Apocalipsis: El Capitán Trotamundos
Reseña del cómic de Panini que adapta la idea original de Stephen King
Apocalipsis: El Capitán Trotamundos es la adaptación a cómic, de la mano de Roberto Aguirre-Sacasa (guión), Mike Perkins (Dibujo) y Laura Martin (Color), de una idea original de Stephen King. Se trata del primer tomo de una historia que, desde el principio, se adivina coral. No tenemos un protagonista definido, si excluimos al propio e inquietante Capitán Trotamundos, que, paradójicamente, tampoco tiene mucho protagonismo en este volumen, como si se tratase de una mera presentación, sino una serie de personajes bien perfilados que podemos suponer serán los focos a través de los cuales disfrutaremos del escenario catastrófico que se nos plantea. Su variedad (un criminal, un artista, un misterioso vagabundo...) facilitará unas cuantas perspectivas y conflictos.
El escenario es catastrófico, sin duda, ya que se trata ni más ni menos que de una epidemia de gripe mutante que a todas luces va a acabar con la humanidad o, al menos, con buena parte de la misma. El concepto no es novedoso: numerosos autores, sobre todo estadounidenses, han jugado con el concepto de la epidemia, generalmente artificial y con tintes de conspiración, que asola a la humanidad. Sin embargo, ya se percibe desde el arranque de Apocalipsis que King va a aprovechar a fondo este clásico introduciendo al mismo tiempo su sabor propio.
Este se percibe ya no solo en los escenarios claramente americanos (pueblos aislados en la inmensidad, urbanizaciones suburbiales, referencias a grandes ciudades como Nueva York...) que siguen su premisa de cercanía con el lector, sino también en elementos como el citado Capitán Trotamundos, un misterioso personaje claramente sobrenatural que de algún modo está ligado con la muerte, quizás con la epidemia, y que hace bascular la narración al terreno de lo fantástico aun dentro de un cuadro realista.
El ritmo narrativo del guión de Roberto Aguirre-Sacasa es sostenido, como requiere una historia que, según parece, va a extenderse en el tiempo y a trazar una trama rica, puede que también compleja. Las ilustraciones de Mike Perkins, realzadas por los colores de Laura Martin, que tienen un protagonismo parejo, dan a la narración la fuerza y el impacto visual que requería: los efectos de la epidemia son devastadores y seremos testigos de ello.
El resultado es una serie que empieza con buen pie, con una buena premisa y un equipo que parece muy capaz de sacarle provecho. La edición de Panini, en lujosa tapa dura y con numeroso material adicional, está a la altura de estas circunstancias. Ahora queda ver hacia donde se conduce.
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