Invasión a la Tierra
Echamos un vistazo a Battle: Los Angeles, la película de Jonathan Liebesman
Invasión a la Tierra (vaya traducción de Battle: Los Angeles más sosa, superando ahí al original) es lo que mi madre denominaría con acierto una película intrascendente. Es exactamente lo que parece: una concatenación de escenas de combate en las que los marines se enfrentan a una amenaza de otro mundo. La sombra de Aliens es, además, alargada, tanto que ensombrece un poco el conjunto (más o menos según el estado de ánimo de cada cual), pero, y esto no hay que perderlo de vista, a veces es justo lo que necesitamos: una película intrascendente que vaya exactamente de lo que promete. En ese sentido, ayer me lo pasé muy bien viéndola.
Quizás el apartado más impresionante y que intenta compensar otras carencias (como la falta de originalidad en el guión o incluso en la realización) son los efectos especiales. La técnica ha avanzado a pasos de gigante y a día de hoy disfrutamos de escenas que hace años no se podían ni soñar (lo que quizás ha adormecido otras cualidades de los directores / realizadores). Nada que decir al respecto, pues consiguen transmitir bien la acción sin resultar demasiado excesivas. Nada sobresaliente, pero me quedo con el momento de la piscina.
En el apartado estético tampoco se han aventurado demasiado. Los Angeles nos remite a los escenarios bélicos polvorientos del Medio Oriente, supongo que a modo de recordatorio para los americanos de a pie (oye, que lo que pasa allá podría pasar aquí), y el lado alienígena es una combinación de La guerra de los mundos, con bichos viscosos y tentaculares por lo que se entrevé, y Transformers, con unos ingenios mecánicos de gran complejidad visual que a mí, viejuno que soy, me resultan algo confusos. En conjunto, a mí me han gustado mucho. No tienen un carisma extraordinario, pero funcionan bien y dan una visión coherente de la invasión, cuyas mejores escenas son, quizás, aquellas del desembarco a modo de meteoritos.
Ya en cuanto a la trama en sí, como decía, nada del otro jueves: unos civiles (con niños, por supuesto) a los que hay que rescatar, acción hasta el último segundo y ese mito del puñado de hombres esforzados que podrán dar un giro global al desastre tan propio de la narrativa del héroe. De manual, pero bien resuelto
Y aquí toca hablar de la sombra alargada de Aliens, también arriba mencionada. El papel del oficial novato y desbordado, el sargento que retoma el mando (y que recuerda a Hicks en algunos momentos), las escenas de los pasillos, las quemaduras de ácido de las armas alienígenas... Me encantan los homenajes, sobre todo a películas que adoro, pero quizás no convenga demasiado recordar a grandes originales tantas veces, por aquello del agravio comparativo.
En fin, que Invasión a la Tierra (buf, mejor Battle: Los Angeles) me ha resultado una película muy entretenida y bien realizada. Sí, no se convertirá en un gran clásico, pero de vez en cuando apetece ver una en la que no conoces todos los diálogos de memoria y te deja disfrutar tranquilo en tu zona de confort mientras la heroica resistencia de la carne de cañón de siempre machaca a unos cuantos alienígenas que no se parecen nada a nosotros (por si acaso) a ritmo de efectos especiales de nueva generación. Ah, y con un mensaje ecologista de fondo: el agua, demonios, el agua tiene un gran valor. Mira que van a tener que venir del espacio a decírnoslo...
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