El bosque de Lump

Imagen de Anne Bonny

Reseña del cómic de Azpiri publicado por Planeta DeAgostini

 

Esta obra es un compendio de situaciones cómicas que se desarrollan en pequeñas raciones, a modo de tiras cómicas de página completa que a veces se interconectan con las siguientes, y que comparten los mismos personajes y, sobre todo, el escenario: el bosque de Lump.

Se trata de historietas independientes, de gags humorísticos y situaciones simpáticas y divertidas que, poco a poco, van formando un mismo mosaico. No se puede hablar de una historia común, pero sí que hay un desarrollo de personajes, sobre todo de los protagonistas, y una evolución. De algún modo, los vamos conociendo mejor y la acción avanza, aunque no haya una dirección marcada o una aventura al uso. A diferencia de lo que suele ser habitual en las historias de fantasía, aquí lo importante es el lugar, no que vaya a ocurrir algo en él.

Por lo demás, lo que es la idiosincrasia del género de fantasía es de vital importancia en El bosque de Lump. Azpiri huye de la especialización profunda, gracias a lo cual no hace falta saber qué es un troll, un orco o un elfo para disfrutar de las historietas, pero, al mismo tiempo, muestra que conoce bien el percal y juega con él para desarrollar el apartado humorístico y estético.

Esto me parece particularmente interesante: no estamos ante una serie de anécdotas que accesoriamente se sitúan en un entorno fantástico, sino que la gracia está, precisamente, en jugar con la lógica (ilógica) de un mundo repleto de magia para hacer humor. Esto hace que alguna de las historias sea tan surrealista como hilarante.

Al mismo tiempo, El bosque de Lump no es solo una obra humorística. Tiene dos elementos que son, a mi parecer, de igual importancia. Por un lado, la ternura: las creaciones de Azpiri despiertan simpatía e incluso hay pasajes emotivos en los que se rememora al lector esa visión entrañable que se tiene durante la infancia. Por otro lado, este es un cómic muy estético. Su autor deja en las ilustraciones una impronta muy especial, pues aunque recurre a muchos clásicos del género los reinventa con su propio estilo. Al final, queda un mundo imaginario en apariencia “corriente” (entrecomillado por lo que supone la normalidad en estos mundos) pero con una identidad propia.

El resultado es una lectura francamente agradable, divertida, en ocasiones hasta la carcajada, y, sobre todo, fascinante.

Imagen de Varagh
Varagh
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Puntos: 8300

Fijo que solo por el dibujo de Azpiri ya merece la pena. 

“Quien vence sin obstáculos vence sin gloria”

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