La Ilíada

Reseña de la adaptación a cómic del poema de Homero publicada por Panini

La Ilíada es un cita obligada para los amantes de la fantasía épica. Adentrarse en su historia es beber directamente de las raíces del género. En sus páginas se esconden muchas claves importantes del mismo y, sobre todo, el néctar destilado de este tipo de narraciones.

Por desgracia no siempre es fácil, o incluso posible, acercarse a la obra original. Por su formato y su naturaleza, no es una lectura sencilla: hace falta un cierto bagaje cultural y un estado de ánimo adecuado para disfrutarla “en bruto”. Es por ello que es una gozada contar con una adaptación de este tipo, que permite un acercamiento más ligero pero igualmente intenso.

Roy Thomas, el responsable de la archiconocida adaptación a cómic de Conan, el personaje creado por Robert E. Howard, es el encargado de llevar La Ilíada a la serie de Clásicos Ilustrados de Marvel que nos presenta Panini Cómics. Según él mismo cuenta, su primer acercamiento a la obra de Homero fue también a través de un cómic, y, además, este fue decisivo. Si tenemos en cuenta esto y que La Ilíada es una de sus obras preferidas, entenderemos la pasión con la que debió volcarse en el proyecto, una pasión que se percibe en las páginas del cómic.

Esta novela gráfica es impactante. Es cruda, salvaje, poética, apabullante, mágica, terrible, estremecedora, dinámica, majestuosa... Es como estar en medio de una batalla interminable en la que se decide el futuro de un pueblo entero. Es, en definitiva, acercarse a La Ilíada.

En sus páginas encontramos a multitud de grandes héroes realizando grandes gestas, luchando codo con codo con caprichosos dioses que hoy pueden ser aliados y mañana enemigos acérrimos. Podemos contemplar el horror del combate cuerpo a cuerpo y la magnificencia de aquellos que eran capaces de sumergirse en él con la determinación pintada en el rostro. Somos testigos de excepción de la mutabilidad de la fortuna, de los giros del destino personificados en estos personajes.

Miguel Ángel Sepúlveda nos transmite todo esto y mucho más con sus ilustraciones. Llama la atención la habilidad con la que reproduce armaduras, emblemas, armas y escudos, la capacidad narrativa que tienen sus composiciones, que son capaces de presentarnos augurios y hasta el mismo Olimpo con recursos en apariencia sencillos. En sus páginas las creaciones de la mitología griega son majestuosas y al mismo tiempo cercanas, valga como ejemplo la batalla de Aquiles contra el río antropomórfico. Cortan el aliento.

Esto y mucho más es lo que encierra esta adaptación de La Ilíada. Una cita inexcusable, en definitiva, para los amantes del género que viene en una impresionante edición de tapa dura a la que solo se le podría haber pedido algo más: unos márgenes más amplios. Un detalle que no empaña un volumen épico, como no podía ser de otra forma.