Novedades Marvel noviembre - enero II

Imagen de Kaplan

Vengadores cazanazis, Galactus quiere Asgard para comer y un tebeo de silencio por el caído

 

 

Nuevos Vengadores

 

Bendis se adentra en una nueva y extraña saga dividida en dos frentes. Por un lado, se acompaña de Deodato para contar un chivatazo que recibe de una misteriosa fuente sobre un grupo de rebeldes de HAMMER comandados por Superia. El enfrentamiento tendrá una dramática e inesperada consecuencia.

 

Por otro, se encarga junto con Howard Chaykin de dar a conocer la primerísima encarnación de Los Vengadores; tan variopinta como, no nos engañemos, forzada. Reclutados por Nick Furia, rastrearán a todos los elementos nazis que queden libres por el mundo durante la posguerra. Mientras que la trama de Superia se estira sobremanera (con la villana preguntándose una y otra vez quién es el topo), el flashback resulta mucho más interesante. Bendis ofrece una versión asilvestrada y libre de prejuicios de todos los integrantes de esos Vengadores primigenios.

 

Los dibujantes cumplen de sobra y resultan idóneos para sus respectivas historias.

 

 

Lobezno

 

Logan ha vuelto de su paseo por los infiernos dejándolo todo patas arriba, pero aún tiene que solucionar el pequeño problema de su posesión demoniaca. Para ello, un puñado de las más representativas mujeres X tendrán que meterse en su cabeza para devolver al canadiense a su “cordura” habitual.

 

Acuña acompaña a Aaron en una historia que se ha visto muchas veces, pero que éste se encarga de que no parezca así, salpicando la trama con pinceladas de humor y otorgando un ritmo perfecto a estas historias psíquicas que tan a menudo se hacen espesas. El dibujante no se queda atrás y hace un trabajo espectacular. Sorprende cómo está mejorando a la hora de narrar las escenas de acción, mucho más dinámicas que en trabajos anteriores.

 

Por último, en su número .1, Aaron vuelve a hacer gala de lo bien que maneja los números autoconclusivos, como hemos tenido la suerte de ver en Scalped o en el mismo Lobezno (recordemos aquel episodio que narraba un día en la vida de Logan). Un lujo tan humilde como simpático.

 

 

Vengadores

 

La confrontación con Parker Robbins culmina en dos números en los que John Romita Jr tiene vía libre para dibujar esas moles contundentes de músculo que tanto le gustan. El toma y daca entre los Vengadores y el Encapuchado se resolverá, como no podía ser de otra forma, de un modo astuto y sorprendente.

 

Bendis ha conseguido, con este divertido arco, dar carpetazo (al menos de momento) al personaje de Robbins, que venía coleando desde hace ya demasiado tiempo, y actualizar el estatus de los Illuminati (el final de la saga choca en un principio, pero es tremendamente consecuente con lo narrado).

 

En cuanto a la perita en dulce que era el .1 de esta colección, Bendis decidió subir la apuesta y colaborar en él con Bryan Hitch. La historia, de corte clásico, lleva a los Vengadores a buscar a Spiderwoman, que ha sido raptada por la Inteligencia. El guionista aprovecha además para unir este número con una de las sagas más importantes que están por llegar. Desde luego, una forma inmejorable de enganchar a los lectores.

 

 

Thor

 

Concluye por fin el arco de los Devoradores de Mundos, que acabó diluyéndose como un azucarillo a pesar de haber empezado con fuerza. Da la impresión de que Fraction lo concibió sólo como una excusa para desarrollar el futuro de la colección (Yggdrasil destrozado, la herida de Thor de la que mana luz...). Y ese futuro sí que tiene buena pinta: Galactus y Estela Plateada han dado con Asgard y se dirigen a por ella, mientras Odín se muestra aún más intrigante que de costumbre. Por si fuera poco, Pasqual Ferry se toma un descanso y lo sustituye ni más ni menos que Olivier Coipel, que vuelve a la colección con un trabajo todavía más espectacular si cabe. Una auténtica maravilla. Y sí, Fraction se ha puesto por fin las pilas. Está realizando una reinterpretación de Loki soberbia y está consiguiendo que las interacciones de los personajes fluyan y sean de interés, tal y como hace en Iron Man. Este es, pues, un momento perfecto para ilusionarse de nuevo con esta serie.

 

 

Miedo encarnado

 

Por fin comienza el crossover del año en Marvel. Si bien los ecos a La Noche Más Oscura de DC son evidentes en el planteamiento (sustituyamos martillos por anillos negros), lo cierto es que las semejanzas acaban ahí. Brubaker en el prólogo primero y Fraction después presentan una historia bien compacta, que surge a partir del personaje que mejor ha tratado Brubaker en Capitán América, Pecado, y lo une a una peligrosísima amenaza asgardiana hasta entonces desconocida. Entre medias de todo ello Thor se encuentra, literalmente, atado de pies y manos por un Odín entre temeroso y ensoberbecido y los Vengadores son incapaces de hacer frente a un caos que crece en progresión geométrica por todo el planeta. Dibuja Stuart Immonen. No hace falta decir más.

 

 

Cuatro Fantásticos

 

Johnny Storm murió, pero ahí no acabó ni mucho menos el plan que tiene Jonathan Hickman para la colección. De hecho, este suceso se incorpora como uno más a la cadena de hechos cruciales que se suceden mes a mes en la colección desde la llegada de su guionista. La papeleta del duelo por la Antorcha Humana la resuelve Hickman con un número casi mudo y antológico, lleno de contenido y realizado con una delicadeza ejemplar. Un inspiradísimo Nick Dragotta es el encargado de ilustrar este número dejando escenas para el recuerdo, como el encuentro entre Reed Richards y ese infantil y espeluznante Annihilus.

 

Lo que sigue a este número es la cuenta atrás a la Guerra de las Cuatro Ciudades. En estos episodios se narrarán cosas tan importantes como por qué Valeria insiste en aliarse con el Doctor Muerte o quiénes han sido los desencadenantes de dicha guerra. Como venimos diciendo en los últimos meses, es la mejor colección Marvel del momento. Sencillamente, no puedes perdértela.

 

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