Megazoria: Siluria

Trasfondo de la zona costera del suroeste britano

Aun a pesar de la amenaza constante que supone su apertura al mar, Siluria, como se denomina la región en honor a las tribus de siluros que comparten espacio con ordovicos, cornovios y dumnonios, es una zona prospera y relativamente pacífica. Desde ella, muchos celtas han viajado hasta el continente, incluso hasta la tierra de los íberos.

Aspectos geográficos

En Siluria predominan los terrenos bajos y las colinas rocosas. Frondosos bosques de árboles caducifolios crecen gracias a las abundantes lluvias que llegan del mar y al clima temperado en general. Abunda la roca, en especial el granito, y las costas presentan tanto impresionantes acantilados como calas muy adecuadas para fondear. Varios pueblos siluros están situados aprovechando los numerosos ríos para establecer puertos comerciales.

Fauna

En los bosques de Siluria es habitual cruzarse con manadas de lobos, que cazan tanto ciervos como ovejas y cerdos salvajes. Se pueden encontrar jabalíes, osos y, en las zonas más rocosas, cabras y leones cavernarios.

En los acantilados y las costas más protegidas se pueden encontrar colonias de alcas gigantes. Sus huevos, de casi medio kilo de peso, son un tentador alimento para muchos animales, incluido el ser humano, pero la orografía de Siluria todavía brinda un refugio meridional a estas aves buceadoras, cuya población no ha sido esquilmada como en otras latitudes.

Habitantes

Los britanos son un pueblo celta, aunque hay quienes creen que están emparentados con otros pueblos más meridionales, como apuntan su piel más oscura y sus cabellos rizados.

Tanto hombres como mujeres llevan por lo general los cabellos largos, y los primeros suelen lucir largos bigotes. Visten con ropas de lana, tanto pantalones (tipo bracae) como túnicas, teñidas con colores vivos y adornadas con motivos geométricos, y ciñen sus capas con broches de bronce. Los accesorios, generalmente realizados en metal, son comunes: broches, diademas, torques, brazaletes, etc.

Lengua: Gaélico

Escritura: Ogam

Algunos nombres de ejemplo: De hombre, Lucco, Caradog, Brycham, Ivomagus, Belenus o Brennus. De mujeres, Barita, Cunoarda, Eudaf, Verctissa o Verica.

Sociedad y gobierno

Siluria es un territorio relativamente pacífico. Aunque sus habitantes están habituados a las guerras intertribales y no son ajenos a los conflictos con los anglos, sus mayores amenazas y riquezas vienen del mar. Se organizan en poblados amurallados con empalizadas de madera, excepcionalmente con muros de piedra que aprovechan las colinas rocosas, que son gobernados por pequeños monarcas. Las construcciones son, por lo general, de planta circular, a veces erigidas sobre pilares en estuarios o zonas lacustres, aunque en los enclaves más prósperos no son raras las construcciones rectangulares, más amplias, de piedra o madera. El tiro para el hogar suele ser un simple agujero en la techumbre.

En Siluria encontramos distintos reyes locales que ejercen su autoridad de un modo más o menos directo sobre los jefes de cada tribu. Estos son, en definitiva, soberanos, y los encargados del gobierno efectivo de cada zona. La sociedad es patriarcal, pero las mujeres gozan de bastante independencia.

Una pequeña aristocracia tiene a su servicio esclavos temporales, obtenidos en las guerras entre tribus, o incluso permanentes, comprados a comerciantes extranjeros. Los vínculos de servidumbre no son muy fuertes porque no existen tampoco grandes propiedades agrícolas. Algunos aristócratas han amasado importantes fortunas comerciando con pueblos extranjeros.

Religión

Los jefes de cada tribu son los encargados de los rituales religiosos, que generalmente se limitan a algunas fiestas y algunos banquetes comunales realizados en honor a los dioses del panteón celta, de entre los cuales Lug es particularmente apreciado como patrón del comercio y las artes.

No obstante, no son raros los bardos, los adivinos y los druidas, tanto relacionados con el continente, como los meros charlatanes. No existe un culto organizado por todo el territorio, pero sí algunas relaciones entre druidas de distintos poblados que no llegan a la complejidad de las que se encuentran entre los galos.

Actividades económicas y lúdicas

Aunque existe una cierta base de ganadería vacuna y ovina, y también algo de agricultura de subsistencia, la actividad económica principal en Siluria es el comercio. No en vano, cuenta con los puertos más seguro de la zona, lo que le permite hacer de punto de intercambio entre celtas, germanos, escandinavos e incluso navegantes de tierras más al sur: fenicios y helenos llegan a las costas britanas con relativa frecuencia. Siluria sirve de puente de contacto con los celtas del continente, galaicos y armoricanos particularmente.

Las mercancías que circulan por la zona son tanto de origen extranjero (vino, cerveza, ámbar, aceite, especias) como productos artesanales britones, sobre todo orfebrería, pieles, cuernos y colmillos, hidromiel, metales y lana.

Los siluros aprecian las canciones de los bardos, que distraen a la gente o la estimulan con sus baladas épicas, y disfrutan con las veladas en torno a un buen fuego regado con hidromiel.

En la guerra

Al igual que otros britanos, los siluros conocen la técnica del muro de escudos, los carros de combate, que en ocasiones arman con cuchillas, el entrenamiento de perros de guerra y el uso de jabalinas para hostigar al enemigo. No obstante, dado que suelen combatir más con piratas (o ejercer ellos como tales en el mar), no es raro que sus escudos trapezoidales hayan sido sustituidos por otros circulares más compactos y que las lanzas sean menos populares que las hachas, los cuchillos y las espadas, que resultan más adecuadas para combatir en cubierta.

En el mar

Los siluros son los mejores navegantes de entre los britanos, aunque tampoco sean un pueblo sobresaliente en este aspecto. Son capaces de fabricar curraghs para sus actividades de pesca, comercio y piratería, botes sin quilla, de unos quince metros de eslora y unos cinco de manga, de casco alto, que se mueven impulsados por el viento a través de una vela cuadrada o redondeada sujeta a un mástil. En algunos diseños se ha añadido un segundo mástil para mejorar la propulsión o como simple muestra de poder.

Por lo general, no son embarcaciones muy marineras por sus altas bordas y su forma general, pero son capaces de navegar con ellas hasta la tierra de los galaicos y los lusitanos. Sus curraghs destinados a la guerra, de mayor tamaño, pueden llevar hasta treinta remeros y cincuenta guerreros.

Posibilidades de aventura

En Siluria abundan las construcciones megalíticas de los tiempos pasados, y siempre habrá algún imprudente dispuesto a explorarlas en busca de tesoros. Aquellas que no han sido saqueadas pueden convertirse en el objetivo común de varios aventureros con conflictivos resultados. En su interior, rara vez encontrarán algo más peligroso que una serpiente o unas arañas.

Las incursiones de piratas escandinavos o incluso de alguna partida de guerra angla que haya decidido dejar atrás las costas de Albión con sus botes largos puede generar problemas en la zona. Grupos de renegados icenos o saqueadores cumbrios no son tampoco inusuales. Tampoco los embajadores de Boudica, que han intentado en varias ocasiones que los siluros y los ordovicos se impliquen más en la defensa de las islas, sobre todo por su poderío naval.

No obstante, las actividades relacionadas con el comercio, los visitantes exóticos y las exploraciones en busca de nuevas rutas comerciales tienen más sentido en Siluria. Así mismo, es un puerto que puede servir para enviar partidas mercenarias o de auxilio a aliados allende los mares, con toda la actividad de espionaje que esto puede conllevar.