América entre rejas, luchas místicas y Michael Bay hecho cómic
Últimamente estamos comprobando cómo todos los títulos del Universo Marvel guionizados por Ed Brubaker orbitan de forma directa o indirecta alrededor de la actualidad de Steve Rogers. Aparte de la cabecera del Capitán América, hace unos meses pudimos revisar en tomo el Proyecto Marvels, en los Vengadores Secretos Rogers es el director de operaciones y, evidentemente, la miniserie Steve Rogers: Supersoldado, también estará relacionada con este personaje.
La historia planteada en este último título es similar en estructura a muchas de las tramas desarrolladas en Capitán América por este guionista: un personaje del pasado del protagonista vuelve para atormentarle. De este modo, nos encontraremos con una historia de espionaje protagonizada por Rogers en solitario, dejando así de lado la labor de director de SHIELD que ocupa últimamente. Brubaker prosigue con su tarea de recuperación de personajes y villanos más o menos olvidados por el aficionado, pero sin caer en el planteamiento ñoño tan propio de otros de guionistas. Además, ha dejado claro hace tiempo que conoce al personaje a la perfección y en torno a sus principales características dramáticas (nobleza, melancolía, tendencia a lo kitsch) construye todas sus historias. El dibujo corre a cargo de Dale Eaglesham, que aporta su habitual contundencia en las figuras que subordina siempre a la correcta narración en sus viñetas, mientras que un Carlos Pacheco mucho más inspirado que en sus últimos trabajos realiza las portadas. Steve Rogers: Supersoldado es, pues, un perfecto entretenimiento que disfrutarán sobre todo aquellos que están siguiendo la trayectoria de Steve Rogers en los últimos tiempos.
Por cierto, los hechos que en ella se narran entroncan con la acción de los Vengadores Secretos, que prosiguen su aventura de artes marciales en dos frentes: por un lado, Rogers, la Viuda Negra y Shang Chi; por otro, la Valquiria y el Príncipe de los Huérfanos. Deodato sigue dando lo mejor de sí en las escenas de acción, se nota cuánto está disfrutando con esta temática tan alejada de los lugares comunes del cómic de superhéroes. Para cerrar el círculo, entra en juego un personaje a quien habíamos visto por última vez en Proyecto Marvels.
Concluimos el repaso a ese organismo simbiótico que son las series de Brubaker con el título madre, Capitán América. En este caso, el guionista retoma el tema carcelario que ya trató en sus primeros números de Daredevil. Bucky aguarda que comience su juicio mientras que, fuera, las fichas van moviéndose. Si Steve Rogers quiere para su amigo la mejor de las defensas, lo que le llevará a recurrir a extrañas alianzas; Pecado, quizás el personaje más terrorífico que ha tratado (con mayor acierto) Brubaker en este título, vuelve a las andadas. Butch Guice, que empezó como suplente de Epting en esta cabecera, realiza una labor sobresaliente. Totalmente recomendado, claro.
Pasemos ya al resto de títulos de los Vengadores. En primer lugar, concluye Vengadores: Las Guerras Asgardianas. Y hemos insistido mucho en ello los últimos meses, pero tenemos que repetirlo con más razón incluso. Si Bendis llega al final del viaje inmaculado, sin una floritura de más ni un solo exceso retórico, logrando quizás su trabajo más compacto relacionado con Los Vengadores, lo de Alan Davis es capítulo aparte. La batalla final contra los ejércitos de Hela da para quedarse mirando las páginas embobado durante horas por el dinamismo, la espectacularidad y el mimo con el que han sido realizadas.
En los Nuevos Vengadores concluye también la mística trama con la que comenzó la colección, que tendrá importantes consecuencias para el estatus de algún que otro personaje. Immonen, por cierto, resuelve con una facilidad inexplicable la compleja papeleta de ilustrar un conflicto místico como el que se narra en estas páginas. Estamos ante un dibujante mayúsculo al que, paradójicamente, el ser tan constante en su trayectoria parece haber sido un impedimento para que sea valorado como merece.
Tras los anteriores números de acción desenfrenada, la nueva entrega de Los Vengadores es todo calma, tensa, pero calma al fin y al cabo; algo que no le viene nada mal al título, por cierto. Se presentan así nuevas tramas que se desarrollarán en los próximos números y que tendrán que ver con Parker Robbins y las Gemas del Infinito (por fin empieza a usarse lo narrado en aquel número de los Illuminati), Wonder Man (algo que se intuía ya en la inauguración de esta colección) y, ay, Red Hulk. Que sea para bien.
En Guerreros Secretos va a resultar que Noche es el arco bisagra entre todo lo narrado anteriormente y el desenlace de la colección. Y es que, si ya en el número anterior sucedían acontecimientos de gran importancia, este mes los hechos que se cuentan serán de gravedad para ambos bandos, ya que es hora de rendir cuentas para algún que otro personaje de gran trascendencia hasta ahora. No hay vuelta atrás, empieza a verse ya el final de esta gran colección de Jonathan Hickman.
Sensación semejante provoca la nueva entrega de la saga Tres, de los Cuatro Fantásticos. De pronto, sus miembros se encuentran desperdigados, ocupados en asuntos de extrema gravedad (Galactus, conflicto entre atlantes), mientras una nueva amenaza, aún más letal, hace aparición. El suspense creado por Hickman en todos los números anteriores (en los que parecía que no pasaba nada, que eran puro relleno) está aquí a un suspiro de explotar. Será en el siguiente número. Como para perdérselo...
Las series de Matt Fraction atraviesan ahora mismo un episodio de bipolaridad. Mientras que Iron Man parece haberse convertido en un cómic ideado por Michael Bay, con Salvador Larroca dibujando la explosiva pelea entre Iron Man, Pepper y Máquina de Guerra contra la amenaza 2.0 que representa Acero de Detroit (todo un acierto por parte de Fraction), en Thor seguimos en calma. Broxton se ha convertido en un trasunto de las Fábulas de Willingham, con todas los refugiados de Yggdrasil buscando asilo en Asgard (de nuevo, brillante Ferry a la hora de diseñar todo tipo de criaturas) y Thor, mientras tanto, quiere culminar la tarea de recuperar a los suyos, en este caso al Padre de Todos, Odín.
En otro plano de la realidad, Lobezno comienza a rebelarse en el Infierno con la ayuda de Puck, de Alpha Flight, que también ha dado a parar con sus huesos ahí. Mientras, en nuestro mundo, el Lobezno impostor llega a Utopía dispuesto a cobrarse una nueva víctima del entorno de Logan; en este caso, una de las más importantes. En la historia de complemento de este mes, Jason Aaron, acompañado de Michael Gaydos, da pistas de quiénes pueden estar detrás de este complot infernal. Otro de los títulos mensuales fundamentales de Marvel, sin duda. Por cierto, leyendo esta trama y la de Nuevos Vengadores, ¿no da la impresión de que Quesada y compañía pretenden hacer de Daimon Hellstrom su particular John Constantine?
Acabamos este repaso con los Ultimate Vengadores de Millar, esos que suenan parecidos a los Ultimates, pero que son otra cosa radicalmente distinta. El próximo número será la conclusión de la trama vampírica y promete ser un violento choque entre antiguos aliados. La presencia de Steve Dillon ayuda a quitarse de la cabeza a Bryan Hitch. Esto es otra cosa, hay menos espectacularidad y más cachondeo y socarronería made in Millar. La descarada pulla a Crepúsculo es el mejor ejemplo de ello.
Hola tengo una duda respecto al plan editorial(creo que es el plan editorial vamos xD) el caso esque en un Nº de los vengadores secretos en el que estan en marte el guardian marciano ese dice:Esta oscuridad estuvo antes incluso que la crisis de loS devoradoreS de mundoS.
Lo dijo en plural estoy seguro y queria preguntar si se planea sacar una serie en la que haya mas de un ser como galactus xD y ya que estamos si la resurrecion del vigia esta proxima o si va ser posible xD.
Soy el hijo de todos los soles del universo y con ese poder haré historia.