Castalia publica Lope de Aguirre y la rebelión de los marañones

Imagen de Rana Gustavo

Crónicas y cartas del s. XVII sobre la leyenda del conquistador español escritas por sus principales protagonistas

Pocas figuras han creado tanta literatura y controversia como la del conquistador Lope de Aguirre. Oscuro hidalgo, soldado resentido, loco peligroso y, con frecuencia, peligrosamente lúcido, su figura ilumina con luz dramática la cara más oscura de la conquista y del régimen colonial. Enrolado en una expedición que recorría el Amazonas en busca de El Dorado, Aguirre se alzó con el mando, traicionó a la corona, intentó conseguir la independencia del reino de Perú, y dejó su recorrido sembrado de cadáveres. A lo largo de esa jornada terrible, el mítico El Dorado se convierte para Aguirre y sus seguidores en el telón de fondo simbólico de unas mentes atormentadas que luchan contra sí mismas y contra el universo, plasmado en la tierra indomable de la selva del Marañón y en unos monarcas lejanos que recuerdan al dios del abandono.

 

LOPE DE AGUIRRE Y LA REBELIÓN DE LOS MARAÑONES

Ed. Beatriz Pastor y Sergio Callau

Novedad, Clásicos Castalia 307

ISBN: 978-84-9740-358-0

464 págs. 12,5 x 19 cm

Encuadernación en rústica

PVP c/i 10,00 €

CASTALIA – Madrid 2011

 

En esta edición, Beatriz Pastor y Sergio Callau recogen los principales textos de la época sobre el conquistador y sus marañones, y a través de las crónicas, testimonios y cartas escritas por los protagonistas de los acontecimientos, nos dejan entrever los claroscuros de una historia de traición y ambición que, aún hoy, nos resulta tan trágica como interesante.

Loco, tirano, rebelde, traidor o peregrino. Esos son sólo algunos de los apodos que coleccionó el conquistador español Lope de Aguirre. También son muchos los topónimos que siguen sus huellas en algunos de los lugares por los que pasó durante su jornada en busca de Amagua y El Dorado, como el Salto de Aguirre, en el río Huallaga, o el Puerto del Traidor, en isla Margarita. Sus “hazañas” quedaron grabadas a sangre y fuego, hasta el punto de que en Barquisimeto (Venezuela), donde lo asesinaron, hoy en día sus habitantes todavía recuerdan que el alma en pena de Aguirre vaga perdida en las noches más oscuras.

Tras el fallecimiento del rebelde, un encolerizado Felipe II prohibió la mención de su nombre y exigió la destrucción de cualquier escrito surgido de su pluma, una suerte de damnatio memoriae que se completó con una sentencia condenatoria del Tribunal de la Audiencia de Santo Domingo en la que se proclamaba a los hijos de Aguirre, ya fueran legítimos o bastardos, “infames por siempre jamás, e indignos de poder tener honra ni dignidad ni oficio público, ni poder recibir herencia ni manda de pariente ni de extraña persona”.

Ya en su época, sus peripecias merecieron la escritura de diversas crónicas, y más adelante han sido multitud los autores que se han visto atraídos por su leyenda, desde escritores como Pío Baroja, Miguel de Unamuno o Ramón J. Sender, este último con su novela La aventura equinoccial de Lope de Aguirre, hasta cineastas como Carlos Saura (El Dorado) o Werner Herzog (Aguirre, la cólera de Dios).

 

Beatriz Pastor es catedrática de Literatura latinoamericana y Literatura Comparada en la Universidad de Dartmouth, en New Hampshire. Ganó el Premio Casa de las Américas por su ensayo Discursos narrativos de la conquista de América.

Sergio Callau es profesor de Literatura Española en la Universidad de Zaragoza. Ha ejercido la docencia también en la Universidad de Valencia y en la de Stony Brook, en Nueva York, donde obtuvo su doctorado en Lengua y Literatura hispánicas.

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