La siniestra Susie y otras historias para gente rara

Reseña de la obra de Angus Oblong publicada por Ediciones B

No tengo muy claro si La siniestra Susie y otras historias para gente rara es un compendio de microrrelatos ilustrados, un cómic, una serie de imágenes impactantes apuntaladas por frases o un poemario tan inquietante como divertido. Lo único que tengo claro es que es humor negro y del bueno.

El desfile de motosierras, mutilaciones, objetos punzantes, accidentes y deformaciones que asaltan sus páginas podría llevarnos a la equívoca idea de que el horror del que se ríe Angus Oblong con estas descarnadas y descacharrantes páginas es uno gore, sangriento. Sería un error. Aunque este otro está manifiestamente presente, el horror del que se ríe el autor (y nosotros, a nuestro pesar) es otro: el del lado “normal”, el de la gente que no es rara (supongo que de ahí el subtítulo).

Solo hay que echar un vistazo a las recurrentes terapias de electroshock que encontramos en sus páginas o ir un poco más allá de la macabra apariencia de la primera historia para darse cuenta de ello. En las narraciones de La siniestra Susie y otras historias para gente rara hay, si no crítica social, sí una llamada a la reflexión. Si el humor consiste en cierta medida en coger algo corriente y darle un sentido estrafalario, contrario a lo natural, para crear un efecto cómico, aquí tenemos una doble permutación: lo cómico tiene un deje siniestro y lo chocante no es tanto lo estrafalario sino lo normal.

Quizás solo sea miedo a la norma.

Quizás solo sea humor en primer grado.

Quizás no sean ni siquiera microhistorias, sino un escenario.

Da un poco igual: La siniestra Susie y otras historias para gente rara es un libro que se lee en un suspiro, que engancha y que impacta. La edición de Ediciones B lo convierte, además, en un original candidato a regalo. Así fue como conseguí el mío (no sé si con segundas).