Clavos rojos

Imagen de Anne Bonny

Reseña de este mítico cómic que se publicó originalmente en 1971 como número 22, especial de invierno, dentro de la colección Conan el bárbaro, con guión de Roy Thomas y dibujo de Barry Smith sobre un relato original de Robert E. Howard

Clavos rojos es la obra cumbre del tándem original de Conan el bárbaro, formado por Roy Thomas y Barry Windsor Smith, y, probablemente, el cómic más emblemático de toda la colección. Está, como muchos de ellos, inspirado en una obra original de Robert E. Howard, creador del personaje, pues, sobre todo en la primera etapa, el guionista adaptó sin descanso material del escritor, tanto relatos como novelas o poemas. A diferencia de otros cómics de Conan el bárbaro, éste es un especial de 80 páginas, lo que, sin duda, permite un desarrollo de la historia mucho más cómodo. No olvidemos que estamos hablando de una publicación periódica que tenía que cumplir con plazos y restricciones de espacio y ritmo.

 

La narración en sí nos plantea a un Conan que, como en otras ocasiones, por caprichos del destino -y propios, pues va siguiendo a una muchacha que le ha resultado atractiva- se ve abocado a buscar refugio en el interior de una misteriosa metrópoli perdida en un desierto. En el interior de la misma conviven unos extraños hombres a la sombra de una antigua civilización, con los que entrarán en contacto Conan y Valeria, la zanahoria que seguía nuestro bárbaro.

 

La presencia de este elemento femenino da un magnífico contrapunto al personaje que permite desarrollarlo mucho mejor a lo largo de la historia. Smith, además, pone a Valeria, para regocijo de los lectores, en situaciones que debieron poner los pelos de punta a los censores del Comic Code (estamos hablando de una publicación juvenil de 1971). Roy Thomas sigue el juego a su dibujante y, como resultado, tenemos uno de los cómics más consistentes de la historia del personaje, uno en el que se capta realmente la magia del género de espada y brujería.

El escenario de la ciudad maldita conjuga elementos propios de la más pura aventura, e incluso del género de terror, que funcionan a las mil maravillas con los lápices de Smith. En este número le reconozco auténtica maestría narrativa, a pesar de que el dibujante enemigo de las orejas nunca ha sido santo de mi devoción. Gracias a sus perspectivas y composiciones tenemos la impresión de entrar en la historia, y algunos pasajes consiguen erizarnos el vello.

 

Por supuesto, Clavos rojos no deja de ser producto de una serie ilimitada, y como tal no tiene la calidad de entintado o coloreado en algunas páginas que habríamos deseado, sobre todo a día de hoy, echando la vista atrás. Sin embargo, no deja de ser un ejemplo de cómo salen -o pueden salir- auténticas joyas de sus respectivos géneros cuando menos se lo espera uno.

 

Sobre la trama hay que comentar algunos detalles que, sin duda, ayudan a la trascendencia del cómic. Por un lado, como ya hemos dicho, el escenario es de lo más sugerente, y muy poco manido. No se trata, como en otras ocasiones, de la visita a un mago con un monstruo final, sino, más bien, de un recorrido turístico por una mansión ancestral en la que el dueño se olvidó de echar la llave. De este modo, el desarrollo de la historia tampoco es lineal, y mucho menos predecible. Por una vez el sabor de traición, peligro y épica que suena de fondo en las historias de Conan brilla aquí con auténtica fuerza.

 

Gracias a esta acumulación de elementos tenemos una historia que destaca por su originalidad y por la consistencia del guión, y que explota con acierto los elementos más clásicos del género dándoles un insólito aspecto a nuevo. Una obra maestra que no deberían dejar pasar los aficionados a la fantasía heroica, y que ahora reedita Planeta deAgostini con un nuevo coloreado cortesía de Dark Horse.

 

Autores

 

Roy Thomas nació el 22 de noviembre de 1940 en Missouri, Estados Unidos. Es un guionista y editor de comics, y el primero en suceder a Stan Lee como editor jefe de Marvel Comics. Es conocido especialmente por llevar a Conan al cómic, con una serie de historias que ampliaban la cronología establecida por su creador Robert E. Howard para el personaje, lo que puso de moda las historias de espada y brujería en este medio de expresión. Heredó de Stan Lee los guiones de buena parte de las colecciones de superhéroes originales de Marvel, realizando largas etapas en Vengadores y X-Men, entre otras. También es conocido por su defensa de los personajes de la edad de oro del comic book, especialmente del grupo de superhéroes de los años 1940s la Sociedad de la Justicia de América, destacando en su trabajo para DC Comics su etapa en All-Star Squadron.

 

Barry Windsor-Smith nació el 25 de mayo de 1949. Es un dibujante de cómics británico y un artista gráfico que ha trabajado, principalmente, en Estados Unidos. Su éxito internacional vino de la mano de la colección de Marvel Comics Conan el bárbaro, en la que trabajó desde 1970 hasta 1974, y en la que desarrolló su estilo, aportando a través de sus viñetas nuevos elementos revolucionarios en el arte secuencial. Posteriormente desarrollaría su propia empresa para vender sus trabajos, y se volcaría en la realización de dibujos independientes fuera del mundo del cómic.

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