Espantajos

Aunque parezca mentira, hay en el mercado opciones incluso más económicas que los tumularios

Del mismo modo que con algunos conocimientos de nigromancia se puede sacar un equipo de Brutal Ball de un osario polvoriento, hay hechicerías capaces de construirlo a base de ramas viejas, palos de escoba, saco rellenos de paja y sarmientos de todo tipo. Son lo que se conoce, popularmente, como espantajos, que a veces son sustraídos sin miramientos de los campos que vigilan.

Entre sus ventajas respecto a los tumularios se suele destacar que no huelen tan mal, que son menos quebradizos y que sus miembros suelen ser más largos y flexibles, ¡toda una ventaja para el juego aéreo! Por el contrario, suelen tener más personalidad y a veces demasiados pájaros en la cabeza: frente a los escasos ecos espirituales que quedan en las calaveras y el fatalismo maleable de los esqueletos, los espantajos tienen una particular vitalidad vegetal que los puede hacer desesperantes. Además, por mucho que maqueen sus calabazas difícilmente llegarán a ser tan espeluznantes como sus contrapartidas necrománticas.

Aunque técnicamente es potestad de las satrapías dirimirlo, la mayor parte de la gente no considera que los espantajos sean criaturas inteligentes y sensibles propiamente dichas, aunque esto no es ningún impedimento para que algunos hayan sido incluso estrellas de balonpozo. ¡Tampoco los goblins son considerados criaturas inteligentes y sensibles por muchos aficionados!

Así, aunque los espantajos no son ni de lejos jugadores populares y los hinchas suelen preferir tenerlos de rivales que como equipo propio, en buena medida por su escaso carisma y sus movimientos zancudos, en innegable que aportan originalidad a las arenas y que tienen un potente juego de pase que equipos como los Asustaniños ¡han sabido llevar a nuevas cotas gracias al uso de marionetas! Si fueran un poco más consistentes en las melés o más feroces en sus placajes quizás ganarían en popularidad.

Tamaño: Por regla general, los espantajos son de tamaño medio, pero hay hechiceros trabajando en aberraciones que les den un mayor peso específico en el terreno de juego

Punto débil: Cabezas huecas

Juego sucio:

Enraizados: A pesar de su aspecto frágil, son capaces de clavarse en la osamita (o en el pie de algún adversario) para hacer suyo aquel dicho nezumi que reza “flexible como un junco, firme como un roble”.

Hechicería ígnea: En ocasiones, los hechiceros que alzan a los espantajos son capaces de canalizar a través de estos hechizos ofensivos que se traducen en calabazas explosivas y sarmientos encendidos como teas. Son de las pocas ocasiones en las que un espantajo puede resultar aterrador.

Invulnerables (a la magia): La misma magia que los levanta y anima puede protegerlos de inferencias de otros hechiceros. Más de un mago se ha visto en apuros y fustigado por un grupo de espantapájaros ambulantes por no tenerlo en cuenta ¡para regocijo de los espectadores!

Presencia perturbadora: Briznas de paja que se meten en los ojos, telarañas, harapos y ramitas que penden por todos lados y una calabaza sonriente con los ojos prendidos en llamas que te mira fijamente. En serio, así no hay quien se concentre.

Sin descanso: La ventaja de no estar propiamente vivo es que muy raras veces puedes acabar propiamente muerto. O, al menos, es lo que opinan muchos entrenadores de Brutal Ball, que insisten en sacar al terreno de juego a sus espantajos aunque tengan todos los miembros quebrados... por varios sitios.

¿Sabías que...

...los Jinetes sin Cabeza es considerado el equipo de espantajos más exitoso del Trofeo Cráneo Abierto?

Tampoco es que sea de los mejores equipos de la liga, pero hay que reconocer que su capacidad de intercambiar calabazas y de utilizarlas como arma arrojadiza ha conseguido inclinar la balanza a su favor más de una vez ¡aunque solo sea por el factor sorpresa!

Algunas miniaturas que pueden servir como espantajos:

Samhainos de Impact! Miniatures

Espantapájaros asesinos de West Wind Miniatures