Los 14.374 mosqueteros
—¡Todos para uno y uno…!
—¡Alto! La fracción panteísta todavía no aprobó el eslogan corporativo.
—Tampoco los mosqueteros antitaurinos.
—Ni las mosqueteras veganas.
—Pues los dos esbirros del cardenal huyen.
—Moción de urgencia para gritar el eslogan con carácter transitorio y no vinculante. ¿Votos a favor?
.
Desconcia la serie, así que al googlearla me enterè que era una serie humoristica.
Los relatos estan buenos y funcionan en ese contexto, el de los mosqueteros humor absurdo que facilmente uno se puede imaginar. Lo de ¿Votos a favor? de la frase final queda como pregunta abierta a los mismos jueces del desafio. Muy astuto.
El del naufrago, enseya otro tipo de humor, un poco más negro y muy critico (el televidente que come indiferente a la situaciòn de Grecia). Como recomendación, cambíaría ciertas palabras para que se entienda que el televidente se atraganta con un pollo y lo escupe a la pantalla para no ahogarse. Lo demàs perfecto.
Saludos y suerte a ambos.
Los 14.374 mosqueteros es un relato tan Monty Python, que a punto he estado de ponerme a ver las películas para asegurarme de que el autor no había hecho un copiar-pegar. Absolutamente delirante y absurdo, como las películas/series de este peculiar grupo. Un diálogo que me ha transportado directamente al Frente Popular de Judea. Grande, muy grande. Como única pega, el hecho de que no haya una historia como tal, sino una simple escena. Pero vamos, de eso estaba lleno Monty Phyton’s Flying Circus. Mi enhorabuena.
No sé si interpreto bien Y ahora algo completamente diferente. Según cómo lo leo, veo ese mismo toque de situación absurda, trasladada a una escena real y trágica. Contribuye muy positivamente la escena de un televisor atemorizado, o el náufrago ahogado por reírse mientras suplicaba agua. En otra lectura, parece que el que se ahoga con las risas sea el televidente, en cuyo caso la escena perdería algo de fuerza (aparte de que la segunda frase debería estar en el segundo párrafo). Una buena réplica, aunque sin el punch de su rival.
Mi voto para Los 14.374 mosqueteros.
Ese de los mosqueteros en un grandísimo micro. Que le asignen un buen abogado de oficio.
Los 14.374 mosqueteros me ha hecho reir desde la primera lectura. Es una escena tan absurda que resulta hilarante. Muy Monty Python, sin duda. Este no ponerse de acuerdo ni en lo más básico me lleva irremediablemente a nuestra situación política actual. Y eso me parece un gran logro por parte del autor. Hacer reír y reflexionar. Complicado desafío.
De Y ahora algo completamente diferente a pesar de lo presuntuoso, me gusta el título. Porque parece formar parte del lenguaje televisivo del telediario que está viendo el protagonista. Entiendo que intenta encender las alarmas respecto a la indiferencia con que en Europa se ve la triste realidad de los refugiados. No termino de entender si el que ríe es el náufrago o el espectador. Si es el espectador, la frase no está bien colocada en ese sitio. Me hace pensar lo del pollo crudo. ¿Intenta poner de manifiesto lo bruto que es el caballero? Entiendo cuál es la idea, pero lo veo escrito de un modo algo confuso.
Mi voto va para Los 14.374 mosqueteros.
Un duelo muy digno de los Monty Python. Enhorabuena.
Los 14.374 mosqueteros articula de manera muy convincente un diálogo que viene a ser un primo cercano de uno de los más celebrados de La vida de Brian. En cualquier otro duelo, me hubiera parecido que le falta algo de prosa para ser un micro, pero teniendo en cuenta el tema propuesto creo que es 100% apropiado.
Sin embargo, me gusta también mucho la propuesta de Y ahora algo completamente diferente. Desde el título que nos prepara y enlaza directamente con la narración hasta el final completamente surrealista. Me ha sorprendido cómo funciona el toque dramático en mitad de una narración tan absurda. Es cierto que tiene alguna ambigüedad que traba un poco la lectura, pero el resultado es muy bueno, a pesar de ello.
Mi voto es para Y ahora algo completamente diferente.
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Y ahora algo completamente diferente
Cuando el locutor terminó la frase, la pantalla ofreció la imagen de un náufrago arribando a las costas de Grecia. Las risas acabaron ahogándole mientras suplicaba un poco de agua.
El caballero lanzó el pollo crudo contra el televisor que, atemorizado, cambió de canal.
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