Diario de un recluso en el 41 milenio IX

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Nueva entrega de este relato participante en el I Concurso Warhammer 4OZ

-Bien, pues dicho esto, y en cuanto tengamos las tarjetas de identificación, os mandaré una serie de trabajos.

 

(Unas horas más tarde) Alguien abre la puerta del escondite de sopetón y sin forzar la cerradura y todos nos apresuramos a apagar las luces y a prepararnos para lo que sea, cuando a los pocos segundos veo una figura moverse en la sala donde estamos todos y decido saltar sobre ella. Pero la extraña persona es mas rápida, y en menos de tres segundos soy yo el que está en el suelo inmovilizado.

 

-Neror, enciende las luces, y quítame a este perro de encima.

 

-¿Perro yo?

 

Neror enciende las luces y todos se quedan parados mirando mientras yo estoy en el puñetero suelo.

 

-¿Qué...? Esa voz me es muy familiar.

 

Cuál es mi sorpresa cuando giró la cabeza y veo que se trata de Jade, mi preciosa y traicionera Jade.

 

-J-Jade, preciosa, cuánto tiempo.

 

-No el suficiente. ¿Qué narices haces tú aquí? Tendrías que estar en una prisión.

 

-Me escapé con estos amigos cuando la décimo tercera cruzada atacó el planeta prisión donde estábamos recluidos. Y por cierto, ¿no crees que te pasaste un poco al denunciarme?

 

-No haberte tirado a mi hermana.

 

-Agros, tío, ¿en qué pensabas cuando decidiste engañar a esta bella señorita?

 

-¿Llamas señorita a Jade?

 

Lo siguiente que veo es a Jade dándome un derechazo en la mandíbula. (Unos minutos más tarde)

 

-Eh, Agros, ¿estás bien, tío?

 

-Sí… creo… creo que sí.

 

-Vaya derecha que tiene Jade, te hizo un fataliti.

 

-En ocasiones como ésta es cuando pienso si es una mujer de verdad o un híbrido con Taison.

 

-Te daré otra vez si sigues por ese camino.

 

-Bueno, ¿y qué haces aquí? Porque éste es uno de mis escondites.

 

-Rolen me llamó para decirme que estabas en el planeta y que le habías encargado unas tarjetas de nivel A, así que no tardé mucho en recordar lo de aquel escondite de la familia Zuchi.

 

-Ah, y quieres una parte, ¿no?

 

-Pues claro que quiero una parte. ¿Acaso crees que estoy aquí para volver contigo?

 

-Bueno, reconozco que lo he pensado.

 

-Pues sigue soñando.

 

-Bueno, ya que estás aquí -interviene Neror- seguro que encontramos algo que puedas hacer.

 

-¿Cómo has dicho que te llamas?

 

-Mi nombre es Neror.

 

-Bien, Neror, primero borra esa entupida sonrisa de tu cara. Segundo, soy muy consciente del cuerpo que tengo y de los deseos que despierto en los hombres. Tercero, no he venido hasta aquí para tirarme a un grupo de delincuentes que están caninos, y si tú o tus amigos me tratáis como un trozo de carne, lo siguiente que veréis será uno de mis puños aplastándoos la nariz. ¿He hablado lo suficientemente claro?

 

-Joder -dice Castor- qué carácter tienes, Jade, pero te capto alto y claro.

 

-Sí -añade Polux-, yo también te capto.

 

-Todos la captamos.

 

-Jade, me das miedo -dice Calos.

 

-Joder, la gatita aparte de estar buena tiene uñas.

 

(Derechazo a Zenir)

 

-Dios, qué castaña, le han saltado dos dientes.

 

-Eso sí ha sido un fataliti. Qué forma de volar por los aires.

 

-Jade, por dios, reprímete un poco mujer, que casi lo matas.

 

Continuará...

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