Tumularios

Imagen de Brutal Ball

Ni tan siquiera la muerte, ni el paso de los siglos, es capaz de mantener alejados a los jugadores de raza de los terrenos de juego...

No, por lo menos, mientras haya nigromantes en la Ciudadela. Y es que estos consiguieron ya hace siglos que la ley amparase sus prácticas de ultratumba. A través de un laberíntico reglamento de propiedades, explotaciones, derechos y aplicaciones, el Colegio Arcano de Brujos Reales, Osamenteros, Nigromantes y Espectros Sindicados (CABRONES) ha logrado la incorporación al mundo del trabajo de esa fuerza laboral que ya se daba por perdida: los difuntos. Y, por supuesto, aunque sus ámbitos tradicionales de trabajo son más miserables —transporte de cadáveres en tiempos de peste, asistencia en archivos, mantenimiento de cloacas a pesar de la fuerte presión de los sindicatos goblins, vigilancia nocturna, etc.—, tienen su lugar en los campos de Brutal Ball.

Los tumularios, también conocidos como muertos viejos, los secos y osamentas, incluyen a una amplia gama de cadáveres de cierta antigüedad resucitados, desde simples esqueletos animados a mayestáticas momias pasando por espectros y nobles fantasmales.

Por lo general, la naturaleza del ritual de enterramiento —y resurrección— marca la posición del jugador en el terreno de juego tanto como la vida pasada del jugador. Los meros esqueletos se suelen limitar a las posiciones de base y el juego aéreo, mientras que las momias tienden a servir como defensas y los tumularios de cierto nivel como puntas e interceptores. No obstante, se ha visto a esqueletos de gran envergadura jugar como defensas debidamente blindados ¡e incluso momias intentando servir de receptores!

Los tumularios son lentos tanto de movimientos como de reflejos, y sus articulaciones están algo anquilosadas en el mejor de los casos. Es por ello que no son muy efectivos en el juego de pase ni tampoco en el de velocidad. En el juego de campo muestran una incapacidad manifiesta a la hora de placar a cualquier jugador más ágil que ellos —lo que incluye a la práctica totalidad de los seres vivos— y ni siquiera destacan en el juego de contacto, ya que incluso las terribles momias son bastante lentas. Eso sí, los tumularios son perseverantes, implacables. A medida que avanzan los partidos, cuando los jugadores convencionales encuentran excusas —o brechas, o fracturas— que justifiquen quedarse en el banquillo, ellos se levantan una y otra vez, sin importarles el castigo sufrido, para seguir luchando por la victoria, ¡un espectáculo que los hinchas adoran!

Además, aquellos equipos que pueden permitirse pagar las numerosas ofrendas de sangre, muerte y joyas que requieren, pueden incluir espectros en sus filas. Estas criaturas, que existen en una frontera ambigua entre el Inmaterium y el plano terrenal, pueden llegar a ser tan rápidas como escurridizas, un complemento perfecto para las formaciones de tumularios.
 

Tumularios

MO

CO

CA

BL

PL

FU

AG

RE

BA

LA

AT

Coste

Línea

5

1

1

4

4

5

4

12

4

4

4

30

Defensa

5

1

2

6

4

7

4

12

4

4

4

80

Punta

5

2

2

5

4

6

4

12

4

4

4

70

Lanzador

5

1

1

4

4

5

4

12

5

5

4

50

Receptor

5

1

1

4

4

5

4

12

5

4

5

50

Interceptor

5

1

1

5

5

5

4

12

5

4

4

60

Espectro

5

3

2

5

5

5

6

12

5

5

5

130

Tamaño: Todos los jugadores tumularios tienen tamaño medio. Excepcionalmente, algún defensa momificado llega a ser considerado tocho.

Juego sucio:

Fichajes post-mortem: La magia que permite alzar a los muertos no entiende de colores ni temporadas. Con un buen soborno a los responsables de la morgue, un jugador adversario fallecido en el encuentro puede encontrar una segunda oportunidad en un equipo de tumularios con la debida preparación y discreción.

Presencia perturbadora: Aunque los habitantes de la Ciudadela están acostumbrados a la existencia de los muertos vivientes —y de cosas aún peores—, hay momentos en los que, quizás a causa de la tensión, su cercanía resulta tan insoportable que conduce a hacer tonterías e incluso al pánico.

Maleficios: Algunos equipos han conseguido exportar las maldiciones protectoras de los túmulos al terreno de juego. Después de todo, lo de no perturbar el sueño de los difuntos es muy relativo. ¡Algunos siguen soñando con ganar el Torneo Cráneo Abierto!

Mesmerismo: La mirada abrasadora de una momia o un espectro puede helar la sangre a un adversario el tiempo suficiente para conseguir recuperar ese balón perdido o marcar ese tanto que pondrá el partido en bandeja, y no todos los jugadores son capaces de resistir a su influjo.

Sin descanso: Aunque por lo general reducir a escombros un esqueleto suele ser suficiente para dejarlo fuera de circulación durante una temporada, algunos nigromantes son capaces de volver a ponerlos sobre sus pies a una velocidad espeluznante, ¡suficiente para que vuelvan al terreno de juego antes de que termine el partido!

 

¿Sabías que...

en Brutal Ball no solo es posible ver tumularios en el terreno de juego, sino también en las gradas?

Arnus Peregrius, erudito de los Grandes Misterios y fan incondicional de los Invictos, dejó estipulado en su testamento —junto a una generosa herencia— que deseaba ser resucitado para asistir a todos los encuentros del equipo de sus desvelos. El ejemplo ha cundido de tal forma que a día de hoy no es tan extraño encontrar peñas de esqueletos, momias y otros despojos en las gradas de muchos estadios.

 

Algunos ejemplos de miniaturas de tumularios:

Equipo de tumularios de Games Workshop

 

Ejemplo de esqueleto de Greebo

 

Ejemplo de espectro de Heresy Miniatures

 

Algunos tumularios de Mano di Porco

 

Algunos esqueletos de Meiko Miniatures

 

Algunos tumularios y momias de Willy Miniatures

Comixininos

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