Murena: Ciclo I

Imagen de Anne Bonny

Reseña de este primer arco argumental del cómic de Dufaux y Delaby publicado por Planeta DeAgostini

 

Murena es un cómic ambientado en las conspiraciones de la corte de Roma del siglo I. Aunque toma el nombre de un cortesano (Lucio Murena), el eje central de la historia es el propio Nerón y, en este primer arco argumental, que no en vano es conocido como “de la madre”, en Agripina, su progenitora.

El marco escogido es magnífico. Eran tiempos convulsos para la mayor potencia de la época y la institución del emperador todavía no estaba asentada. Las luchas intestinas por hacerse con el poder eran solo igualadas por el fasto de la corte. Envenenamientos, guardias pretorianos, gladiadores y orgías sirven de telón para el drama de los personajes, muchos de los cuales ya nos interpelan con su mero nombre: el emperador Claudio, Séneca, Vespasiano, Popea...

El guión explota bien estos elementos. La trama tiene su complejidad y, al mismo tiempo, resulta accesible e intuitiva para el lector. No nos perdemos con el elenco de protagonistas sino que, bien al contrario, seguimos con interés sus evoluciones. En este aspecto, el dibujo tiene mucho que ver: no solo están bien caracterizados los personajes, sino que podemos identificarlos incluso cuando cambian con la edad.

El apartado gráfico explota con acierto también el elemento histórico. Uniformes, edificios, atuendos, ambientes, incluso peinados, todos los detalles están cuidados y documentados y crean una atmósfera muy sugerente. En el cómic tenemos la oportunidad de visitar desde los más lujosos palacios a los rincones más sórdidos de la urbe pasando por las villas campestres, y todos estos lugares son retratados con igual fuerza.

El estilo, así, aunque sencillo se muestra muy adecuado para la narración del hecho histórico, que es, a fin de cuentas, lo primordial en Murena.

Cabe señalar que aunque el cómic es fidedigno a los hechos históricos se permite licencias para dotar a la narración de más garra y de un ritmo adecuado. Por otro lado, era algo inevitable, ya que los testimonios de la época son incompletos en ocasiones y, en otras, contradictorios. Personalmente encuentro que el equilibrio que han logrado es muy satisfactorio y que la visión que nos ofrecen de Nerón, cuya imagen se ha deformado tanto a través del cine y la literatura, es muy interesante.

Un aspecto remarcable es la alternancia entre acción y desarrollo de acontecimientos. La mezcla es sobresaliente y hace que la narración avance sin exabruptos pero imparable. En concreto, las luchas de gladiadores, que son la parte dinámica protagonista en este ciclo (aunque no la única), resultan impactantes y de un gran dramatismo dentro de la historia.

El aspecto mitológico también es llevado con mucho acierto y crea una dimensión muy original dentro del conjunto. Esta no es una obra de fantasía pero, al mismo tiempo, los autores han sabido intercalar a través de los personajes elementos que nos remiten a las deidades de la época. Las pesadillas de la gorgona, por ejemplo, son estremecedoras.

En definitiva, Murena es un cómic muy recomendable para disfrutar de este interesante periodo del Imperio Romano a través de una visión de los entresijos de su corte.

 

Nota. No comento nada sobre la edición porque la mía es la francesa, la de Dargaud, que recopiló los cuatro cómics del primer ciclo en un estuche. La de Planeta DeAgostini, la española, presenta los cómics reunidos en un único volumen.

 

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