Me he gastado 32 euros en comerme un filete de esta carne japonesa, y debo decir que es algo delicioso, una carne que casi se deshace en la boca de lo tierna que está con una grasa riquisima, y yo no suelo comerla, que te deja una sensación en la boca que perduró durante horas. Una grasa que se deshizo como agua en la plancha cuando la preparamos.
Una de esas cosas que te jode probar una vez porque sabes que va a ser la última. Pero bueno, ha valido la pena.
Ays, volvimos a caer ayer, que rico madre mia.
Que el mundo sea una selva no significa que debamos comportarnos como monos.