El misterio de Chimney Rock
Reseña del librojuego de Edward Packard y Paul Granger
Sin lugar a dudas, El misterio de Chimney Rock es mi librojuego preferido de elección múltiple, con diferencia. De todos los que he leído en la colección roja de Elige tu propia aventura de Timun Mas es el mejor concebido y ejecutado, en mi opinión. No en vano, fue una de las obras que me empujó a escribir. Para contrarrestar esta pasión absoluta, lo he releído para la reseña, y me reafirmo en su calidad.
La historia es tan ingenua como sencilla y realista: vas de visita a ver a tus primos y te hablan de la casa encantada del barrio, una mansión abandonada impresionante y siniestra que cuenta con su propia leyenda. Raro será el crío que no se haya cruzado (o deseado cruzarse) en su vida una buena casa abandonada que haga volar la imaginación. Yo, al menos, me exploré unas cuantas, sobre todo en el pueblo.
La de El misterio de Chimney Rock tiene todo lo que se puede desear: comedores con lámparas de araña, bibliotecas polvorientas, bodegas húmedas, habitaciones con muebles polvorientos... Magnífico. En este sentido, las ilustraciones de Paul Granger terminan de bordar el trabajo de Edward Packard. Y ahora toca hablar de este.
Cuando coges todos los elementos canónicos de un subgénero, o montas algo ridículo o postulas al clásico. El misterio de Chimney Rock lo tiene todo (vieja siniestra y esquelética, guardián abotargado que podría posar para las portadas de Creepy, gato negro, secretos familiares, misteriosos criados ¡y hasta momias!) y lo presenta de un modo impecable. Desde mi punto de vista, con una gran habilidad. Por supuesto que cuando ya conoces a fondo el género de las casas embrujadas, no pasa del susodicho clásico. Pero para un lector infantil es toda una iniciación.
Narrativamente, además, es muy interesante, puesto que efectivamente hay un misterio en Chimney Rock que se puede desentrañar si investigas con el acierto necesario, incluidas algunas sorpresas finales para poner la guinda. Este es un tema curioso, porque puedes sobrevivir con una buena aventura sin haber descubierto todo o morir sin saber muy bien por qué, pero también quedarte a medias y empezar a vislumbrar todo lo que se esconde entre los muros de la mansión. Como una buena casa encantada, te invita a que vuelvas a pesar del palpable peligro, que se maneja con gran acierto: el suspense y la tensión son continuos.
En cuanto a la parte lúdica, más allá de esta rejugabilidad, es cierto que se ha querido aprovechar la estructura de tal modo que se han creado ciertos problemas de montaje o continuidad, como queráis llamarlo, que pueden dar lugar a escenas ligeramente incongruentes. Así mismo, a veces se han maquetado contiguas dos opciones para la misma sección, una lástima porque invita a saltar de una a otra en el último momento. Nada que empañe, en cualquier caso, la sensación general.
Con estos elementos, para mí El misterio de Chimney Rock es un librojuego sobresaliente dentro de su ámbito, muy bien desarrollado, narrador, ilustrado y concebido. Muy recomendable. Sobre todo si os gustan las historias de casas encantadas.
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Muy reconfortante ver esta entrada. El misterio de Chimney Rock siempre me pareció el mejor libro de la serie, pero nunca creí que fuera a encontrar a alguien que opinara sobre el tema ni, mucho menos, con el que, además, coincidiera. Recuerdo la obra como si el autor creyera más lo que estaba contando que en otras de la colección, lo que permitía entrar más en la historia y emocionarse más con los distintos finales. Gracias por sacarlo a la luz.