Carcassonne: La princesa y el dragón

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Reseña de la ampliación del juego de mesa de Klaus Jürgen Wrede editado por Devir

Partamos de la premisa de que nos gusta el Carcassone de base, porque esta ampliación que incluye Devir en su catálogo es un complemento, en ningún caso una reinvención del juego básico. La pregunta del millón es ¿merece la pena hacerse con Carcassonne: La princesa y el dragón? Vamos a ver qué nos trae.

En primer lugar, la ampliación incluye algunas losetas adicionales, pero pronto queda claro que la aportación no es cuantitativa sino cualitativa: más que ampliar la duración de las partidas o la posibilidad de hacer puntos, lo que trae La princesa y el dragón es la oportunidad de que las partidas den giros inesperados y, por lo tanto, obliguen a los jugadores a buscar nuevas estrategias. ¿Por qué? Porque todas las losetas incluyen situaciones muy particulares.

Por un lado están las princesas. Estas, siempre hospedadas en castillos, permiten sacar de estos a los caballeros situados por otros jugadores —o por uno mismo, que nunca se sabe—. De este modo, una de las formas predilectas de hacer puntos se vuelve más inestable. Allí donde fallaron los arietes, el matrimonio puede solventar un reparto demasiado conflictivo.

Por otro lado, tenemos los símbolos del dragón: volcanes, que atraen a la bestia o permiten introducirla por primera vez en el terreno de juego —tiene su propio y vistoso peón de madera—, y signos de movimiento, que nos permiten desplazar al bicho seis casillas y sembrar el caos y la destrucción a su paso. Bueno, tanto como el caos y la destrucción, no, que solo se come a los peones, pero sí limpiar buena parte del tablero. La gracia está, además, en que los movimientos los van decidiendo los jugadores en el sentido de juego, lo que complica las predicciones y levanta oscuros pactos silenciosos.

Para compensar un poco la presencia del dragón está el hada buena, que sirve tanto para proteger de la susodicha bestia corrupia al peón que acompañe como para generar una fuente de ingresos adicionales. Este complemento tiene un pequeño incoveniente, sobre todo con niños, y es que es tan llamativo e inmediato que puede adquirir mucho protagonismo, particularmente en las primeras partidas con la ampliación.

Finalmente, algunas losetas incluyen, además de túneles y nuevas formas de los elementos básicos, marcadores de encrucijada mágica, que permiten situar peones en lugares que en el transcurso normal de las partidas se han vuelto innaccesibles, como abadías deshabitadas. Es un modo de reciclar quizás no tan elegante como los otros elementos pero que, sin duda, da juego.

Con todos estos nuevos factores y sus correspondientes reglas, vemos cómo se ha introducido la magia en el mundo de Carcassonne. Hay que decir que no complica excesivamente la mecánica de juego, aunque haya que memorizar media docena de cosas más, y que aporta un buen puñado de nuevas situaciones que dan una nueva cara a las partidas. Sí que hay que señalar que hacen que el azar tenga un peso mayor que en el juego básico, para bien y para mal. Desde luego, crea situaciones de echarse las manos a la cabeza y unas cuantas risas, pero, también, desesperará a los jugadores meticulosos cuando vean que por el capricho de un dragón hambriento se les va al traste su magnífico sistema de campos, labriegos y castillos.

También hay que señalar que en cuanto a diseño Carcassonne: La princesa y el dragón está perfectamente integrado con el juego básico e incluso se pueden guardar sus elementos en la caja de este. La única arista es que el reverso de las losetas no tiene exactamente el mismo tono de impresión, claro, por lo que conviene recurrir a recipientes opacos para tomarlas realmente al azar.

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Fly
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Estupenda reseña. Me encanta que me expliquen las expansiones y miniexpansiones del Carcassonne. ¡Las hay a porrillo!

Yo solo disfruto de Posadas y Catedrales, que además viene acompañada de la miniexpansión del Río. La veo una buena incorporación. Me atrae ese elemento de azar añadido no apto para hardcoretas. Y además siempre se agradece más losetas cuando juegan 6 jugadores. Si no acaba en mis manos bien podría ser un regalito apañado.

Es probable emitió su esperma de una forma muy descuidada.

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