Superlópez fans... ¿va con recochineo?

Estoy releyendo los superlópez que tanto llenaron mi infancia, y comprándolos de nuevo a través de la nueva colección Superlópez fans... y me ha caído un jarro de agua encima.

Además, en el peor momento: cuando más estaba disfrutando y más a gusto me encontraba. De hecho, llevaba días pensando escribir un artículo sobre cómo me he reconciliado con la nueva etapa de Jan, sobre cómo estoy reencontrando ese humor suyo que tanto me sedujo hace ya unos cuantos años, y al final se me ha adelantado el poner esta pataleta por escrito. Oye, con un poco de suerte igual la lee algún responsable de la edición y le ponen remedio al asunto. Cosas más raras se habrán visto...

Por poner unos antecedentes, yo empecé con los Superlópez de la colección Olé, ésos que llevaban en la contracubierta a Caperucita siendo salvada del lobo por nuestro particular héroe. Después de años y años leyéndolos, los tenía un poco desgastados y, entre pitos y flautas, me decidí a rehacer la colección completa en el mismo formato. Lo de Superlópez fans sonaba bien, la verdad, pues al menos los tendría todos con el mismo tamaño -y además uno superior al de mi colección original- y en buenas condiciones.

Había oído algunas críticas precisamente sobre este aumento de la talla del formato, que si descuadraba en algo algunos dibujos, pero después de pillarme Los alienígenas, que era el que más hecho polvo tenía, me sacudí las dudas y me puse a comprar números un poco a degüello.

Como he empezado leyendo los nuevos, no había visto problema alguno más allá de ser de un nuevo estilo en muchos sentidos y, como decía, me estaba reconciliando con esta nueva etapa. El llanto, y, sobre todo, el rechinar de dientes, me ha llegado con la relectura de los "viejos".

No me ha chirriado que no hayan aprovechado para mejorar el coloreado de algunos números; no sé si es un problema de restauración, una decisión artística o qué, pero las viñetas y personajes monocromos se han quedado así: monocromos (unos amarillos, otros rojos...). Es algo que no sé si ha empeorado -no tengo mis originales a mano, así que no lo he podido comparar-, pero que tampoco esperaba ni dejaba de esperar.

Del mismo modo, tampoco echo en falta ningún pequeño extra. Hubiera estado bien, siendo que eran números para "fans", meter algo de material adicional, algún articulillo o algo así, pero entiendo que no es una serie para los nostálgicos como yo, sino un nueva edición y punto.

Lo que sí que me ha hecho subirme por las paredes es que falten páginas. Sí, faltan páginas. No sé cuántas porque no lo he podido comprobar, pero sé que hay escenas que no están. Sin ser un fan acérrimo se pilla rápidamente que en el segundo volumen del Supergrupo se han comido la primera entrada de los atracadores al superbanco -quienes aseguran, con los bolsillos repletos de granadas, que esta vez ya no se reirán de ellos. ¿Esta vez? ¿Y cuál fue la otra?-.

De ahí lo del recochineo: ¿Superlópez fans lleva la coletilla porque sólo los fans detectarán estas tomaduras de pelo?

Es triste, la verdad, que el personaje señero de uno de los mejores autores de cómic que tenemos en nuestro país sufra semejantes desmanes en su publicación. Es lamentable porque ¿con qué ilusión se puede seguir su trayectoria? A mí, desde luego, se me quitan las ganas.

Ya no entro siquiera en si las ediciones cumplen los mínimos de calidad que se brindan a personajes extranjeros, ni en si la periodicidad es razonable. Sólo pido, o hubiera pedido, que el lector pudiera acceder a las historias íntegras que deberían estar bajo la cubierta. O, al menos, pudiera entender por qué demonios las han recortado. ¿Por ahorrarse costes? ¿Por negligencia? ¿Por mala leche?

En fin, sólo queda mandarles la maldición innombrable: ¡¡Etev la onreuk!!