Ya se escucha la tonada del maestro Antón García Abril, ese inicio como de amanecer, y de fondo, subiendo poco a poco, terminando de emerger, la melodía de sabor étnico, aroma a selva y ritmo de aventura que nos mete de lleno en la acción. Así comenzaba El Hombre y la Tierra; así comienza El Hombre y la Letra.