Muchos autores se impacientan o incluso se siente dolidos por la tardanza a la hora de obtener una valoración sobre su manuscrito. Analicemos un poco el asunto.
Otro tema recurrente: las sempiternas quejas porque los malvados editores no prestan oídos a los protoescritores. ¿Estamos abocados a sucumbir bajo el imperio del mal?
Un tema recurrente entre protoescritores. Como parece que hay mucha confusión y un deseo manifiesto por parte de algunas empresas de mantenerla, allá va esta entrada.
Por surrealista que resulte, me he encontrado ya con más de uno que parece tener una idea equivocada acerca de cuál es el negocio de un editor, así que voy a intentar explicarlo