Los gnomos

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Hablemos de este sugerente libro de Rien Poortvliet y Will Huygen

 

Por lo general, disfrutamos de la fantasía a través de narraciones, ya vengan estas en forma de cuento, de película o incluso de canción. No obstante, hay seres tan fascinantes que suscitan otras aproximaciones, quizás más difíciles de entender para los no aficionados al género. Los gnomos forman, sin duda, parte de ellos. Durante años, disfruté con la serie de David el gnomo. Sin embargo, más que las propias aventuras que ocurrían, me encandilaba el propio escenario, el concepto de los gnomos, su sociedad. Cuando mi hermana recibió como regalo este libro publicado por Montena en una impresionante edición de tapas duras, sobrecubierta y tamaño A4, un mundo entero se abrió ante mí: el mundo de los gnomos.

Los gnomos está enfocado como si fuera una enciclopedia. En las distintas secciones se nos habla de sus costumbres, de su fisionomía, de sus tradiciones, de su hábitat, de su arquitectura, de sus diversiones... todo lo que podáis imaginaros y muchas cosas que no os esperaríais. Vemos su relación con los animales, con otras criaturas fantásticas, con sus enemigos los trolls, con los seres humanos... y, poco a poco, un universo entero lleno de posibilidades se conforma frente a nuestros ojos.

Quizás este sea uno de los mayores encantos del libro: que en vez de conducir la imaginación de una manera lineal, se genera un escenario para que cada uno luego emplace sus propias fantasías en él, con lo que se despliega un abanico de oportunidades enorme. A mí, desde luego, me encanta este enfoque.

Tampoco quiere decir que no haya espacio para la narrativa: en la sección final, donde encontramos la parte dedicada a leyendas de los gnomos, descubriremos una serie de historias destinadas a dar más colorido y consistencia al conjunto que son, en definitiva, una suerte de cuentos o relatos. No obstante, de nuevo, todo está supeditado al escenario.

Es por ello que las ilustraciones de Rien Poorvliet tienen al menos el mismo (yo diría que más) protagonismo que los textos de Will Huygen. Son estas el auténtico vehículo del libro, el elemento que nos entra por los ojos y nos seduce totalmente, pues con su elegancia y su calidad hacen volar la imaginación. Poco hay que decir sobre ellas: basta con abrir el libro para que hablen por sí solas.

Los gnomos, así, es una obra para paladear de vez en cuando. Se puede leer de tirón, sin duda, y es un gran placer hacerlo, pero es igualmente agradable volver a sus páginas para releer tal o cual curiosidad o, simplemente, para sumergirse en las imágenes y perderse durante un rato, aunque sea breve, en su sugerente mundo de fantasía.

Nunca le agradeceré lo suficiente a mi hermana que me lo regalara a su vez.

 

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