

Las pegas que encuentro son respecto a la estructura. El relato tiene su propio ritmo, pero de pronto acelera y nos mete en un solo párrafo información crucial (la resolución de los principales enigmas) así como de varios meses:

"Nunca olvidaré aquel verano que, como había profetizado papá, fue fascinante, pero no por el libro de cuentos ilustrados que nos había comprado en un bazar y que apenas hojeamos. Cuando los ánimos se calmaron tras la infructuosa búsqueda del niño que había desaparecido del pueblo hacía un mes y del escándalo que se armó porque habían robado una momia en alguno de los aeropuertos en los que había hecho escala desde El Cairo la expedición de nuestro padre, pudimos sacar del cobertizo al faraón».

Luego hacia el final vuelve a hacer algo parecido, solo que menos notorio. No así en las dos últimas frases, que me parecen un muy buen cierre.

3,75 estrellas

 OcioZero · Condiciones de uso