Peter Pan

Imagen de Anne Bonny

Reseña de la serie corta de Loisel publicada en Francia por Vents d'Ouest y en España por Norma Editorial y Ediciones Glènat

 

 

Aunque soy poco amigo de las adaptaciones de clásicos del imaginario infantil desde una perspectiva más adulta, he de confesar que esta obra ha terminado por derruir mis prejuicios. Supongo que se debe al ingenio con el que el autor consigue encajar el carácter de Peter Pan con la naturaleza “original” del personaje. Pongo original entre comillas porque el propio Peter Pan de Barrie tiene poco que ver con el personaje que aparecería en la secuela de la primera novela, y porque, como los propios agradecimientos ponen de manifiesto, el de esta adaptación bebe directamente de la reinterpretación realizada por la Disney para su largometraje de dibujos animados.

 

Lo que es seguro, es que el lector medio reconocerá al Peter Pan de estas páginas, lo que le ayudará sin duda a dar la complicidad necesaria a esta historia alternativa. Necesaria porque es una historia dura, en la que se explica el porqué de la existencia de este niño que no quiere crecer antes de que se convirtiera en el mito que es.

 

Las peripecias comienzan en el sórdido Londres de finales del siglo XIX, y los guiños que encontraremos muestran cómo Loisel da mucho peso al momento en el que fue escrita la obra original a la hora de reinterpretarla. Esta particularidad -entre otras- hace que este cómic esté dirigido exclusivamente al público adulto. La estremecedora historia planteada, que emociona y desgarra como lo hicieran las de Dickens y otros autores de la época, no hace concesiones.

 

El apartado gráfico es igualmente impresionante, pero por motivos distintos: Loisel se muestra un autor maduro y con mucho carácter, y con un gran dominio de la técnica. Los dibujos, dentro de un estilo algo caricaturesco muy de cómic, se muestran terriblemente humanos y expresivos, y los usos del color y la perspectiva dan una fuerza y un dinamismo sorprendentes a las imágenes. Durante la mayor parte de la obra, de hecho, estos elementos externos, como el encuadre, tienen una voz narrativa propia.

 

La mezcla del mito propio que nos forjamos viendo la película de Disney con el creado por Barrie y con el imaginario propio del autor, que rescata toda la humanidad decimonónica, es un cóctel intenso, muy intenso, que hace que la lectura de este cómic vaya más allá del simple disfrute. Es estremecedor, hermoso, tragicómico, dramático y, al mismo tiempo, rebosa mucho humor -negro, en gran medida, pero humor al fin y al cabo-.

 

En definitiva, un cómic muy recomendable para los lectores algo curtidos.

 

Autor

 

Régis Loisel, guionista y dibujante francés, nacio el 4 de diciembre de 1951, à Saint-Maixent-l'Écol. Se instaló en París en 1972, año en el que vio la luz su primera publicación, en Les Pieds Nickelés Magazine. El año siguiente, frecuentaría los cursos de cómic de la universidad de Vincennes, donde encontraría a Patrick Cothias y Serge Le Tendre. Sus historias fueron publicadas en Pilote (1974), Mormoil (1975), Pif Gadget (1975), Tousse Bourin, Plop (1977), Fluide glacial (1977) y Métal hurlant (1978).

 

A partir de este punto, su carrera profesional se lanza y va publicando en las más emblemáticas editoriales francesas: Dargaud, Hachette, etc. En 1979, funda el taller Bergame con Michel Rouge y Olivier Taffin. En 1989 deja París para instalarse en Perros-Guirec. En 1990 publica la adaptación libre de Peter Pan. Más tarde, cumple su sueño de infancia trabajando para la Disney en las películas Mulan y Atlantis. En enero de 2002 se le premio con el Grand Prix del festival de Angoulême.

 

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