No son, qué duda cabe, las criaturas más espabiladas de la Ciudadela... ni de ninguna otra parte... ¡pero cuando saltan al terreno de juego son capaces de hacer vibrar a toda la grada!
Misteriosos, coriáceos, imprevisibles y grandes amantes del Brutal Ball, los sarcos u hombres caimán o cocodrilo se encuentran entre los mejor adaptados al juego