El retorno del dragón... ¿rojo?

Imagen de Long Clic Silver

Playmobil presenta dos novedades con el arranque de este 2013

La primera de ellas es una incorporación a su colección de especiales, que a partir de ahora contará con un artillero en la caja Playmobil 5413. Alfanje egipcio, un pequeño cañón que casi se puede llevar sobre el hombro, chaleco corto, botas de montar y, siguiendo la moda actual, muchos tatuajes: el colorido kraken, que ya habíamos visto en los últimos capitanes, viene en esta ocasión en tonos azules y sus tentáculos llegan nada menos que hasta el rostro.

Bueno, son los tiempos que corren y, en realidad, esta práctica ya la habíamos visto en algunos de los aborígenes que estaban en relaciones con caballeros de fortuna. Como hemos comentado en alguna entrega anterior, los tatuajes se extendieron por la marinería tanto como el afán por coleccionar animales exóticos —por los que luego se podía obtener un buen precio en los muelles de Londres— o los aros en las orejas: eran un símbolo claro de gente que había surcado los siete mares... o parte de ellos. En este caso, además, de un tipo que ha dado la espalda por completo al mundo convencional. Magnífica rata portuaria.

 

Y también tenemos una reedición del Dragón azul —o, al menos, azul en tiempos—, el barco pirata Playmobil 3860 que se lanzó nada menos que en 1997 y que vuelve este 2013 con pabellón rojo sangre como la caja 5238. Aunque hayan cambiado algunos detalles, como la cubierta, que viene en un curioso color verde, la estructura básica se ha mantenido idéntica, y no es de extrañar, pues se trata de una balandra tan fiable como bien concebida, con su espacio para carga en la bodega, dos cañones, un exiguo nido del cuervo e incluso un pequeño compartimento escondido junto al timón.

La tripulación, que ya se mostró por igual fiable en su día, es prácticamente la misma que la del barco original: tan solo cambia el pirata criollo por uno con pata de palo que habíamos podido conocer ya en la caja Playmobil 3029 o la 4067 —y ya promocionado a capitán pirata en la 5781—. Curiosamente, a pesar de haber formato parte de tres cajas distintas, no era un clic común, sino bastante raro, por lo que esta reedición es una buena noticia para los coleccionistas. Además, no está de más resucitar a estos grandes clásicos de la época dorada de la colección.


 

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