Criminal: Lawless

Imagen de Anne Bonny

Reseña de la obra de Ed Brubaker y Sean Philips publicada en España por Panini Comics

El género negro tiene unas bazas importantes que jugar dentro del mundo del cómic. Es algo que vemos claramente en este Criminal: Lawless (un juego de palabras con el apellido del protagonista, que vendría a decir algo así como “sin ley”), donde el sólido guión de Ed Brubaker y los acertados dibujos de Sean Phillips nos transportan a la otra cara del sueño americano.

 

Tiene mucho que aportar porque el lenguaje gráfico del cómic, con su ritmo, sus silencios y sus juegos de imagen, añade elementos muy potentes a la hora de crear esa atmósfera tan característica del género. Más aun que en los trazos limpios, aunque aparentemente casuales, de Phillips es algo que percibimos en los colores. El inspirado uso de los mismos hace que los neones brillen en la noche, que la oscuridad penetre en las viñetas, que los disparos relampagueen con todo su fuego justiciero... Y más allá de los efectos obvios, marcan un registro, un tono a la historia, delimitando recuerdos, congelando la acción o imprimiéndole más energía. Particularmente impactante es la escena de la persecución policíaca nocturna, donde la alternancia de azules y rojos en las viñetas nos da la impresión de estar en pleno meollo de sirenas, dentro de un tiroteo.

 

Estos elementos se ponen al servicio de una trama clásica y autoconclusiva, una búsqueda de venganza de la mano de Lawless que es la que da nombre a este segundo recopilatorio, el cual se podría considerar, en sí, una novela gráfica, más que una miniserie. El argumento no busca tanto la sorpresa del lector (a pesar del desenlace) como sumergirle en el escenario, y lo consigue a las mil maravillas. A medida que nos precipitamos hacia el final -inevitable- de la historia, no podemos evitar sentir la angustia, ese pájaro de mal agüero, que planea sobre todo el reparto: novela negra en estado puro.

 

En la edición de Panini, además, se han conservado los artículos que acompañaron a los distintos números de la serie en su publicación original, y aunque no tienen una relación directa con la historia sí que son de un gran interés para los aficionados al género negro. Es un valor añadido a sumar a las cubiertas originales reproducidas en el apéndice y a la cuidada edición en tapa dura y papel de buena calidad.

 

En conjunto tenemos un cómic muy conseguido que nos trae todo el sabor del género y en unas condiciones magníficas. Una buena oportunidad para sumergirse en el lado oscuro de los Estados Unidos de la mano de un guionista de excepción y un dibujante a pleno rendimiento.

 

Autores

 

Ed Brubaker nació en 1966 en el National Naval Medical Center, Bethesda, Maryland, Estados Unidos. Su trabajo en el mundo del cómic ha sido galardonado con el prestigioso premio Eisner. Es conocido principalmente como guionista, labor que ha desempeñado en títulos como Batman, Daredevil, Capitán América, Iron Fist, Catwoman, Gotham Central, Sleeper, Uncanny X-Men and X-Men: Deadly Genesis, o The Authority, así como por revitalizar la novela negra dentro de esta disciplina.

 

Sean Phillips es un artista británico que trabaja como dibujante y entintador. Su trabajo más conocido ha sido realizado para DC en series como Sleeper, WildC.A.T.s, Batman o Hellblazer, así como dentro de la revista 2000 AD, en Judge Dredd Megazine y Straitgate.

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