Silent Storm 2

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Un artículo sobre el juego de estrategia por turnos ambientado en una ucrónica segunda guerra mundial

 

Silent Storm 2 es un juego de estrategia por turnos en el que el jugador dirige una pequeña escuadra de soldados de élite en misiones de distinto tipo. La ambientación, uno de sus puntos más fuertes, es dieselpunk, es decir, nos encontramos en un escenario de la II Guerra Mundial muy fidedigno pero al que se le ha incorporado un elemento de ciencia ficción. En concreto, este elemento es una asociación terrorista internacional (Thor's Hammer) que ha sido capaz de desarrollar un terrible ingenio bélico: los panzerklein, una suerte de servoarmaduras que no solo brindan un blindaje formidable a quien la porta, sino que permite el uso de armamento muy pesado.

De este modo, el jugador, que encarnará a un oficial de élite de un escuadrón sea de los aliados, sea del eje, tendrá que seguir la pista a lo largo de distintas misiones hasta dar con la base de Thor's Hammer y, por supuesto, acabar con sus líderes. Lo primero que hay que señalar es que las misiones no son lineales y no se concatenan del mismo modo: en cada partida visitaremos unos escenarios u otros. Además, tienen un componente narrativo importante que las hace muy amenas.

En estos escenarios es donde se desarrollan las misiones concretas. Aunque tienen matices, suelen resolverse como combates entre soldados de distintas facciones. Eso sí, dependiendo de cuál abordemos, convendrá adoptar distintos tipos de estrategias: avances furtivos, emboscadas, asaltos relámpago, etc.

Para ser lo más eficaces posible, podremos seleccionar a una serie de especialistas de unos archivos siempre a nuestra disposición. Así, entre misiones, elegiremos quiénes nos acompañarán a la siguiente y procederemos a armarlos en condiciones. Cada personaje es único, tiene su historial y sus habilidades propias, y es irreemplazable. No conviene sacrificarlos en vano. Además, tanto nuestro personaje (el oficial) como sus soldados irán acumulando experiencia. La caracterización de los personajes tanto visual como de carácter (cada uno tiene sus frases, que dan mucho sabor a las partidas) hace que se les coja cariño y da una dimensión mayor al juego.

Hay que mencionar que todo el armamento básico concuerda con el disponible en la II Guerra Mundial. Hay, por lo tanto, armas más comunes en uno u otro bando, aunque, al tratarse de unidades de élite, al final tienes acceso a casi todas las armas. La variedad es asimismo grande y las posibilidades múltiples, incluidas las de sufrir accidentes. En ese aspecto, Silent Storm 2 busca un cierto realismo, aunque sea épico, y pone a disposición del jugador una amplia gama de granadas, ametralladoras, fusiles, pistolas, cuchillos, lanzamisiles y ametralladoras de posición. Lo único que se echan en falta son los lanzallamas.

Los escenarios que se visitan, situados en Europa, principalmente en Reino Unido y Alemania, están muy conseguidos también en su aspecto estético y en su dinamismo: dependiendo del lugar visitado para la misión, nos encontraremos con civiles, aliados o enemigos a dos bandas, y, además, todos los obstáculos y coberturas son relevantes. Hay que desarrollar tácticas adecuadas al entorno en el que nos encontremos en función de la visibilidad y de la solidez de los elementos de la escenografía. Y tener en cuenta que, después de las batallas, esta suele quedar como Stalingrado... Los coches estallan, los cristales no aguantan gran cosa, e incluso los tabiques de madera se puede atravesar a tiros. De hecho, hay que andarse con ojo, porque en ocasiones un edificio entero puede sepultar a tus hombres.

La historia que sirve de vehículo para la serie de misiones termina convergiendo hacia un mismo argumento: el descubrimiento de que una organización terrorista internacional está aprovechando el caos de la guerra para desarrollar un arma definitiva con la que dominar el mundo. En este punto es cuando uno se topa con los panzerklein y la jugabilidad pega un giro importante.

Personalmente, me decepcionó un poco: me había seducido el aspecto comando y, una vez los panzerklein entran en juego, los combates basculan hacia la potencia de fuego, ya que estos son prácticamente invulnerables a las armas convencionales (y endemoniadamente lentos). Además, hay misiones en las que, si explotan, se desatan reacciones nucleares que terminan con tu escuadra.

No es un aspecto que ensombrezca el juego y, al final, me hice con él, pero no me cabe duda de que convencerá más a los amantes del dieselpunk que a los de la estrategia histórica. Cuestión de gustos...

Tampoco tengo duda alguna de que aquellos que disfruten con una ambientación así y gusten de los juegos de estrategia por turnos, se lo pasarán muy bien con Silent Storm 2. El apartado estético está muy conseguido, la movilidad de los personajes da una jugabilidad muy alta gracias a la interacción con los escenarios y cada combate resulta diferente. Los personajes, además, están muy cuidados.

Un posible “pero” sería el no poder elegir qué misiones se van a realizar o, al menos, poder elegir hacer todas las misiones. Esto, por un lado, hace que cada campaña resulte distinta (si no tienes la mala suerte de que se te repitan los escenarios en campañas sucesivas), pero dificulta explorar el juego por completo de un modo sistemático.

En cualquier caso, a mí me ha brindado muchísimas horas de juego, y es un juego al que vuelvo con gusto. Fue una recomendación del foro que hice muy bien en seguir.

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