Terminal Event: Cthulhu

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Los horrores tentaculares también asolan a los legos...

Legos de juguete, quiero decir, no legos en la materia. De la mano de Terminal Event nos llega esta adaptación de los horrores de H.P. Lovecraft bajo el título de Cthulhu. Según indica en los créditos el propio autor, Andre Birmo, está basada en dos relatos del maestro de Providence: Dagon y La llamada de Cthulhu. En cualquiera de los casos, es un corto bien imbricado más allá de toda duda en los Mitos tanto por su trama como por su realización.

La historia es sencilla: un pobre hombre es arrastrado a las playas de una isla misteriosa y se encuentra con saberes ocultos que preferiría no haber descubierto (y nosotros que no existieran). Después de algunos encuentros macabros y meterse en una cueva, sufre una revelación en las sombras (un pasaje algo largo que bien podría haberse recortado) y asiste a un espeluznante advenimiento.

En realidad, la trama es toda una excusa para ver esos horrores de los Mitos de Cthulhu recreados ante nuestros ojos, y en ese aspecto el cortometraje funciona a las mil maravillas. Su creador no solo se ha mostrado hábil a la hora de combinar los legos para hacer horrores informes, sino que ha trabajado con mucho acierto toda la tramoya alrededor. El trabajo realizado en la isla es una muestra de modelismo de primer nivel, al que ha sacado mucho jugo con un buen dominio de la cámara. Esto, combinado con las buenas interpretaciones de los actores y la acertada banda sonora hace que Cthulhu sea muy disfrutable.

Tiene algunas aristas, sin duda, como ciertas escenas congeladas y alguna combinación discutible de texturas en la tramoya, así como el largo y ya mencionado pasaje en las sombras, pero sigue siendo una visión interesante para los amantes del horror cósmico, aunque sea como curiosidad. Además, hay unas esculturas de horrores primigenios francamente adorables.

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