Megazoria: Escotia

Imagen de Destripacuentos

Trasfondo de la cadena montañosa costera ocupada por los escotos

 

Vinieron del oeste, algunos exiliados, otros dispuestos a conquistar nuevas tierras. A hierro y fuego se hicieron con las tierras altas y desde ellas, orgullosos, vigilan a los nuevos extranjeros que osan pasar por sus dominios.

 

Aspectos geográficos

Escotia está compuesta por una cadena montañosa de una altura modesta. Esta cadena discurre en paralelo al océano, lo que suaviza su clima en cierta medida. No obstante, dada la altitud, las nieves no son tampoco extrañas. Estas tierras rocosas están cubiertas en ocasiones por bosques, pero sobre todo priman los prados verdes, en los que no es raro encontrar lagos.

La costa está salpicada de arrecifes, islotes e islas que, por lo general, son bajas, aunque en algunas de las mayores se encuentran colinas e incluso montañas, que dan lugar a acantilados.

Las lluvias son frecuentes, así como las densas nieblas, que devoran los valles.

 

 

Megaloceros macho y hembra

 

Fauna

En las montañas más elevadas, los depredadores principales son los lobos y los diros, que dan cuenta de cérvidos de varias especies, entre los cuales se cuenta el impresionante megalocero, un animal que llegaba a superar los dos metros de altura y cuya cornamenta podía medir hasta tres metros y medio.

A medida que baja la altitud y entramos en las rocosas colinas, a veces salpicadas de bosques, entramos también en el territorio de los leones cavernarios. Estos, con su impresionante talla (en ocasiones llegan a los 400 kilos de peso), son los reyes absolutos de la zona. Solo los osos cavernarios, titanes que pueden alcanzar los tres metros en posición erguida, son capaces de disputarles sus presas.

A su sombra hay una variada fauna que incluye depredadores menores, como los glotones y los linces, distintos tipos de ciervos, cabras, mustélidos, zorros, jabalíes, etc.

En las playas es posible encontrar grandes colonias de focas, morsas, demóstilos, alcas gigantes y aves marinas en general. Atraídos por estas presas, abundan también los grandes depredadores marinos, como orcas y tiburones, entre los que se cuentan, en ocasiones, megalodones y cachalotes que llegan a medir dieciocho metros de longitud.

Comparativa entre el tigre de bengala y el león cavernario
 

 

Habitantes

Los habitantes de Escotia provienen de los distintos reinos de Connach. Son de origen celta, de pieles pálidas aunque no rubicundas, de cabellos oscuros o castaños por lo general, pero en ocasiones incluyen pelirrojos.

Suelen llevar los cabellos largos, tanto hombres como mujeres, y se visten con ropas de lana, que incluyen también el feileadh mor, una suerte de túnica larga cuyo sobrante se recogía en torno al torso con un broche.

Lengua: Gaélico

Escritura: Ogam

Algunos nombres de ejemplo: Alan, Angus, Blane, Duncan, Fingal, Kyle, Nevin, Sholto o Torquil. De mujeres, Arline, Colina, Edana, Ina o Senga. El sufijo Mac- marca parentesco.

 

Sociedad y gobierno

Aunque algunos escotos siguen vinculados a los reinos de Connach, en su gran mayoría sus asentamientos funcionan a través de un sistema de clanes y alianzas. Los clanes se componen por grandes familias emparentadas que, por lo general, ocupan territorios colindantes.

Los escotos no tienen leyes propiamente dichas, aunque culturalmente respetan las de Connach. No obstante, tienen un sentido de la propiedad muy marcado y esto genera conflictos periódicos entre clanes que suelen degenerar en batallas.

Al no tener asentamientos de importancia, pues las familias suelen vivir en aldeas dispersas, tampoco tienen representantes de la autoridad. La antigüedad y el prestigio del cabeza de cada clan son determinantes en cuestiones que requieran dicha autoridad. En ocasiones, solicitan la mediación de clanes respetados por ambas partes, aunque no siempre se respetan las decisiones tomadas por estos.

Religión

No hay ningún culto organizado en Escotia, aunque sí alguna ermita o monasterio fundado por monjes de Connach en lugares apartados, como islas solitarias. No obstante, a su manera, los escotos rinden tributo a los dioses gaélicos: Dagda, Balar, Morrigan, Lug, etc. Sí realizan algunas fiestas de naturaleza religiosa ligadas a los cambios estacionales, los funerales, etc.

Es posible encontrar en las montañas esquelas y monumentos megalíticos menores dedicados a estas deidades o a difuntos de renombre.

 

Actividades económicas y lúdicas

La principal actividad económica en Escotia es el pastoreo. Rebaños de ovejas, cabras y bueyes almizcleros son habituales en la zona. Para protegerlos, los escotos han domesticado mastines lanudos de impresionante tamaño y ferocidad, que son capaces de hacer frente con éxito a lobos y diros. Estos mastines se utilizan también en la caza, otra actividad importante entre los clanes en la que se valen, así mismo, de caballos percherones.

Los escotos son hábiles en la metalurgia y también comercian con lana, pieles y huesos con navegantes escandinavos, quienes han establecido una importante colonia en la isla de Skye, con sus vecinos de Connach y con algunos enclaves de origen caledonio, como Innverness. Conocen el uso de la moneda, pero está también extendido el trueque cuando se trata de comerciar entre familias.

Para el ocio, los escotos son autosuficientes: tocan instrumentos musicales en familia, como flautas, gaitas y tambores, y se cuentan baladas. Muy rara vez algún bardo de Connach caído en desgracia les rinde visita. En determinados momentos del año, se celebran encuentros entre clanes para arreglar matrimonios, sellar alianzas, intercambiar ganado, etc. En estos encuentros también se realizan competiciones de tipo físico.

 

En la guerra

Aunque son un pueblo belicoso, los escotos no están organizados para la guerra. Su conocimiento de la misma deriva, más bien, de su pasado conquistador, de los conflictos entre clanes, de las continuas luchas contra los pictos del este y el sur y, en menor medida, de los ocasionales enfrentamientos con incursores aislandeses.

Sus tácticas, por tanto, no son muy elaboradas: por lo general, forman como una masa compacta agrupados por clanes y familias (a una misma batalla pueden acudir, en respuesta a las alianzas, gentes de lugares dispares), durante una primera fase cruzan gritos y provocaciones con sus adversarios, luego proceden a lanzarse piedras y lanzas y, finalmente, cargan contra el enemigo frontalmente.

Por el contrario, su material bélico es bastante completo. Además de espadas, lanzas, escudos, hondas, hachas y cuchillos, cabe destacar que los escotos fabrican grandes espadas de doble filo llamadas claymores, las cuales deben blandirse a dos manos. Por lo general, quienes poseen una de estas formidables armas son líderes de clanes o soldados especializados llamados gallowglass, quienes se protegen, asimismo, con cotas de malla y cascos. Los escotos conocen, además, el uso de los caballos, aunque rara vez los usan en combate, pues son vulnerables y caros, y el de las jabalinas.

 

En el mar

Entre los escotos son raros los navegantes. Sus naves suelen ser botes sin quilla, de unos quince metros de eslora y unos cinco de manga, de casco alto, que se mueven impulsadas por el viento a través de una vela cuadrada o redondeada sujeta a un único mástil. Con estas naves se comunican con las islas y con Connach. Por lo general son los barcos escandinavos quienes visitan sus enclaves.

 

Posibilidades de aventura

Escotia es una tierra llena de posibilidades. Por un lado, la propia confederación de clanes se presta a aventuras bélicas basadas en vínculos familiares y alianzas. Además, está la sombra de Connach: algunos de los montañeses mantienen lealtades con su isla de origen y quizás sean reclamados para volver a esta a combatir a favor de algún rey.

Al mismo tiempo, la presencia de la misteriosa Orcadia al norte y de navegantes escandinavos, quizás náufragos, da pie a historias sobre rescates, secuestros o incluso búsquedas de tesoros.

Finalmente, los pictos, que todavía no han aceptado la presencia de los escotos en sus antiguas tierras, se encuentran por todo el sur y el este, y es obligado atravesar sus tierras para llegar a Caledonia o a Innverness. Por supuesto, periódicamente los pictos organizan partidas de guerra contra las tierras bajas de los escotos.

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