No estoy de acuerdo... es verdad que hacia el final hay alguna cosa un poco floja, pero a mí me aterrorizó! De hecho, no pegué ojo esa noche. Quizá soy muy sugestionable...
Insidious
Crítica a la última película de James Wan
¿Está en el cine de terror todo inventado? Si pensáramos que sí, ésa sería la única forma de justificar una producción como Insidious a estas alturas; o al menos entender su sentido. No es que lo nuevo de James Wan (Saw) sea una película desastrosa, aunque ni mucho menos brillante, sino que podría resumirse perfectamente como una sucesión de tópicos y clichés constantes, algo así como visualizar un resumen de lo que ha dado de sí el género en las últimas décadas.
La historia empieza de la forma más convencional: una familia que se muda a una casa grande y misteriosa en la que empiezan a sucederse situaciones extrañas. A partir de ese momento, que se desencadena tras la caída en coma del hijo mayor del matrimonio, ella empieza a tener experiencias paranormales, mientras que él se mantiene escéptico pese a las abrumadoras evidencias. Vamos, lo mismo que ocurre siempre en este tipo de películas.
He de decir, personalmente, que la primera media hora del film me gustó. Tal vez porque tarda bastante en arrancar y, pese a lo plano de los personajes, mantiene una cierta coherencia y algo de realismo. Pero dicho equilibrio desaparece rápidamente a partir de su ecuador. Es entonces cuando uno parece estar viendo partes de El Sexto Sentido (cómo no), Poltergeist, Los otros o El final de la escalera, por citar sólo unos pocos ejemplos. Las referencias a estos clásicos son constantes: bebés y niños que se asustan ante peligros ocultos, presencias imprevistas, aparatos electrónicos con conexión directa al Más Allá… y hasta la médium de turno salida un poco de la nada para salvar la situación.
Pero los problemas de Insidious no terminan con su falta de originalidad. En líneas generales el guión, pese a tener un par de momentos un tanto terroríficos, está cogido con hilos y se va liando él solo hasta llegar a una medio hora final casi delirante y un desenlace, cuanto menos, frío. Todo predecible hasta decir basta, además.
Es comprensible que la escasez de películas de terror que se vive actualmente justifique que uno vaya al cine a ver casi cualquier cosa que salga, pero aprovecho para dar un tirón de orejas a guionistas, directores y productores: si no tienen nada mejor que intentar asustarnos con lo mismo una y otra vez, casi mejor nos quedamos en casa. Para ver producciones mediocres que no aportan nada nuevo, mejor que intenten mojarse con algo diferente, cuaje o no. Por lo menos lo valoraríamos un poco más.
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Suscribo, aunque donde pones "casi delirante" lo sustituiría por "delirio total". Ese demonio que parece el hermano travesti de Darth Maul...
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