Afro samurai

Imagen de Anne Bonny

Reseña del primer volumen de este cómic de Takashi Okazaki publicado por Panini Comics en su línea Panini Manga

 

Afro samurai es una obra que remite diretamente a los animes de samuráis de más acción. Su ritmo es trepidante y se articula en una sucesión interminable de batallas. Desde luego, da lo que promete. Esto no quiere decir que no haya historia, sino que, simplemente, ésta se supedita al apartado acción y va perfilándose durante o como preludio de combate y combate.

 

El estilo es crudo, tanto en el apartado del guión, donde descubriremos a un protagonista que realmente es creíble como asesino errante traumatizado por su pasado (con todo lo que esto conlleva), como en el apartado gráfico, donde los trazos vivos de Takashi Okazaki llenan las páginas de violencia y muerte. En este sentido, es muy interesante la elección de colores: la obra está realizada en blanco y negro... y rojo. Efectivamente, se le ha hecho un hueco a este color para dotar de mayor impacto a las escenas y, desde luego, es utilizado con mucho acierto.

 

Sobre la historia, cabe comentar que nos encontramos con algunos elementos francamente clásicos (la muerte del padre, el aprendiz que busca venganza mientras se convierte en el guerrero definitivo, el protagonista silencioso, las sociedades secretas de malvados antagonistas...) mezclados con algunas pinceladas originales (un samurai negro, una leyenda sobre el primer y el segundo mejores guerreros de mundo) que no terminan de justificar que el cómic se perciba tan fresco y tan distinto. Sin duda, hay algo más que lo obvio que hace que la serie funcione así de bien.

 

Puede que tenga que ver con el escenario, aunque no estoy totalmente convencido. La extraña mezcla del Japón tradicional de samuráis y gheisas con elementos modernos, como teléfonos móviles o binoculares, creo que tiene que dar más de sí en anime que en manga, sobre todo porque en el primero, además, se cuenta con el maestro de hip-hop RZA en el apartado sonoro. En cualquier caso, el conjunto resulta.

 

En cuanto a la edición de Panini, hay que comentar que está muy bien realizada en muchos aspectos que compensan el pequeño problema de guillotinado de mi ejemplar (algunas viñetas de la parte superior están mutiladas). Por ejemplo, es muy de agradecer que se haya incluido un apéndice sobre la traducción, sobre todo porque creo que este manga será de particular interés para los que lean japonés, ya que se adivina que muchas onomatopeyas se funden con la caligrafía dando una dimensión al trabajo gráfico difícilmente igualable por el cómic occidental. Incluso para los neófitos tiene su aquél. El extra del primer manga de Afro samurai también es un añadido interesante.

 

El conjunto obtenido es un cómic que será especialmente interesante para los amantes de las historias de samuráis dinámicas y sin concesiones y con toques fantásticos y épicos, especialmente si están aprendiendo japonés, y una historieta muy entretenida para los lectores en general.

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