Megazoria: Saxonia

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Trasfondo de las convulsas tierras de los saxones

Encajonada entre el mar y los ríos Albis y Viaduma, Saxonia es un territorio en pie de guerra sometido a las incursiones de los escandinavos y el paso de partidas de guerra y hordas de cimbrios, teutones y harudes.

 

Aspectos geográficos

Saxonia está compuesta, principalmente, por tierras bajas cubiertas por densos bosques. Las precipitaciones son frecuentes todo el año, especialmente en verano, y, aunque el clima se ve algo temperado por la cercanía del mar, es en general frío. No son raras las brumas ni tampoco las nevadas en invierno. Hay yacimientos importantes de minerales y también rocas adecuadas para la construcción.

Fauna

En los bosques de Saxonia se encuentran toda clase de cérvidos y familias de jabalíes, así como muchos otros animales de menor talla: zorros, comadrejas, águilas, liebres, lechuzas, etc. Aunque el ser humano les ha dado caza de un modo implacable, en las zonas donde el bosque es más denso se pueden encontrar osos y manadas de lobos y diros.

 

Habitantes

Los saxones son un pueblo germánico. Priman las pieles y los cabellos claros, que suelen llevar trenzados o recogidos, por lo general largos. Las barbas y los bigotes son símbolos de madurez, por lo que los guerreros suelen llevarlos largos también. Visten con ropas de lana y cuero, con pantalones y polainas sujetos por correajes, y túnicas cortas, tanto hombres como mujeres. Los broches y las fíbulas son corrientes para sujetar la ropa, así como las capas.

Lengua: Germánica

Escritura: Rúnica

Algunos nombres de ejemplo: De hombre, Offa, Leofric, Beofroth, Ealdred, Godrum o Sihtric. De mujer, Aelfwyn, Cynewise, Edgiva, Gytha o Werburga.

 

Sociedad y gobierno

Saxonia está organizada en torno a ciudades amuralladas, las llamadas moradas de piedra, que están gobernadas por familias aristocráticas. Aunque algunas familias intentan alzarse como monarcas absolutos de todo el territorio, los continuos conflictos con escandinavos e inmigrantes germanos han mantenido un equilibrio dinámico en el que nadie se impone.

La sociedad está dividida en tres estamentos: los aristócratas, también llamados carls, los hombres libres, que pueden ejercer de guerreros, tener sus propiedades y dar su opinión en las asambleas, y que son la clase social más abundante, y los esclavos o siervos, que están vinculados a sus señores. El valor de cada persona se conoce como wergild, y este depende del estatus y la riqueza. Las mujeres, a causa de la gran mortalidad masculina, disfrutan de una relativa independencia y su valor está ligado al de su familia.

 

Religión

El panteón germánico, con Wotan a la cabeza, es honorado en todo el territorio, pero el nivel de devoción y el poder de völvas y adivinos depende de la credulidad y la fe de la familia gobernante. Por el contrario, los escaldos encargados de mantener el culto a los antepasados y vivo el recuerdo de las gestas heroicas prosperan por doquier: cualquier familia desea que sus gestas sean recordadas.

Los líderes saxones se hacen enterrar con importantes ajuares funerarios que pueden suscitar tanto la codicia de los ladrones como escalofriantes historias entre los supersticiosos. Algunos han preferido no ser enterrados en las moradas de piedra, sino en antiguos santuarios perdidos en los bosques.

 

Actividades económicas y lúdicas

La base económica de Saxonia es agrícola y ganadera. Sin embargo, el perpetuo estado de conflicto ha hecho que ambas actividades se resientan y ganen peso otras, como la caza, la pesca y la recolección. En las ciudades amuralladas también se realiza artesanía y se protegen, en la medida de lo posible, las piaras de cerdos, los rebaños de ovejas y el comercio. También hay minas de hierro. El saqueo y los rescates de prisioneros complementan estos ingresos... cuando la fortuna sonríe a la comunidad.

Las baladas épicas y los torneos de fuerza y habilidad son las actividades lúdicas más apreciadas, que suelen sazonarse con el consumo de buenas cantidades de hidromiel.

 

En la guerra

Los saxones se han habituado a un estado de conflicto permanente, y la aristocracia se ha organizado para que sus soldados estén bien entrenados. Aunque un noble solvente no puede tener más de un centenar de hombres a su servicio de un modo fijo, por motivos económicos, casi todos los adultos han combatido en algún momento, por lo que están familiarizados con las estrategias básicas y las armas más comunes: cotas de malla o corazas de cuero con discos de bronce cosidos, lanzas, hachas —que son particularmente populares—, espadas, etc. Aunque el conocimiento bélico es limitado, los saxones son capaces de combatir de un modo ordenado, mantener posiciones, defenderse en caso de asedio, etc.

Las guardias personales de los aristócratas a veces incluyen soldados tipo huscarles, que se cubren con túnicas de malla hasta los tobillos y cascos con máscara facial y blanden pesadas hachas de a dos manos. En caso de combate, suelen formar el núcleo central de los ejércitos.

Los saxones también cuentan con caballos para realizar reconocimientos y asaltos rápidos, y también han entrenado cánidos híbridos entre mastines y diros a los que denominan wargos o huargos, que pueden llegar a medir algo más de un metro de altura hasta la cruz y que, dotados de armaduras de cuero, resultan formidables en la batalla. En algunas zonas, los cachorros de wargo son entregados a niños de once o doce años para que los adiestren y, al crecer, les sirvan de monturas en la batalla.

 

En el mar

Los saxones fabrican botes alargados que recuerdan a las naves escandinavas, pero que resultan más pequeños y en muchas ocasiones carecen incluso de mástil y velas. Son naves que se impulsan a remo y que permiten navegar con rapidez por los ríos y la costa, pero que no son rivales para los knorr. Aun así, con algunos de estos botes mercenarios saxones se han desplazado hasta Anglia.

 

Posibilidades de aventura

La guerra es el eje central de la vida en Saxonia: protegerse de los incursores, organizar partidas de guerra, resistir asedios, vigilar hordas de paso... los ritos de iniciación para los jóvenes, el reclutamiento de grupos de mercenarios destinados a territorios adyacentes donde, quizás, puedan ganarse mejor la vida o, simplemente, el desarrollo de una campaña son ejes que pueden servir para aventuras en Saxonia.

Al mismo tiempo, esta precariedad social puede impulsar tramas relacionadas, por ejemplo, con la búsqueda de alimentos en épocas de escasez o el afrontar una plaga después de un asedio; o historias que tengan que ver con el rescate de algún prisionero o la búsqueda de algún extranjero extraviado. Hay que tener en cuenta que, además de las tribus germanas que cruzan el territorio, los vikingos asolan las costas del norte.

Al mismo tiempo, las moradas de piedra pueden albergar a más de un millar de habitantes, lo que da pie a escenarios urbanos que, a priori, deberían girar en torno a la corte. Quién sabe qué proyectos puede albergar un monarca saxón, aun sin pretender convertirse en el rey absoluto del resto de monarcas. Las völvas pueden meter ideas extrañas en la cabeza a los jóvenes carls e impulsarlos a todo tipo de aventuras, quien sabe si tras los pasos de algún antepasado y su supuesto magnífico tesoro.

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