Batman: The cult

Imagen de HPLovecraft

Durante años ha sido el Caballero Oscuro de Gotham City, cuidando de su ciudad desde las sombras, atacando al mal desde su raíz. Invencible, inviolado, nunca ha sido corrompido o quebrantado. Hasta ahora…

 

Sinopsis

Atracadores, traficantes de drogas, violadores, asaltantes… todos aquellos que de una forma u otra violan la ley son encontrados muertos en las calles, asesinados de forma salvaje en medio de océanos de sangre. Al principio la policía mira con desconfianza al autoproclamado vigilante de Gotham pero, cuando los crímenes se redoblan en violencia y crueldad, nadie cree que él pueda ser el asesino. Para Batman, toda vida es sagrada y es algo de sobra conocido.

 

Hace su aparición entonces el diácono Blackfire, un carismático hombre con un discurso donde se une la moral y la religión. Quiere limpiar Gotham de la criminalidad que ha convertido a la una de las ciudades más grandes del mundo en una de las más peligrosas, y lo quiere hacer porque él es un mensajero enviado por Dios. Para cumplir sus objetivos, comenzará a reclutar a los pobres, a las personas sin hogar, a todos aquellos a los que la sociedad ignora.

 

¿Es el diácono Blackfire un verdadero enviado de Dios o tan sólo se trata de un charlatán más con un discurso grandilocuente? La respuesta a esta pregunta no es fácil, pero Batman sabe que debe descubrirla a toda costa antes de que la situación se le vaya de las manos. Por desgracia ya era tarde antes de empezar.

 

Ahora.

No importa cuánto lo intentemos, siempre regresamos al ahora.

Mi realidad actual no es algo bonito.

Tiene mucho de agonía y delirio.

 

El Guionista

James "Jim" Starlin es un conocido guionista, dibujante, entintador y colorista que también ha firmado algunas de sus obras como Steve Apollo y que nació en Michigan, Estados Unidos, en 1949. Tras servir en la marina durante tres años, comenzó a publicar sus trabajos en Marvel Comics en 1972. Pese a haber realizado muchos trabajos para los más importantes héroes de la Casa de las Ideas, sus trabajos más conocidos son sus sagas cósmicas con cierto contenido filosófico.

 

Comenzó con la serie del Capitán Marvel, a la que conduce hasta la saga del Cubo Cósmico en la que Thanos, personaje que él recuperó para la serie mencionada, consigue la omnipotencia. También recupera a Adam Warlock y crea a Gamora y Pip el troll. Estos cuatro personajes serán una constante en todas sus sagas. "La Muerte del Capitán Marvel" marca un hito en la historia del cómic, siendo además una de las primeras novelas gráficas realizadas por Marvel dentro de un sello creado para este tipo de trabajos. Las sagas cósmicas más importantes de Starlin son "El Guantelete del Infinito", "La Guerra del Infinito", "La Cruzada del Infinito", "El Abismo del Infinito" y "El Fin".

 

Otros trabajos de este autor son: "Cosmic Guard", "Dreadstar", "Silver Surfer", "Warlock", "Warlock and the Infinity Watch" y "Wyrd the Reluctant Warrior".

 

El Dibujante

Bernard "Berni" Wrightson es un dibujante, entintador y colorista nacido en Maryland, Estados Unidos, en 1948. Tiene el título honorífico de maestro del terror y, ciertamente, se lo ha ganado a pulso. Es considerado el heredero de los famosos (y tan tontamente censurados) cómic de terror de EC. Considerado mejor portadista que narrador gráfico, siempre ha dicho que su estilo de dibujo es consecuencia de una experiencia terrorífica de su más tierna infancia con una mujer decapitada que se acercó a su pequeña cama. Su afición por los cómics de terror creció hasta que comenzó a dibujar compitiendo en ello con John Pachuca, un amigo del colegio, a quien considera el verdadero responsable de su vocación.

 

Su dibujo tiene una estética tan reconocible como pueda ser la de Barry Windsor Smith, con una gran calidad de detalle, gusto por lo macabro y estupendos juegos de luces y sombras. Sus rostros, de gran calidad y realismo y sus figuras perfectamente proporcionadas le hacen uno de los dibujantes más destacables dentro del género realista o de terror.

 

Algunos de sus trabajos más reseñables son: "Captain Sternn: Running Out of Time", "House of Mystery", "The Amazing Spider-Man: Hooky", "Swamp Thing" y "The Weird"

 

El Colorista

William "Bill" Wray ha guionizado algún que otro cómic, aunque el grueso de su trabajo se ha dado en el dibujo a lápiz, entintado y coloreado, función ésta última que realiza en "Batman: The Cult". Su paleta en esta obra es oscura, con colores predominantemente marinos, grises y térreos que resaltan la suciedad y el estado de la ciudad. Eventualmente, algunas páginas cambian a colores cálidos cuando el argumento habla de combate o se trata de imágenes sangrientas, que no se escatiman en la obra. Llegado al mundo del cómic desde el terreno de la animación, sus obras han abarcado desde el humor ("What the…?") al terror ("Tales of Terror").

Algunos de sus trabajos, además de los ya mencionados, son: "Action Comics", "Cool World", "Green Arrow", "Big Blown Baby", "Justice League of America", "Haywire", "MAD", "Outsiders", "The Punisher P.O.V.", "The Question", "The Web", "Twisted Tales", "The Uncanny X-Men" y "Wasteland".

 

Me ha sido otorgado el regalo de la iluminación.

Darle la espalda es un pecado.

El fuego y la agonía son la recompensa del no creyente.

Ardiente dolor.

 

La Historia

Una ciudad como Gotham City, en la que la ley no puede alcanzar todos sus rincones, se convierte en caldo de cultivo para el crimen, tanto esporádico como organizado. Las bandas de criminales campan a sus anchas sin que nadie pueda hacerles frente y, menos aún, unas fuerzas policiales mal pagadas y peor equipadas que tienen la obligación de proteger nada menos que once millones de almas. Batman, el misterioso y oscuro vigilante, hace cuanto está en su mano por devolver algo de la tranquilidad a la ciudad, pero resulta obvio que no es mucho lo que un solo hombre puede hacer en un lugar tan grande y peligroso.

 

La historia comienza cuando una serie de sangrientos y brutales crímenes comienzan a cometerse contra todo tipo de personas relacionadas de un modo u otro con la delincuencia. Ladrones, asesinos, traficantes de droga, y muchos otros más, aparecen descuartizados con una violencia insólita por las calles. Al mismo tiempo, el número de personas sin hogar que malviven en las calles de la ciudad se va reduciendo. Ambos hechos parecen relacionados: alguien está reclutando un ejército compuesto por los más desfavorecidos y oprimidos de la sociedad. Por las personas a las que nadie mira y, mucho menos, ayuda.

 

El cerebro que está orquestando estos movimientos es el diácono Blackfire, un individuo de brillante inteligencia, enorme astucia y con un conveniente uso de la religión como elemento unificador. Las opiniones se dividen rápidamente en Gotham entre aquellos que son partidarios del diácono y su política de mano dura con el crimen y aquellos que consideran que deben seguirse las reglas marcadas. Una situación dicotómica que comenzará poco a poco a cambiar cuando el misterioso diácono muestre sus verdaderas intenciones y sus alocadas aspiraciones mesiánicas. Sólo existe un hombre capaz de detenerlo, pero esta vez no será fácil.

 

Casi desde el primero momento podemos contemplar un Batman en poder de los hombres del diácono que está siendo aleccionado y adoctrinado con las técnicas más típicas de cualquier secta destructiva. Batman es un hombre roto, obligado a escuchar las lecciones de la vida y otras de Blackfire mientras asistimos en una serie de flashbacks a la explicación de cómo el mejor detective del mundo ha caído en manos de su enemigo con aparente facilidad. Y esta vez no es un truco. En esta ocasión no se ha dejado capturar y está fingiéndose débil para contraatacar. En esta ocasión, Batman es sólo Bruce Wayne.

 

Parece que no vamos a poder correr, Batman.

Creo que tendremos que luchar. No hay elección.

Fue divertido, Batman.

Al menos moriremos con estilo.

 

El Trasfondo

"Batman: The Cult" es, como todas las obras, hijo de su tiempo. En los años ochenta se trató de dar un giro realista, maduro, creíble y oscuro a todos los cómics de superhéroes tanto en Marvel Comics como en DC Comics. Las dos obras que mejor ejemplifican este hecho son "Dark Knight" de Frank Miller y "Watchmen" de Alan Moore. Otros ejemplos menores pueden encontrarse en el cambio al traje negro en "Spider-Man", "Green Arrow: The Longbow Hunters" y otras muchas. Pero el primero de todos, "Dark Knight", fue el que más polémica desató e hizo correr más ríos de tinta. Principalmente se trataba de una obra, se dijo en su día, de tendencias ultraderechistas donde se defendía que el individuo se tomara la justicia por su mano saltándose toda ley y norma escrita. Y en efecto, esa es parte de la idea que se desprende de "Dark Knight" matizando, eso sí, que se trata de un hombre que distingue con una claridad cristalina el bien del mal y que actúa movido siempre por la justicia respetando la vida humana. Toda vida humana. Y es que, si comenzamos con las críticas de ese estilo, no tiene sentido tratar de actualizar el aroma infantil que desprendían los cómics a comienzos de los ochenta.

 

Como respuesta al "Dark Knight" de Frank Miller, Jim Starlin concibió este "Batman: The Cult", donde permanecen muchos de los elementos del primero pero astutamente dados la vuelta. Mientras que en "Dark Knight" el personaje de Bruce Wayne quedaba prácticamente anulado ante el icono del murciélago, en la presente obra Batman se diluye dejando paso a un ser humano, Bruce Wayne, que es un blanco tan fácil como cualquier otro para romperse ante el miedo, la intimidación y el lavado de cerebro. En esta ocasión es el contrincante, el malvado diácono Blackfire, y no Batman el personaje que se toma la justicia por su mano llevando esto hasta las últimas consecuencias. Como ya he dicho antes, existe una diferencia fundamental de fondo: Batman busca el bienestar de todos sus semejantes y el diácono Blackfire persigue tan sólo el suyo propio. No es por tanto, en mi opinión, comparable. E incluso a pesar de que la historia fue aplaudida como la respuesta de "izquierdas" a "Dark Knight", sus ventas y predicamento entre el público no fue comparable en modo alguno a la obra de Miller. ¿Y a qué puede deberse esta diferencia de éxito de crítica y público?

 

La primera de todas radica en la originalidad de la historia en sí misma. Ambas historias tienen varios elementos en común. Un grupo de individuos que toman la ciudad de Gotham y tratan de imponer en ella su propia ley. En la obra de Miller se trata de "Los Mutantes" y en la de Starlin los seguidores del diácono. Por supuesto el origen de Batman es relatado en una y en otra, como es de rigor, pero a pesar de la mayor espectacularidad de los dibujos de Wrightson, la narrativa visual de Miller resulta mucho más efectiva e inquietante. Parte de la información se le ofrece al lector en forma de informativos que comentan los hechos acaecidos en la ciudad. Sin embargo, mientras que en "Dark Knight" es una parte fundamental de la trama y nos ofrece los distintos puntos de vista sobre Batman y su regreso a la cruzada contra el crimen, en "The Cult" resultan en ocasiones superfluas e impiden la lectura fluida de la historia. Como detalle meramente anecdótico, pero igualmente revelador, hay que resaltar que en ambas obras aparece un Batmóvil que dista mucho de ser un mero vehículo para moverse por la ciudad. Se trata de auténticas fortalezas ambulantes sobre ruedas.

 

En el caso de "Dark Knight", la historia concluye con el grupo al que Batman va a entrenar y adoctrinar sumergidos en las profundidades de la ciudad, en el sistema de alcantarillado, preparando un ejército que algún día saldría a la superficie a imponer de nuevo un sistema de justicia y valores no anclados por unas leyes que se habían mostrado demasiado blandas con los criminales. Y, precisamente, ese es el punto de partida de "The Cult", con un líder que ha preparado a su ejército en ese mismo lugar y que sale a la superficie para conquistar la ciudad. El paralelismo especular es no sólo evidente, sino que se advierte como un acto deliberado de crítica la obra de Miller. Desgraciadamente sólo queda en eso: en un mero paralelismo que no desarrolla la verdadera trama allí donde la detuvo "Dark Knight". Son muchos los temas que trató de condensar Starlin en su obra: el fanatismo en la religión, la justicia, la marginalidad, el efecto del miedo y la inseguridad en el ciudadano medio, la superpoblación de las ciudades modernas, las sectas… desgraciadamente no tuvo el espacio suficiente para tratar todos ellos y, aunque el conjunto es suficiente, no profundiza demasiado en ninguna de ellas.

 

En resumen, se puede decir que es un buen relato de Batman (muy superior a la media de lo que se publicaba entonces e incluso hoy día) pero, al surgir a la sombra y como réplica de "Dark Knight", queda totalmente eclipsada por ella. Muy memorable, eso sí, la última página de la historia donde se nos recuerda que hay cosas en las vida con las que, simplemente, no se juega.

 

Siempre he dicho que me convertí en Batman para vengar la muerte de mis padres.

Para combatir el crimen.

Era mentira.

Lo hice para superar el miedo.

 

Calificación: 70

Editorial

Planeta DeAgostini

Detalle:

Formato: Tomo recopilatorio, rústica, color

Nº de páginas: 192

Precio: 15,00 €

Guión: Jim Starlin

Dibujo: Berni Wrightson

Tinta: Berni Wrightson

Color: Bill Wray

Sinopsis: Durante años ha sido el Caballero Oscuro de Gotham City, cuidando de su ciudad desde las sombras, atacando al mal desde su raíz. Invencible, inviolado, nunca ha sido corrompido o quebrantado. Hasta ahora…

 

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