COLONIZACIÓN VERSUS INMIGRACIÓN
Me apoderé de su mirada áurea porque enriquecía mi vanidad; su ceguera le abocó al abismo.
Me atrajo la sensualidad de su piel; se la arranqué a tiras y me vestí con ella.
Ahora, ciego y desnudo, llama a mi puerta. Yo la cierro con siete llaves.
Regreso
―No lo recordáis, pero este planeta azul os fue confiado para que lo cuidaseis y mantuvierais puro hasta nuestra vuelta. ¿Nos plantáis cara y pretendéis defenderlo de nosotros? Desgraciados humanos, ni siquiera sois conscientes de lo que se os viene encima ―dijo el emisario antes de morir bombardeado atómicamente.
¡Habla más alto!