Megazoria: Nericia

Imagen de Destripacuentos

Trasfondo del reino de los njars

Sujetos a la presión de su poderoso vecino, Svithiod, los njars, también conocidos como njarar o nerikjar, siguen manteniendo su independencia, aunque no se sepa por cuánto tiempo...

Aspectos geográficos

Nericia está marcada por la gran cantidad de lagos y marismas que ocupa su territorio. Su presencia reduce las tierras de pastos y bosques, lo que marca también la fauna de la zona. El clima es frío por la cercanía de los glaciares y la latitud, pero viene temperado por las grandes masas de agua presentes. Las precipitaciones son abundantes, así como las nieblas.

 

Fauna

En la zona abundan las manadas de lobos y diros, que controlan los bosques que se extienden entre los lagos y en los que también se pueden encontrar osos pardos y, más raramente, osos cavernarios, además de un buena cantidad de cérvidos. En los lagos, abunda la fauna acuática, tanto peces, que disfrutan de las aguas frías, como nutrias, aves y, sobre todo, pujilas, una suerte de focas primitivas con patas de dedos aplanados, que son las principales depredadoras en las aguas. Estos mamíferos de algo más de un metro de longitud son hábiles nadadores muy apreciados por los cazadores por sus pieles, su carne y su grasa.

Habitantes

Los njars son escandinavos, hombres altos, de pieles claras y cabellos pelirrojos o rubios por lo general. Confeccionan sus ropas con cuero de pujila, que les protege de la humedad, y lana y les gusta adornarse con todo tipo de abalorios, en especial si son de plata o gemas semipreciosas. Suelen llevar los cabellos largos y trenzados, y los hombres barbas.

Lengua: Escandinava

Escritura: Rúnica

Algunos nombres de ejemplo: De hombre, Ari, Flosi, Gardar, Ivar, Ottar o Sturla. Los apellidos se forman añadiendo el sufijo -son (p.e. Bjorn Haraldson). De mujer, Jaddvor, Isgerdur, Herdis, Ragna o Goi.

 

Sociedad y gobierno

Aunque los usos de la vecina Svithiod se van imponiendo, sobre todo en la zona norte de Nericia y en torno a los puestos comerciales de la costa, los njars funcionan todavía en gran medida como una confederación de jarls, hombres libres que tienen a su servicio a otros hombres libres por alianza y a esclavos y siervos. Existe un rey nominal que tiene a su mando algunos soldados, pero la mayor parte del territorio funciona en unidades menores independientes que se agrupan en torno a los lagos, en aldeas de cabañas construidas en madera.

Los padres de familia y los consejos de hombres libres son aquellos que ostentan la autoridad y los encargados de mantener el orden.

 

Religión

Los njars veneran al panteón nórdico, en particular a deidades como Thor, señor del trueno, que es de su particular agrado. Es posible encontrar vatos, völvas y otras personas relacionadas con lo sobrenatural, pero no existe un culto organizado, sino que dependen de la credulidad de los señores locales. En los bosques y los lagos se pueden encontrar altares que se acomodan con la naturaleza circundante. Por lo general, los njars optan por la incineración tras la muerte, aunque erigen, cuando pueden permitírselo, lápidas funerarias.

 

Actividades económicas y lúdicas

En Nericia la economía es prácticamente de subsistencia y está centrada en la pesca y la caza. Algunos señores tienen algo de ganado, compuesto por ovejas lanudas, oviboses y caballos, pero la principal actividad gira en torno a los lagos. Los excedentes de pieles y algunos trabajos de orfebrería se venden a los suiones y otros comerciantes de paso, pero estos tampoco se adentran demasiado en la apartada tierra de los lagos.

Los divertimentos de los njars pasan por las canciones al amor de la lumbre y las competiciones de habilidad. Hay algunas festividades que reúnen a varios pueblos al mismo tiempo relacionadas con los ciclos de la pesca.

 

En la guerra

Los njar acuden a la guerra en grupos familiares. Se valen, por lo general, de herramientas a modo de armas: hachas, lanzas, jabalinas, arpones... La única táctica que conocen es el muro de escudos, tras el que forma cada unidad. Algunos veteranos tienen espadas e incluso cotas de malla o escudos, bien por haber participado en alguna incursión vikinga, bien por haber servido en el norte, en Svithiod.

Algunos jarls particularmente poderosos tienen su propia guardia personal, pero no son numerosos y, por lo general, se hallan vinculados al rey Harald. Sus poblados son los únicos que presentan empalizadas y otros medios defensivos y suelen estar situados en puntos estratégicos.

 

En el mar

En Nericia es raro encontrar naves largas, pero abundan los snekjas de menor tamaño tanto en los lagos como en la costa. Estas naves de un solo mástil, pensadas para ser manejadas incluso por dos marineros, pueden llegar a transportar a cincuenta y son particularmente útiles para la pesca. No están pensadas para el mar abierto, pero son bastante marineras. Los njars son hábiles marineros, pero no parecen muy interesados por los largos viajes y no por las grandes presas de alta mar.

 

Posibilidades de aventura

Nericia se encuentra a la sombra de Svithiod y, con un vecino tan poderoso, es normal que se susciten situaciones de tensión y aventura. Hay jarls dispuestos a importar su modo de vivir a la tierra de los lagos y no todos sus habitantes aceptarán este cambio de buen grado. Otros, por el contrario, encuentran que alguna incursión pirata contra los mercantes que vuelven a Svithiod puede brindar tantas riquezas que quede compensado el riesgo que supone la enemistad de los vikingos.

Además, los njars se encuentran en medio de la zona de migración de los pueblos germánicos que parten hacia el oeste. Tribus de jutos, saxones y anglos, por ejemplo, pueden solicitar la ayuda de los navegantes locales en su periplo hacia nuevos territorios.

Al mismo tiempo, la región sigue mostrándose salvaje y bastante aislada. En los bosques abundan las manadas de lobos y tampoco son raras las partidas de renegados y bandidos. Es posible que alguno de estos sea lo suficientemente valioso como para que algún jarl local envíe a unos jóvenes guerreros tras sus pasos.

 OcioZero · Condiciones de uso