Hive – La colmena

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Reseñamos el juego de estrategia de John Yianni

Hive, también conocido como La colmena, es un juego de estrategia emparentado con el ajedrez. En él, dos jugadores se baten por "asfixiar" a la abeja de la colmena adversaria valiéndose de las capacidades de sus distintos insectos. Como ocurre en el mencionado ajedrez, cada una de estas "piezas" tiene un movimiento especial, solo que, a diferencia del clásico, ni se despliegan todas al principio, ni existe siquiera un tablero de juego.

Hive - Juego de mesaEn efecto, Hive es un juego muy proteico, en el que el propio campo de batalla se forma al entrar en contacto las distintas piezas. Estas son hexagonales, lo que encaja muy bien con el espíritu "colmena", además de dar una gran fluidez a las partidas. Estas particularidades hacen que los enfrentamientos cambien mucho de una vez a otra, y que rápidamente se abran muchas opciones. Al mismo tiempo, una sencilla regla mantiene la cohesión del pseudotablero: no se puede romper la colmena.

Bien es cierto que esto puede generar algo de vértigo al principio, sobre todo si tenemos en cuenta que las reglas de movimiento de los distintos insectos no son muy convencionales, aunque sean intuitivas: tenemos arañas traicioneras, lentos pero seguros escarabajos, hacendosas hormigas, saltamontes... También despista al principio un poco el no conocer estrategias predeterminadas. No hay conceptos como comerse piezas; como mucho, se bloquean las fuerzas del adversario. Y tampoco es necesariamente mejor tener a más insectos en juego, como se descubre para frustración personal en algunas partidas.

Lejos de ser inconvenientes, estos puntos son la gracia del juego: estimulan para buscar nuevas vías con las que imponerse al adversario, animan a improvisar y a evitar obcecarse. Hay que tener en cuenta que si bien los movimientos individuales de los peones son fáciles de entender, más complicado resulta organizar una estrategia a largo plazo que se muestre efectiva.

Hay que señalar que el diseño de Hive es formidable. Los hexágonos son de un tamaño conveniente, muy agradables al tacto, y se deslizan con facilidad sobre cualquier superficie lisa, como una mesa o incluso una toalla en el suelo, y al mismo tiempo que resultan estables. Su propia disposición ayuda a ver qué movimientos se pueden realizar. Del mismo modo, el código de insectos es muy intuitivo. Bien es cierto que no es una colmena al uso, pero despierta ecos en los jugadores que facilitan explicar la mecánica de juego.

Así, Hive – La colmena se revela como un juego muy original, compacto e interesante, sobre todo para los amantes de los juegos lógicos: aquí no hay azar, solo estrategia pura, lo que puede resultar una desventaja para los novatos, pero también un estímulo formidable para ponerse las pilas.

Hive - Juego de mesa

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