La Torre Oscura: El nacimiento del pistolero

Imagen de Anne Bonny

Reseña de la adaptación de la obra de Stephen King realizada por Robin Furth y Peter David con ilustraciones de Jae Lee y Richard Isanove

No he leído la obra original de Stephen King, pero, después de haberme leído este cómic, tengo muchas ganas de hacerlo. Francamente, no me esperaba nada del género.

El nacimiento del pistolero es una especie de western -una del oeste, que decíamos antes-, pero también mucho más. En primer lugar, porque se adivina tras el escenario primario un fondo de ciencia ficción, un mundo apocalíptico del que, así parece, el nuestro es el pasado. Además, este posible futuro catastrófico está aderezado por elementos sobrenaturales que si bien no tienen un peso excesivo sobre la historia, sí que muestran omnipresentes.

 

Brujas, hechizos y criaturas monstruosas tienden sus inquietantes sombras sobre unos vaqueros que han relegado su lado ganadero para transformarse, casi en exclusiva, en los carismáticos tipos que no retroceden ante el peligro y que afrontan su destino sin temor.

 

En este sentido, es particularmente reseñable el sistema social que se ha creado, supongo, a partir de la obra de King a través del guión de Peter David y los argumentos de Robin Furth. Éste tiene ese sugerente tono filosófico descarnado de una sociedad dura en la que la muerte está presente y valores como el honor, la tradición y el respeto valen más que la propia vida. Los diálogos que encontramos a lo largo de la obra, en concreto, son magistrales, pues no sólo retratan a la perfección el carácter de los personajes, sino que también plasman giros y modismos propios de este nuevo mundo, salpimentándolo con mucho acierto. La voz del narrador, que nos acompaña durante el viaje, destaca en este apartado.

A este primer motivo para adentrarme en la obra original se une un segundo: la fluidez y la fuerza de la trama. Sí, es una historia de aventuras con unas cargas de terror, ni más ni menos. Pero está construida con tal solidez que en ella brillan los elementos que normalmente se ignoran del género, y que son los que le dan la gran fuerza que tiene: la capacidad de especular y diseccionar al ser humano a través de elementos distorsionadores de nuestra realidad cotidiana.

 

El único temor que tengo es que no conozco la prosa de King, y me pregunto si estará a la altura de los impresionantes dibujos de Jae Lee y Richard Isanove. Su tratamiento gráfico de la novela es sencillamente sobresaliente: tiene carácter propio, un preciosismo que no sacrifica la capacidad de transmisión ni el dinamismo, un uso de los colores que los convierte en casi un personaje más, una adecuación al ritmo narrativo que funde las ilustraciones con la trama sin fisuras, un dominio de las perspectivas y las sombras apabullante... Sin duda, la sensación de western no viene sólo de las vestimentas de los personajes, sino que se paladea en los encuadres, en el modo en el que vemos discurrir la narración.

 

Con todos estos elementos, La Torre Oscura: El nacimiento del pistolero es una obra sobresaliente, cuyo único defecto quizá sea que deja con ganas de más cuando llega a su emotivo final. Insospechada también la calidad de la edición de DeBolsillo. No hubiera pensado que pudieran sacarle tanto jugo al libro, y realmente el formato no se hace pequeño. Y para los que prefieran el panorámico, tenemos la edición de Panini Comics.

 

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