Red Sonja: Animales

Imagen de Anne Bonny

Reseña del arco argumental de la diablesa de la espada con el que continúa la saga de Kulan Gath publicado por Panini Comics, y que cuenta con guión de Michael Avon Oeming, dibujo de Homs y color de Brian Buccellato

De entre los personajes emblemáticos de la Edad Hibórea, Red Sonja ha sido, sin duda, uno que ha basculado bastante hacia el lado "mágico". Si el bárbaro Conan solía encontrarse hechiceros, objetos encantados y bestias fantásticas única y exclusivamente para abrirles la cabeza (o el equivalente), al menos cuando tenía elección, la pelirroja siempre ha estado más mezclada con los mismos, como si anduviese por una frontera entre, precisamente, la espada y la brujería. Es algo que parece consecuencia natural del misticismo del pacto con la diosa que se incorporaría al personaje después de sus primeras apariciones.

 

El cómic que nos ocupa, Red Sonja: Animales, se sumerge de lleno en este particular lado de la heroina. En sus páginas encontraremos magos -y no como rivales-, fantásticas criaturas antropomórficas inteligentes, dioses de la antigüedad, objetos mágicos y, casi, planos de existencia alternativos. Hasta cierto punto, recuerda más a los mundos de Michael Moorcoock que a los de R.E. Howard, particularmente con la inclusión de un poeta en el reparto. El escenario, sin duda, es de los más coloridos dentro de la idea genérica que brinda la fantasía épica.

 

En cuanto a la trama, la encontramos dividida en dos, y aunque terminen convergiendo sendas ramas, se nota mucho que es un volumen de transición. Por un lado tenemos las aventuras de Sonja y sus compañeros, exiliados en un mundo fronterizo poblado de seres híbridos entre hombres y animales, y por otro las de la pirata Valera (no confundir con la mítica Valeria) y sus cuitas producidas por la llegada de Kulan Gath -de nuevo- dispuesto a dominar el mundo. Son dos registros bastante dispares, pues el primero, con una original resolución, nos presenta una historia fantástica más bien ligera, mientras que el segundo es manifiestamente tétrico y, en ocasiones, macabro. Michael Avon Oeming, sin romperse mucho la cabeza, consigue en cualquier caso que ambas tramas funcionen sin exabruptos y terminen dónde quería sin forzarlas más de lo que marcan los estándares del género.

 

El trabajo gráfico es también dispar, no en cuanto al color de Brian Buccellato, que acompaña bien, sino en lo tocante a los lápices de Homs. Éstos pasan de imágenes batalleras y no muy comprometidas con la anatomía del ser humano a soberbias composiciones que sacan toda la fuerza del telón de fondo. Memorable el barco fantasma, así como algunas de las criaturas del amplio bestiario que nos encontraremos. Por este lado, la elección del dibujante no es mala, pues se maneja bien con la variedad de características de los seres inhumanos dándoles un buen empaque, y éstos son, a fin de cuentas, el reclamo del volúmen.

 

Así, Red Sonja: Animales resulta de agradable lectura y tiene momentos muy buenos. Espada y brujería que remite a los clásicos del género en un arco argumental de transición más inspirado en los escenarios que en las ejecuciones. Quizás resulte algo accesoria la presencia de Kulan Gath, pero se entiende el deseo de que su sombra planee sobre los pasos de la heroina, ya que estamos en una narración más ambiciosa, a largo plazo.

 

La galería de portadas adicionales, como siempre, muy interesante. Siempre es un buen momento para ver reinterpretado el personaje y conocer el estilo de diferentes ilustradores. Y la edición, de nuevo, muy meritoria. Esperemos que siga la colección.

 

 

Sinopsis (Cortesía de Panini Comics)

 

El relato definitivo protagonizado por la diablesa con espada coincide con el trigésimo quinto aniversario de la primera aparición en cómic del personaje creado por Robert E. Howard. Kulan Gath se ha hecho con el control de la Tierra, mientras Sonja y sus compañeros están al otro lado del globo. Ahora, tendrán que decidir si continúan su plan contra el villano o consagran su destino al lugar al que acaban de llegar, donde les esperan misteriosas criaturas como nunca habían contemplado antes.

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