Repaso a las novedades Marvel agosto-octubre III

Imagen de Kaplan

Cierres impactantes y órdagos a la grande

 

PunisherMAX: Sin hogar

Aaron cierra su etapa al frente de la colección adulta de Punisher tal y como la abrió: con contundencia y amargura. Es además consecuente con sus planteamientos estilísticos (elipsis abruptas y polémicas como sello de identidad, centrándose solo en lo que Aaron quiere contar) y con su enfoque; es decir, llevar hasta sus últimas consecuencias a la versión del personaje ideada por Garth Ennis. Solo desentona la presencia de un Steve Dillon no muy adecuado de por sí para la historia que se cuenta más perezoso de lo normal. Dillon encajaba en la muy diferente primera etapa del Punisher de Ennis, la de los Gnucci, pero no aquí. No obstante, lo que queda es una colección extraña pero arrolladora. A ver qué se les ocurre hacer ahora con Frank.

 

Nuevos Mutantes: Cabos sueltos

Abnett y Lanning toman las riendas, como de costumbre, de una colección menor. Tras Nova, Guardianes de la Galaxia y Héroes de Alquiler, ahora toca una de las menos conocidas series mutantes. También como de costumbre, este tándem se las apaña para conseguir unas historias plenas de interés, demostrando una vez más que no hay personajes insulsos, sino guionistas mediocres. En este caso plantean una trama inicial con el Hombre de Azúcar para incorporar al equipo a un muy desaprovechado X-Man y después empalman con el cruce con Miedo Encarnado para ofrecer su particular versión de las Guerras Asgardianas de Claremont. En fin, como de costumbre, un título modélico de proporciones descomunales.

 

Imposibles X-Force: La saga del Ángel Oscuro

Bueno, de proporciones verdaderamente descomunales es la que lía en este tomo Rick Remender. Vale que empezó fuerte matando a un Apocalipsis infantil en su primera saga, pero esto ya es demasiado. Convertido Arcángel en el sucesor de Apocalipsis, los miembros de X-Force se adentran de forma suicida en la era de este para intentar salvar la vida de su compañero y, de paso, evitar el fin de todo, que no es poco. Esto no es más que el aperitivo de la barbaridad de ideas fabulosas que Remender va incluyendo en cada página, con creaciones que, por sí solas, bastarían para dar forma al futuro inmediato de toda la franquicia (sin necesidad de Fuerza Fénix ni puñetas, aunque tampoco vamos a quejarnos). De remate, Jerome Opeña hace un trabajo espectacular, de una contundencia apabullante. Sabemos que últimamente recomendamos muchos de los cómics Marvel actuales, pero lo de este tomo es ya punto y aparte.

 OcioZero · Condiciones de uso