La máquina de hacer salchichas

Imagen de Anne Bonny

O churros, que para el caso, patatas. Una breve reflexión que no va de gastronomía, sino de cadenas de producción que parecen perder el norte.

Seguramente alguno se me eche al cuello, porque si se publican estas cosas, es porque se venden, ergo, porque hay alguien interesado en leerlas, y en comprarlas, claro. Pero es que me he quedado tan atónito con semejante despliegue de medios para una historia tan sosa, que me cuesta no comentar nada; después de todo, hay un montón de cómics para elegir. ¿Por qué éste? Hablo, que no lo podéis adivinar, de "Universo en llamas", un crossover entre los Titanes (no sé si jóvenes, viejos o intermedios) y la Legión de Superhéroes (de quienes no había oído hablar nunca).

 

Mi queja no es porque me perdiera porque los personajes ya tienen un trasfondo, que eso es algo que asumo y que intenté explicarle a mi chica cuando abordó la lectura de un cómic sobre varios Supermanes con el follón éste de las Tierras Infinitas. Mi queja, o lamentación, es porque el cómic es una patata (o un churro, o una salchicha).

 

Aclaremos un poco esto: el dibujo es más que correcto y la edición de Planeta DeAgostini es buena, pero la historia... Quizás si el prólogo no lo hubiera puesto todo por las nubes el batacazo hubiera sido menor, pero cuando te empiezan a soltar que como eran series que se podían rescatar y que no tenían que amoldarse a la continuidad, y que entonces allí sí que podían pasar cosas (que alguno muera, vaya, que suele ser el gran anhelo oscuro de los lectores de superhéroes de franquicia), y que vaya crossover y tal, pues uno se espera más, claro.

 

Y cogí el tomo con ganas, dispuesto a ver cosas insólitas en su centenar de páginas a todo color bien repleto de uniformes de brillantes colores.

 

Al principio, de hecho, creía que sí que se iban a ver realmente cosas, grandes aventuras y esos temas, y aunque no soy muy aficionado a mezclar marcianos con tipos en mallas, pues me iba frotando las manos con cierta sensación de antelación. Además, parecía que los personajes interactuaban y que, al final, dejarían de presentar gente distinta (lo de que son legión va en serio, y no me quedé ni con la mitad de nombres).

 

Pero tras un buen capítulo introductorio, empezaron a esfumarse las esperanzas y las incertidumbres: la certeza de que aquello iba a ser una sosada fue algo más que una corazonada.

 

Una eterna sucesión de batallas cuyo único aliciente era que iban palmando una serie de personajes que, supongo, serían muy relevantes para el connaiseur de la serie respectiva, que no dentro de la propia historia, y que no conseguían la más mínima tensión. Y punto. Eso es todo.

 

Vale, todo el universo implicado, cientos de superhéroes, malos para tomar y repartir, tortas cada dos viñetas... pero una trama simplona y muchos personajes para, en definitiva, ningún desarrollo. Todo menos lo prometido por el prólogo y el primer capítulo. Ya, para rematar, se pulen también el gran aliciente: lo de la continuidad. Como hicieron hace poco en otra serie de más calado, todo esto es poco más que un sueño, y no os preocupéis que ya está todo como antes. Para tanto viaje...

 

Alguno pensará "¿y qué te esperabas?" Pues, francamente, una buena historia de superhéroes, ni más ni menos, que haberlas, haylas. Entonces cambiemos la pregunta: "¿de qué te quejas?" Me quejo de que no haya un cierto filtro en lo que se publica en nuestro país.

 

Marvel y DC producen como auténticas calderas insaciables, y no cabe quejarse porque gracias a este sistema han traído lo que han traído, y es algo que, en lineas generales, nos gusta. Hasta ahí, correcto; con sus peros, pero correcto. ¿Pero por qué no aprovechan las editoriales nacionales y hacen una selección de lo mejor de lo producido al otro lado del charco? Supongo que pasará como en el cine, que se importa todo en pack completo, pero, francamente, vaya penica, porque se podrían disfrutar aquí de las obras ya depuradas y ahorrarse "eventos" en los que no pasa nada (ni a corto ni a largo plazo) y que se podrían solucionar quizás con más originalidad con un pase de modelos. Después de todo, es en lo que se resume este "Universo en llamas": en los uniformes más lucidos de la temporada.

 

Pero bueno, que no pasa nada. Literalmente.

 

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