Redhand: el precio del olvido

Imagen de HPLovecraft

Redhand es un hombre que procede del pasado, pero no tiene recuerdos. Es un guerrero nato, un luchador sin par, pero no ansía la guerra. No es enemigo de los dioses, pero se verá forzado a enfrentarse a ellos. Y muchos desearán no haberle conocido… o poder olvidarle.

 

Y llegará el día. El día en que él recorrerá la superficie de la tierra. No tendrá padre ni madre, no habrá

 

Sinopsis

Y llegará el día. El día en que él recorrerá la superficie de la tierra. No tendrá padre ni madre, no habrá conocido la infancia. Un nómada, un guerrero, un temible asesino. Nacerá adulto, sin lazos de descendencia con los dioses. Y los dioses apartarán la mirada de él, ciegos, y no le verán. A pesar de ser inmensos, sus poderes no le afectarán. Se enfrentará a los dioses y tratará de matarles, de abolir sus poderes y dispersarlos en una nube de polvo. Un hombre sin infancia, sin padre ni madre, ni siquiera nombre. Y ese día llegará…

 

¿Cómo…? ¿Cómo lo hace? ¡Ha matado a ocho y ni siquiera a perdido el aliento!

¡A juzgar por su expresión, se diría que veía una espada por primera vez! Pero…

Demonio…

 

El Guionista

El guionista Kurt Busiek nació en Massachussets, Estados Unidos, y son muchos quienes le consideran capaz de realizar el mejor de los trabajos y la chapuza más ilegible. En su juventud fue un gran lector de cómics, como la mayoría de artistas que se encuentran encontrar en el mundo de la viñeta. De hecho, y aunque había comenzado a leerlos siendo más joven aún, con catorce años comenzó a coleccionarlos. Pronto comenzó a realizar los guiones para cómics que ilustraba un amigo suyo, Scott McCloud (creador del originalísimo e inocente héroe "Zot!") y muy poco tiempo después comenzó a enviar guiones a Marvel y DC, que rápidamente se interesaron por su trabajo.

Guionista de títulos tan emblemáticos como "Superman: Identidad Secreta", la original "Thunderbolts", la añorada "Liberty Project" y las aclamadas "Marvels", "Astrocity" y "Avengers Forever", Busiek ha desarrollado su trabajo como guionista en un número ingente de editoriales y sellos editoriales como Dark Horse Comics, DC Comics, Eclipse Comics, Harris Comics, Image Comics, Marvel Comics, Topps Comics y Wildstorm (DC), por citar sólo los más importantes. Incluso, como dato anecdótico y muestra de su genialidad, hay que decir que en su juventud concibió la teoría de que Jean Grey no había muerto cuando se transformó en Fénix, argumento que fue incorporado posteriormente a la colección "Factor-X" para resucitar al personaje. "Redhand" es su primera incursión de Busiek como guionista de cómic europeo.

 

El Dibujante

Mario Alberti nació en Trieste, Italia, en 1965. Desde muy joven comenzó a dibujar sus propios cómics y, pese a licenciarse en Economía y Comercio, en 1990 publica en la revista "Fumo di China" su primer trabajo como dibujante novel con el personaje Holly Connick, cuya tercera entrega fue publicada directamente en álbum. En la editorial Bonelli publicó el primer episodio de su personaje más emblemático, Nathan Never, titulado "Il Canto della Balena", que le hizo merecedor en 1994 del prestigioso premio Albertarelli. Un tiempo después dibujó las aventuras de Legs, uno de los personajes secundarios de Nathan Never. Desde el 2002, con guiones de Luca Enoch, comenzó a ilustrar "Morgana" y en 2004 se publicó su primer álbum de "Redhand", ambos para la editorial Les Humanoides Associés.

Su dibujo para "Redhand" es algo menos elaborado de lo que estamos acostumbrados a ver en el cómic europeo, pero con un trazo limpio y curvilíneo. El entintado tiene cierta semejanza con el estilo del maestro Jean Giraud "Moebius", sin grandes manchas de tinta ni el sistema de rayitas sin fin tan de moda en los años 90 (Todd McFarlane y Jim Lee fueron sus dos máximos exponentes) y siguiendo la reconocible estética europea que tan diferente resulta a simple vista de la predominante en el comic book americano o en el manga japonés. Con un dibujo poco recargado y con una perfecta integración de personajes y fondo, su estética visual es más que correcta y, en las escenas de lucha, impresionante. El excelente coloreado que realiza de la obra hace ganar a su dibujo varios enteros.

 

¿Qué haces, extranjero Redhand? ¿Danzas para tus propios dioses?

No tengo dioses. Me entreno para estar en forma y perfeccionar mis habilidades.

¿No tienes dioses? ¿Cómo sabes lo que debes hacer? ¿Quién te ha enseñado esa danza y te ha concedido esas habilidades?

¡Largaos! ¿No os han dicho que soy un demonio? ¡Largaos antes de que os devore el corazón!

 

La Historia

En un distante futuro, somos espectadores de un aparente acto de terrorismo en el que un explosivo de gran potencia hace saltar por los aires una instalación en la que flotan una serie de extraños individuos conectados a una titánica maquinaria que forma parte del complejo. La explosión genera una terrible y devastadora onda expansiva que asola totalmente la superficie del planeta, acabando con todo lo que encuentra a su paso. O quizá debería decir con casi todo.

Algún tiempo después de esta apocalíptica escena, que no se especifica en ningún momento, los que parecen ser los descendientes de los antiguos habitantes del planeta han regresado a una Edad de Hierro en la que los enfrentamientos se dirimen con la espada, la esclavitud es una forma más de comercio, no hay más luz que la del sol o la de las hogueras en los poblados y la mayor parte de los seres humanos viven en rudimentarias cabañas presa fácil de los elementos. Sin embargo, a lo largo y ancho del planeta, aún quedan diseminados numerosos artefactos de la tecnología de antaño, e incluso existen algunos lugares que aquellos que se internan en ellos toman por malditos atendiendo a las palabras de sus sacerdotes, por cuyas sagradas bocas hablan los dioses. El ser humano ha regresado a una espiritualidad supersticiosa pero, en esta ocasión, aquellos que dicen estar en contacto con las divinidades tienen verdaderos poderes y la habilidad de ver y comprender veladamente el pasado, el futuro, la mente y los sueños.

En una de estas incursiones, huyendo de los cazadores de esclavos, unos cuantos habitantes del poblado de Etrina encuentran una de las gigantescas moradas de los antepasados parecida a aquella en la que comenzó la historia. En su interior hay centenares de cabinas de cristal olvidadas por el tiempo, cubiertas por el polvo de siglos y con cuerpos en diferentes estados de conservación en su interior. Sin darles tiempo para reaccionar, los cazadores de esclavos logran entrar en la estructura y uno de los habitantes de Etrina, en medio de la refriega, liberará por casualidad a uno de los seres que parece estar en animación suspendida. Joven, pálido, de pelo y barba rojizos y de gran estatura, coge una de las espadas caídas en el suelo y con una serie de gráciles y diestros movimientos de combate acaba con todos los perseguidores en cuestión de segundos. Su estilo de lucha, desconocido e inimitable, parece realizarse en una especio de estado de trance. Agradecidos por haber sido salvados de los Kiotha, que incluso contaban entre sus filas con poderosos brujos capaces de lanzar por sus manos mortíferos rayos que nada han podido hacer, deciden llevar al extranjero a su aldea.

Sin memoria de su pasado, con innatos conocimientos guerreros que le sitúan más allá del mejor luchador que pueda encontrar, es aceptado en un primer momento en la aldea. Sin embargo tanto los mensajes enviados por los dioses al sacerdote de la aldea como la propia intuición del extranjero, al que han llamado "Redhand", ponen en marcha una cadena de acontecimientos que llevarán al sacerdote de la aldea a pedir a los dioses que le envíen un mensajero para decidir el destino del extranjero. Estos, sorprendentemente, cumplirán su petición. De esta manera la historia culminará en un desenlace tan poco deseado como inevitable.

 

¡No! ¡Es un error! Este hombre no nos quiere ningún mal, ni nos amenaza. Ha salvado a nuestros cazadores y al bebé de Arupa. ¿Vamos a demostrarle nuestro agradecimiento matándole?

¡Es preciso! ¡Los dioses le maldicen! ¡Le consideran un enemigo! ¡Mirad lo que os ha hecho! ¡Ya desobedecéis! ¡Ya os ha apartado de nuestros dioses!

No soy ninguna amenaza. Ni para vosotros ni para vuestros dioses. No quiero matar a nadie. Me contento con vivir. No soy enemigo de ningún dios.

 

"Redhand: El Precio del Olvido" es una excelente obra, que parte de la idea de aunar los géneros de la ciencia ficción y la fantasía. El guionista, Kurt Busiek, es un gran admirador de las aventuras de "Conan" y, de hecho, ha guionizado las aventuras del bárbaro más famoso de todos los tiempos durante dos años. Tras este periodo, comenzó a guionizar el título "Aquaman: Sword of Atlantis", que ahondaba en la temática de fantasía de espada y brujería sustituyendo al bárbaro Cimmerio por el guerrero de Atlantis de DC Comics. Es por ello, en parte, por lo que decidió que "Redhand" tendría un trasfondo totalmente diferente: no quería realizar una mera versión de un proyecto anterior.

"Redhan", junto a los otros dos héroes anteriormente mencionados, le han servido a este excelente guionista para romper con los clásicos héroes de mallas que ha guionizado tan magníficamente y crear una nueva cosmogonía, con su panteón de dioses, sus ciudades, costumbres, tradiciones, héroes y villanos. Él mundo que Busiek nos muestra, y en sus propias palabras, está regido por la magia y los dioses, y ahora los seres humanos están siendo vigilados muy de cerca, cerciorándose de que no se salen de la línea marcada. La segunda y última parte de la historia de Redhand, titulada "El Arma de los Dioses", da respuesta a muchos de los interrogantes abiertos en esta primera parte.

Mario Alberti Ha utilizado dos técnicas de dibujo ligeramente diferentes para cada uno de las épocas en las que transcurre la historia. En el prólogo, que se desarrolla en el distante pasado futurista, ha utilizado un fondo negro con un acabado a tinta mucho más brumoso y donde el color verde es sinónimo de tecnología, pero también de muerte. Con el deliberado silencio que impera en esas primeras páginas, pareciera que estamos asistiendo a un sueño. En la historia en sí el acabado a tinta es mucho más perfecto, pero es el coloreado con la predominancia de los rojos y el grises, los que logran transmitir una sensación de profunda tristeza, melancolía y predestinación que impregnan cada una de las páginas del álbum.

Redhand sabe que es un hombre especial, un ser extraño en una tierra extraña, y aunque aún no comprende la verdadera naturaleza de sus aptitudes y capacidades, es lo suficientemente inteligente como para saber que representa una amenaza para muchos. Su historia circulará de boca en boca, de poblado en poblado, a personas cada vez peligrosas y con más poder cuya reacción es impredecible. Si no es finalmente aceptado en la aldea de Etrina, pues muchos son los que le tachan de hereje, de monstruo y de deicida, como el sacerdote Fasgiba. Redhand quisiera ser aceptado en Etrina o que sus habitantes le olviden para siempre pero, ¿cuál es el precio a pagar para conseguir el olvido? ¿Estará dispuesto a afrontarlo?

 

¿Y bien? ¿Habéis tomado una decisión?

¡Eres un demonio, criatura sin nombre! ¡Un deicida enviado desde las tinieblas! ¡Pero aún así somos agradecidos! ¡Hemos pedido a los dioses que nos envíen un mensajero, para poner a prueba nuestra fe y decidir qué hacer contigo! ¡Somos agradecidos!

 

Calificación: 85

Editorial

Norma Editorial

Detalle:

Formato: Álbum europeo, color

Nº de páginas: 48

Precio: 13,00 €

Guión: Kurt Busiek

Dibujo: Mario Alberti

Tinta: Mario Alberti

Color: Mario Alberti

Sinopsis: Y llegará el día. El día en que él recorrerá la superficie de la tierra. No tendrá padre ni madre, no habrá conocido la infancia. Un nómada, un guerrero, un temible asesino. Nacerá adulto, sin lazos de descendencia con los dioses. Y los dioses apartarán la mirada de él, ciegos, y no le verán. A pesar de ser inmensos, sus poderes no le afectarán. Se enfrentará a los dioses y tratará de matarles, de abolir sus poderes y dispersarlos en una nube de polvo. Un hombre sin infancia, sin padre ni madre, ni siquiera nombre. Y ese día llegará…

 

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