Civil War

Imagen de Luc Hamill

¿Creíais que íbamos a olvidarnos de este gran evento? Ni hablar

Naturalmente que no, ni mucho menos podíamos obviar en esta sección la aparición del acontecimiento Marvel más esperado del año y he aquí nuestra opinión, más acertada o menos, pero sí sincera, sobre la guerra civil que se desencadenará entre nuestros héroes. Esta vez los villanos no vienen de un espacio lejano, ni tampoco son los archienemigos de toda la vida. No, esta vez los ejércitos surgen de los propios grupos, cuarteles y organizaciones que en su día se crearon para velar por la seguridad del planeta. Amigos, hermanos ó matrimonios son enfrentados: una Civil War en toda regla de la que, si no quieres conocer ningún detalle hasta que el cómic esté en tus manos, te aconsejamos no sigas leyendo.

 

Al fin una historia que no tiene auténticos villanos sino personajes con distintos puntos de vista, nada de la clara distinción maniqueísta entre buenos y malos, y con una historia que nos muestra los daños colaterales de esas peleillas tan poco moderadas en este universo. Lo que será una trágica contienda empieza de forma inofensiva cuando el Speeball de Ditko, quizás el héroe menos peligroso de todo Marvel, provoque con Nitro, un malo de la editorial olvidado hoy día, una explosión que acabará con la mayoría de los New Warriors así como con los niños de una escuela (sí, la causan quienes menos nos podíamos imaginar). Esto hará que el gobierno de los Estados Unidos, mediante la organización S.H.I.E.L.D., que dirige María Hill, decida controlar a los superhéroes, ahora vistos como formas de vida de destrucción masiva, en respuesta a las peticiones de los ciudadanos. El método de control es el Acta de Registro, por la cual la identidad secreta de cada héroe pasa a ser gestionada por el gobierno estadounidense. En compensación cada héroe registrado tendrá un trabajo en la nueva fuerza de seguridad mundial de S.H.I.E.L.D.

 

Los supertipos claramente adoptarán dos posturas: a favor y en contra. Y para muestra un botón, a favor tenemos a personajes como Iron Man, considerado por muchos el villano del año gracias a esta historia. Le sigue el icono marveliano por excelencia: Spiderman, que en una rueda de prensa en Washington D.C., para demostrar su apoyo al Acta se desenmascarará y revelará al mundo que él es Peter Parker (la cara de J. Jonah Jameson al verlo fue todo un poema). Otros reclutados son Ms. Marvel, Hulka o Wonder Man, pero los que han sido contratados descaradamente son Deadpool y los Thunderbolts que lidera el Barón Zemo. También esta guerra ha dividido a la familia más famosa de la Casa de las Ideas: La Mujer Invisible, Mr. Fantástico y La Cosa están a favor del Acta, mientras que la Antorcha Humana está en contra. Pero el auténtico desequilibrante para este bando es Thor...



Como se puede ver, los que están en el anti-registro lo tienen difícil, pero liderados por el Capitán América están listos para presentar batalla. La mayoría de este bando está formado por héroes muy independientes y denominados comúnmente como “héroes urbanos”. Estos son Luke Cage, Daredevil, Cloak y Dagger o Lobezno. También se unen a ellos Pantera Negra, Cable, Hércules y El Halcón, así como las formaciones de los Runaways o los Young Avengers. Paradójicamente hay otros curtidos en la guerra como Punisher, que en un principio no se sabe qué posición ocupan, como también pasa con los X-Men. No olvidemos que la población mutante se reduce ahora a 198 desde que la Bruja Escarlata pronunciara aquellas palabritas.

 

Se podría decir que hay un tercer bando considerado neutral, si bien es que sencillamente la mayoría de las veces no se sabe nada de algunos personajes y por tanto podríamos decir que no participan en la historia. ¿Y qué pasa con los villanos como el Dr. Muerte ó Electro? Nada, no se sabe nada, pero da la sensación de que están esperando a algo.

 

¿Y en qué bando está Hulk? Sí, desde luego los que tengan al gigante esmeralda en sus filas tienen media guerra ganada, pero resulta que una organización secreta conocida como Los Illuminati, fundada después de la guerra Kree-Skrull, ha tomado cartas en el asunto. Su principal impulsor fue Iron Man, que reunió a Namor (soberano de Atlantis), Reed Richards (una de las mentes más brillantes de la Tierra), Rayo Negro (rey de los Inhumanos), Dr. Extraño (experto en artes místicas) y el profesor Xavier (líder mutante). Como se puede ver, cada uno representa un grupo específico de héroes. Pantera Negra (rey de Wakanda) también fue invitado, pero rehusó formar parte del grupo porque creía que tal asociación atemorizaría a los humanos. Tras intervenir en el destino de la Bruja Escarlata visto en Dinastía de M, Los Illuminati creyeron que Hulk hacía más mal que bien en la Tierra y así, en enero de 2006, Bruce Banner fue enviado al espacio, donde su álter-ego Hulk debía resolver un problema de radiaciones que sólo él podía resistir (eso le dijeron). No obstante, todo era una trampa y Hulk fue enviado al espacio con intenciones de que nunca más volviese. Cabe decir que esta decisión (no apoyada por Namor) se convirtió en el primer paso a la desintegración del grupo y es el origen del cómic Hulk: Exilio. A su regreso, un enojado Hulk invadirá la Tierra desencadenándose así el próximo evento de la editorial llamado World War Hulk.



Pero volvamos al tema. En Los Nuevos Vengadores: Illuminati, Tony Stark les enseñará al resto de Los Illuminati (salvo Xavier, desaparecido desde Dinastía de M) el borrador del Acta de Registro, aún no aprobada. Sólo uno se le unirá: Reed Richards, el resto estará en contra. ¿Resultado? Los Illuminati se separan para siempre. Y la guerra civil comienza...

 

Civil War se nutre de dos temas candentes hoy día: la posible manipulación de la información por parte de los medios de comunicación y el problema que es el terrorismo mundial. ¿Es legítimo cambiar libertad por seguridad? Como en su día el Capi luchara contra los nazis, hoy los héroes se ven envueltos en políticas antiterroristas y en problemas referidos a la seguridad de los civiles, temas anteriormente tratados con gran acierto por Alan Moore, sobre todo en su obra V de Vendetta. En las historias de Moore, como si fuera un preludio de Civil War, los héroes se oponen a los gobiernos legítimos de sus países si es necesario.

 

Y es que desde el 11-S nada ha vuelto a ser lo mismo, y en la industria del cómic también se debía notar. Tanto es así que, con esta miniserie, Marvel lidera la implicación de la industria creativa en el debate político abierto. Además, lo hace usando toda su artillería, con todos sus personajes más relevantes, con cambios que tendrán consecuencias duraderas y con una historia completa que muestra distintos puntos de vista. Y para más osadía, veremos un enfrentamiento entre dos amigos de toda la vida como son el Capi e Iron Man, dos héroes con distintos valores e ideas, uno visto como la encarnación de los ideales humanos y el otro referido a los objetivos militares y políticos del hombre. Aunque iban a colocar al Capi en el bando que está a favor del Acta, pronto acertaron y lo situaron en la otra dirección: en la defensa de la libertad de los viejos valores, en el ideal y no en el estilo americano. Sin duda, esta no es la primera vez que nuestro héroe se pone en contra del gobierno de su país, basta ver la saga Imperio Secreto, donde el villano es el mismísimo Richard Nixon.



Para el nº 1 de Civil War que nos llega este mes, su guionista, Mark Millar, hizo hasta ocho borradores. Esto nos puede dar una idea de lo aplicado y perfeccionista que es este británico, quizás el encargado de recoger el testigo de Bendis. Ya en sus orígenes estaba inmerso en la industria y desde pronto entre sus temáticas favoritas figuraban los problemas sociales o la exploración del comportamiento humano en su sentido más intrínseco, haciendo que los personajes llamasen la atención del lector. En los años 90 trabajó para DC Comics y para 2000AD, dándose a conocer por la polémica y alabada The Authority. Por un desacuerdo editorial con DC, pasa a formar parte de la competencia escribiendo para el universo ultimate de Marvel, en concreto en la revisión de nuestro amigo arácnido. Pero sería con la “ultimatización” de La Patrulla-X donde alcanzaría un gran éxito creativo. Con el dibujante Bryan Hitch sacó The Ultimates y The Ultimates 2, llegando a los puestos más altos en ventas. Para estos dos títulos se inspiró en personas de la vida real que pudieran dar el aire moderno y, naturalmente, realista a nuestros superhéroes. Por ejemplo, Brad Pitt fue la referencia para hacer al Capi, Johnny Depp para Iron Man, Angelina Jolie para la Bruja Escarlata o Bruce Willis para Hawkeye. Junto al mítico John Romita Jr., escribió para el Lobezno de toda la vida en Lobezno: Enemigo del estado, un cómic lleno de adrenalina que agitaría todos los rincones del universo de La Casa de las Ideas. Por ello estaba claro: la miniserie que pondría la guinda a Vengadores Desunidos, Dinastía de M y Diezmados debía ser guionizada por él.

 

Respecto al dibujo, corre a cargo de Steve McNiven, un artista nato. Antes de ser dibujante, este canadiense fue un escultor licenciado por partida doble. Cuando fue a Toronto entró en el mundillo del cómic siendo fichado al poco por CrossGen Comics. Esto le llevó a Florida, donde se rodeó de editores, guionistas, dibujantes, entintadores y demás, aprendiendo el oficio rápidamente e incorporándose a la serie Meridian. Sería en el año 2003 cuando se uniese a Marvel, levantando rumores que le ponían como el sustituto de Wieringo al frente de Los Cuatro Fantásticos. Aunque efectivamente se le asignó este título, sería bajo el sello Marvel Knights. Su trazo nítido y su visión de Sue Richards como una mujer de armas tomar en lugar de la rubia americana que es rescatada por Mr. Fantástico hizo que más de uno clamara al cielo. Pero nada que objetar cuando hizo su versión ultimate del Capitán Marvel, todo un regalo para la vista. De allí pasó a tomar los lápices para Los Nuevos Vengadores, una de las series más importantes de la editorial ahora mismo. Pero lo que verdaderamente le ha inmortalizado es este evento, en el cual podrá pintar a casi todo el universo marveliano, asignado por los directivos de arriba explícitamente pensando en su indudable talento. Realmente bueno representando a nuestros héroes posando para la galería y con un estilo genuino para plasmar de forma renovada los personajes clásicos (basta ver la portada nº 6 del Marvel Knights 4), McNiven apunta alto, muy alto. Y si no, ya veremos lo que nos está preparando tras el acontecimiento que nos ocupa.



Y ahora sí, llega la pregunta que todo seguidor de esta saga está obligado a plantearse: ¿De qué bando soy? Está difícil, ninguno está equivocado del todo porque un bando antepone la seguridad nacional y el otro la individual. Pero si fuera superhéroe sin duda estaría del bando del Capi, pues la identidad secreta es algo necesario para aquel que tiene una familia y amigos que proteger. Aunque lo cierto es que no debe importar qué respuesta doy a esta cuestión, más bien lo relevante es saber qué responderíais cada uno de vosotros. Parece una tontería, pero no lo es. Esta pregunta hace que los lectores se planteen algo que no es para nada lejano a sus vidas, basta con ver las noticias... Desde luego, nada como el arte para despertar las inquietudes, avivar el interés y despertar el espíritu crítico en las personas. Ante esto me quito el sombrero por la actitud llevada en Marvel. Chapeau.

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