No sé si habréis tocado este tema antes aquí o no...
¿Sois partidarios, o preferís el libro de papel de toda la vida? ¿Qué ventajas e inconvenientes les veis? ¿Descargáis libros u optáis por comprarlos (al menos alguna vez)? ¿Qué repercusiones creéis que tendrá a largo plazo?
A mí me parece una solución muy práctica para los que acumulamos muchos libros, ya que ocupan un espacio considerable que hay que limpiar y donde se está acumulando polvo. En un e-Reader entran cientos o miles de libros, y se puede llevar una auténtica biblioteca sin necesidad de cargar con uno o varios ladrillos en el bolso, mochila o donde sea... Y por otro lado, no todos los libros se vuelven a releer, así que también es una inversión a largo plazo. Yo personalmente desde que me compré el mío hace años, cuando aún prácticamente nadie tenía y eran carísimos, le he dado muy buen uso y he ahorrado mucho en dinero, siendo selectiva con las compras de los libros físicos (sólo compro aquellos que me gustan mucho y sé que repetiré en la lectura).
Eso sí, me parece que en el mercado apenas hay e-Books decentes y que da auténtico asco comprarlos, además de ser caros, así que entiendo que sea un mercado que no termine de despegar... algunos vienen con defectos en la escritura y es algo que me repatea mucho. Molesta soberanamente comprar algo para que luego te venga "defectuoso". Incluso he visto descargas que son de mayor calidad que las compradas
Todo esto me hace plantearme si resulta beneficioso para editoriales y escritores, ya que en mi opinión mucha más gente se animaría a comprarlos si tuvieran cierta calidad o, como mínimo, abaratasen los precios. Hacer ambas cosas sería lo ideal.
Sí es cierto que no tiene ese "algo" que tienen los libros de papel, pero lo encuentro más como un detalle que como un auténtico problema. Al fin y al cabo es lectura, y mientras puedas vivir la historia en tu cabeza da igual que lo hagas en un libro físico con las tapas preciosas y olor a recién impreso que en un frío aparato...
En resumen, el invento me gusta, pero creo que tal y como se enfocan la venta de e-Books (que no de e-Readers) puede resultar un problema a largo plazo para la literatura.
¿Vosotros qué pensáis?
Demonios, cuánta cosa a comentar. Seguramente hemos hablado ya varias veces del tema, pero por lo menos a mí no me importa volver porque la perspectiva cambia con el tiempo.
Mi experiencia está siendo buena con mi Kobo, pero no idílica. Supongo que es una cuestión de carácter: cualquier problema técnico me repatea sobremanera porque, finalmente, los libros en papel son 100% fiables. He tenido un problema con la versión del software de mi lector, con la cuentas asociadas al mismo y a Adobe, otro con la batería y he perdido muchas horas que podría haber estado leyendo configurando cosas, aprendiendo a usar programas y quemándolas al Sudoku.
No obstante, tengo que reconocer que es muy práctico para los viajes, que es muy cómodo para la lectura y que me ha permitido disfrutar de libros a los que no hubiera tenido acceso de otra forma.
Sobre posible ahorro, no sabría decir, porque llevo un cacao total de ingresos de libros: muchos me llegan para reseñar o de prensa, otros me los compro por pura venada, otros los persigo, tiro igual de Cyberdark que de librería de viejo que de tienda de museo. Lo mío con el consumo de libros es de psicólogo, así que no puedo racionalizarlo demasiado. De momento.
Luego está lo de las ediciones, en efecto. Algunas editoriales tienen precios muy elevados, pero no todas. Y la correlación con la calidad no es directa. Por ejemplo, Ediciones del Cruciforme saca libros ultrabaratos y muy bien editados que luego, además, libera para todo el público de modo gratuito. En efecto, contrasta con los de grande editoriales, que pueden costar 10 veces más y que en ocasiones no están demasiado cuidados en ningún sentido.
Supongo que esto también es una cuestión de tiempo. Ha habido que aprender a maquetar de nuevo para el nuevo formato. Al final, es cuestión de práctica. En Saco de huesos nos ha llevado un tiempo rodarnos también, pero ahora estamos pasando todo el catálogo a digital en ediciones más solventes que al principio. Ah, el tiempo.
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.